Capítulo 5

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Eric

Los golpes contantes de mis dedos contra el volante creaban una armonía junto a mi taraleo de una canción que posiblemente me acababa de inventar. Miro el retrovisor por enésima vez, dejando escapar un suspiro, estoy estancado en un tráfico sin algún  sentido, perdiendo la poca paciencia que tenía. Además el olor a la tarta de limón no me esta ayudando para nada mantenerme totalmente activo, sumándole el calor extremo que quemaba mi piel pálida delicada como si estuviera un jodido horno en vez de mi auto.

Voy a terminar quemando y entoxicado si sigo aquí.

Vuelvo a suspirar de frustración, quitándome la chaqueta con  movimientos exagerados solo para sacar el móvil entre mis pantalones.

No había llamadas perdidas de Nivair. En lo cual era bastante extraño por qué ya van diez minutos que voy tarde. Recibo los últimos mensajes que nos envíamos y cuando mis dedos bajan hasta los mensajes que le deje. No dudo en sorprenderme al no tener respuesta.

-No es típico de él - murmuró, adentrandome a las opciones para llamarlo. Conocía lo suficientemente a Nick para saber que ahora está echando humo por mi retraso pero que conste que el mismo me pidió que fuera más tarde - Hey Nick - hablo después de escuchar la contestadora - Me quedado atascado en un tráfico alrededor de diez cuadras - acomodo mis gafas torcidas, mirando mi reloj de pulsera - Dijiste que María no había podido comer bien así que le compre la tarta que le gusta - río - En serio el olor me está matando - confieso - En fin, mantén las puertas abiertas de la residencia para poder estacionarme delante la puerta principal.

Despejó el artefacto de mi cara dejándolo en el portavasos. El escándaloso ruido de las cornetas y los ruidos de las personas quejándose, retumban en mis oídos, empeorando el dolor de mi cabeza. Sin embargo, una camioneta negra pasa al otro lado de la calle a toda velocidad, llamando mi atención completamente y de un momento a otro, los carros se comienzan a poner en marcha.

Por alguna razón tengo un mal presentimiento que se apodera de mi pecho cada vez más. Cambio las velocidades moviendo el volante, uniendome a los demás carro en movimiento. A medida que voy avanzando, logró visualizar unos oficiales y objetos metálicos que obstruian el paso. No obstante, un oficial con parte de la cara quemada, logra mirarme a través de la ventanilla, luego, hace señas para que baje el vidrio de la misma.

-Oh, señor Tremblay - se apoya de la puerta del auto mientras se saca la gorra, en sus ojos se podría notar la falta de interés de estar aquí a miles de kilómetros. Dejandome la duda de que era lo que más me sorprendía, el como sabe quién era o como se me hace terriblemente conocido - De saber qué estaba aquí hubiera hecho lo imposible para que continuará hasta incluso si hay un accidente - sonríe, sus dientes están podridos y estiraba tanto la cara que hasta incluso ponía ver su lengua blanca asomándose.

¿Ese era el aspecto normal de un policía local?

Miro a mi alrededor en busca de que hubiera señales de un accidente o algo por el estilo. Poco tiempo después, vuelve a pasar la misma camioneta a toda velocidad mientras que el policia cambia de posición, interponiendose entre lo realmente quiero averiguar.

Si algo me había enseñado el hermano mayor de Nivair, era que siempre tengo que seguir mis instintos. Y justo ahora me está diciendo que algo paso en la mansión.

-No se preocupe - sonrio con la boca cerrada - Si me disculpa llego tarde.

-Oh, si - se aparta - Que tenga feliz tarde - pide mirando entre los asientos traseros sin apartar sus ojos de la tarta.  Observo como el dientes podridos se reúne con sus compañeros y hace señas extrañas mientras que habla por la radio.

THE SANDFORD || TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora