Capítulo 16

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CAPITULO 16

Su voz seguía retumbando en mi cabeza una y otra vez como si fuera una gotera que caía encima de un metal. Era consciente de que no logré ver su rostro por completo pero aún así, sabía que era su voz.

¿Cómo podría olvidarme de ella?

Si nos cuidado tanto cuando a mí hermano mayor y a mí.

Esto tenía que ser una broma.

Siento como las lágrimas se desplazan por mis mejillas hasta llegar a mi barbilla y luego desaparecer.

Pero.

¿A quién quiero engañar?

Han pasado tantas cosas extrañas que realmente no me impresiona que la misma Tisigua apareciera entre los arbustos y nos llevará arrastras de la mansión.

Sin embargo, mis ojos comienzan abrirse y cerrarse continuamente, permitiéndome ver la claridad del día aún. Poco a poco, los demás sentidos se ponen alerta.

-¡María!

Un reconocible olor aparece de la nada. Trato de mover mi cuerpecito, teniendo más éxito que antes. Pero era inútil, mis manos está atadas a mis espaldas rodeando un árbol.

Miro a mi alrededor, haciendo movimientos extraños con mi cuerpo para alcanzar lo que pasa detrás de mi.

-¡María! - gritan de nuevo.

Comienzo a sacudir mi esqueleto bruscamente cuando veo de reojo lo que hay a mis espaldas. La casa del árbol se caía a pesados poco a poco y el fuego no dejaba de extenderse a medida que una u otra tabla se caía.

-¡Brian! - gritó a todo pulmón cuando siento que una de las ramas del gran árbol se cae, casi rozando mi brazo.

¿Cómo es que estuve inconsciente todo este tiempo?

Las sacudidas ya se estaban haciendo bruscas y el aire fresco se volvía pesado cada vez más, haciéndome toser con fuerza.

No obstante, un pelirubio aparece ante mi con el pecho agitado y la camiseta de dormir mal colocada, lo que me da entender que se acaba de despertar.

Con pasos apresurados, Brian saca entre sus bolsillos del pantalón gris, una navaja, cortando rápidamente la cuerda.

-No puedo moverme - digo apenas nuestros ojos se encuentran de nuevo - No siento las piernas.

El jefe de la casa, no duda en acomodar mi pequeño cuerpo en su espalda y en correr de regreso a la mansión. Sus pasos se vuelven cada vez más fuertes y rápidos, saltando o esquivando cualquier cosa que atravesaba en nuestro camino.

Sin embargo, mis ojos se están volviendo pesados de nuevo y un dolor inreconocible aparece en mi estómago. El arregle de mis brazos se va aflojando cada vez más.

-¿María? - tiembla su voz - ¡Eh, pequeña!

Con movimientos rápidos, Brian pasa uno de sus brazos por debajo de las rodillas y con la otra me acomoda en su pecho. Más tarde, escucho el golpe de una puerta abriendo y los gritos de Brian dando ordenes, me dan entender que estoy de vuelta en la mansión.

-¿¡Qué ha pasado!? - grita una voz delicada a lo lejos cuando Brian coloca mi cuerpo delicadamente en una superficie acolchonada.

Todo me daba vueltas y la voces que escucho pegaban en mi cabeza.

Y antes de que mis ojos se cierren nuevamente. El llanto de Sthefannie se hace presente, mostrándome su cara junto con la de su marido cerca de la mía.

THE SANDFORD || TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora