....Nada es lo que parece....
Acabe de preparar el desayuno al mismo tiempo que terminaban de bajar los chicos y Julián.
- hola papá- dijo Leo, me agaché y acaricié su mejilla.
- hola Leo, como amaneciste?- le pregunte.
- bien, mi marca ha dejado de arder- dijo sonriendo y mi cuerpo se heló. Levante mi vista y observé horrorizado a Julián, que podía apostar que estaba igual o peor que yo.
- eso.eso esta bien pequeño- dije y él asintió sentandose con sus hermanas a desayunar- Julián que esta pasando?- pregunté cuando estuve a su lado.
- no lo se, no se como esto es posible. Nunca estuvimos de acuerdo en hacer esto. Hablaré con mi padre está tarde, y averiguare que esta sucediendo- dijo y yo asentí.
Observé a mis hijos comer tranquilos sin saber nada de lo que estaba pasando y así quería que siguiera.
La gran parte del día paso sin novedad, eran las una y quince cuando escuché la campana de la cafetería. Levante mi vista desde la mesa de la esquina donde estaba sentado tomando un café. Observé a Sher atender al recién llegado y llevarlo a una de las mesas cerca de la mía. Hasta el momento no podía ver su rostro, ya que era tapado por una gorra.
Cuando Sher por fin fue hacia la barra del desayunador, y este se quitó la gorra pude ver al recién llegado. Podía apostar que él no era de aquí, desde que me mude a Trieste supe quienes eran del lugar y quien era turistas. Conocía a la mayoría de los ciudadanos pero ese chico no se parecía a ninguno. Ojos claros y pelo negro, de complexión grande pero proporcionada, era alto para eso no había duda, sus facciones eran muy masculinas y poseía una escasa barba. Eso era lo único que podía ver, hasta que sus ojos chocaron con los míos y él elevó la mano para saludar.
Mis ojos no podían creer lo que estaban viendo, eso no era cierto. Algo debía de estar mal, en su muñeca se encontraba un dibujo en forma de media luna, parecía un dibujo cualquiera apostaría a eso, pero yo no, era la misma marca que tenía Leo en la cadera.
Me levante de la mesa y alejé de haí. Entre a mi oficina y tome mi teléfono celular de la mesa, busque entre los contactos y marqué.
Llamada telefónica.
- Mathew paso algo?- pregunto al contestar la llamada.
- Julián lo acabo de ver, es él, puedo apostar que es él.
- Quién?
- él que pose la misma marca que Leo, esta aquí en la cafetería Julián, tengo miedo Leo es solo un niño- dije con los nervios en punta.
- todo estará bien, voy para allá, tengo que decirte algo que mi padre me dijo.
- no tardes- dije.
Fin de la llamada.
Entre el celular en mi bolsillo trasero y abrí un poco la puerta. Él chico seguía en el mismo lugar y se estaba tomando un café.
Nose cuantos minutos estuve en la misma posición, viendo hacia la misma mesa. La puerta de entrada se abrió y por ella entró Julián, sus pasos se dirigieron a mi rápidamente.
- es él- dije señalando con la vista al chico que estaba viéndonos.
Julián se giró y observó al mencionado, le hizo señas y este se levantó de la mesa acercándose a nosotros.
- tu eres Tyler Thalassinos ?- pregunto Julián y este asintió tendiendole la mano.
- lo soy, usted debe ser Julián no?
- así es y este es mi esposo Mathew- dijo.
- me di cuenta cuando llegue, su mente es muy inquieta la verdad - dijo- es un gusto conocerlo Mathew- me tendió la mano y dudoso la estreche.
- no creó ser capaz de decir lo mismo- dije con el ceño fruncido.
- entremos a tu oficina- dijo Julián y así lo hice, me senté en uno de los sofas que se encontraban haí- mi padre me dijo que eres el prometido de Leo- mis ojos se ampliaron y observé a Julián sin creer lo que decía.
- Cómo es eso posible? Yo nunca he estado de acuerdo.
- cuando te conocí e hice todo ese trato con mi padre para que fueses mi esposo, él me dijo estas dispuesto a pagar cualquier precio con tal de que él sea tu esposo y yo en el momento dije que si. No pensé que este sería el pago- respondió.
- porqué nunca me dijiste que podía pasar este tipo de cosas?
- por que yo tampoco lo sabía. Esta mañana cuando fui a hablar sobre la marca de Leo él me dijo todo. Lo siento Mathew- dijo.
- ningún lo siento Mathew, estas uniendo la vida de tu hijo con un completo desconocido que podría ser un psicópata. Estas mandando a tu hijo a la horca.
- tal vez sea un desconocido pero no me considero un psicópata- dijo él tal Tyler.
- no hablo contigo - dije observándolo con cara de fastidio- sí me disculpas iré a buscar a Leo.
Me levante del haí y cuando me disponía a salir la voz de Julián me detuvo.
- llévate a Tyler, él y Leo necesitan conocerse- me giré y lo vi a los ojos dispuesto a protestar pero la mirada que me estaba dando no era nada recomendable discutirle.
Salí de haí seguido por unos pasos que supuse eran de él tipo.
- Sher, te dejo encargada, vendré a cerrar okay?- ella asintió y yo salí.
Quite el seguro de mi vehículo y cuando escuché la puerta cerrarse en el asiento del copiloto arranque. Los dos nos mantuvimos callados el camino completo y yo solo deseaba que nada de esto fuera real.
Detuve el vehículo en el colegio de Leo y espere a ver su cabellera rubia.
- Cuál es?- me pregunto él que para mi era una voz molesta.
- cabello rubio casi castaño, ojos negros, tiene un pantalón negro y un suéter azul- dije viendo a mi pequeño despedirse de sus amigos y acercarse. Ingreso al asiento trasero y se puso su cinturón de seguridad antes de saludarme.
- hola papá
- hola pequeño- dije sonriendole, su rostro se giró hacía mi lado y observó al desconocido.
- hola. Quién eres?- pregunto.
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Tengo su sello ¤Laberinto de Secretos¤
FantasyNací con una marca o eso quería creer. Ese símbolo decidió por mi lo que sería de mi vida. El sello que tengo grabado en mi cuerpo dice que le pertenezco a él, un ser que solo debería existir en los libros y no en la vida real. Tenía que ser entrega...