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The perfect couple.

Sorpresa otro cap. Espero que les guste. Dejen sus comentarios y denle una ☆. Xoxo

-pudiéramos pero nos gusta más así- dijo Dionisio.

- vas a salir?- pregunto esta vez Jason estirándose proporcionado una vista. Muy buena vista déjenme decirles.

- sí iré a recorrer la playa pero antes pasare a tomar un café- ellos asintieron. Me puse un pequeño pareo tapandome un área en especifico del bikini- nos vemos después.

-sí- dijeron los dos mientras salía de la habitación. Recorrí los largos pasillos y baje a recepción, como no sabia donde estaba la cafetería.

-disculpa me puede decir por donde llegó a cafetería?- la chica que se que nos había atendido ayer, centro su vista en mi.

- claro, mira tienes que seguir directo y cuando llegues a la piscina girar a la izquierda se verá el gran cartel. Toma este mapa por si acaso- asentí y revise en el dónde ella me decía.

-Muchas gracias - ella sonrió y yo tome camino. Cuando llegue al lugar pedí un café y me senté con vista a la piscina.

- oh eres tú, dónde has dejado a tus maridos?- levante la vista de la tasa y observé al mismo chico de ayer.

- en la habitación- dije simplemente.

- han tenido una noche llena de pecado- con gesto cómico observé como estaba casi rezando.

- claro, con los dos, no sabes cuan bien ellos hacen el amor. Uno es rudo y el otro es extremadamente suave. Son el complemento perfecto. Alguna vez has probado la doble penetración, eso es grandioso- él tipo me vio con asco y yo sonreí.

- eres repugnante- dijo.

- por mi di lo que quieras tus insultos no mueven nada de mi mísero corazón mundano.

- que bien que dices que es mísero. Todos los tuyos deben estar igual de dañados- le sonreí gustosa. Me levante de la mesa y dije.

- oh no sabes cuan dañado estamos. Solo recuerda, cuida tus sueños tiendo a provocar pesadillas- gire sobre mis talones y choque con un gran cuerpo. Levante mi cabeza y reconocí ese inconfundible cabello largo.

- creo que lo único que no provocas es pesadillas- dijo Jason abrazandome.

- más bien son sueños húmedos lo que provocas- dijo Dionisio a nuestro lado. Él chico automáticamente se alejo de mi y huyó como gallina.

- y ustedes aquí abajo? Pensé que se quedaría allá.

- es nuestra luna de miel, tengo que hacer algo aparte de dormir. Por ejemplo Jason iba a surfear y yo a embriagarme en la barra- cruce los brazos sobre mi pecho.

- ni pienses que harás eso, la ultima vez que hiciste eso tuviste sexo hasta con la almohada. Sin olvidar que no me dejaste dormir por el dolor de tus grandes estocadas- el lugar se quedo en silencio y pude adivinar qué todos nos habían escuchado. Gire y efectivamente todos nos prestaban atención con ojos muy abiertos- acaso nunca han tenido sexo salvaje, ni que fueran vírgenes- todos dejaron de vernos y observé como una mujer le tapaba los oídos a su hija mientras me veía mal- juro que esa follara más que yo cuando tenga mi edad- tomó a su hija y se fue mientras decía que su hija nunca haría eso. Ni que fuera santa.

- okay ya que me has prohibido embriagarme podemos ir a la playa- asentí y deje que me tomarán de la mano. Jason alquilo una tabla de surfear y Dionisio y yo nos acostamos en la arena.

- desde cuando él sabe surfear, lo hace muy bien- dije viendo como recorría las olas.

- se crío aquí en honolulu, estas playas fueron su segundo hogar. Creo que un hawaiano que no sepa surfear no es un verdadero hawaiano.

- eso crees?- pregunté tapando con una mano el sol mientras lo miraba.

- lo puedo asegurar- sonreí y volví a apoyar mi espalda en la silla. Cerré mis ojos y deje que el sol me pusiera como pan tostado. Escuchaba los murmullos a mi alrededor y en especial lo de una chica que no era nada disimulada con respecto al Dios que se encontraba a mi lado. Me apoye en mis codos y la observé. De piel clara, grandes senos, curvas de infarto y tinte de farmacia.

- chica- dije, ella quito la atención de él y me observó- limpiate la baba, estas mojando la arena- y si que era tonta, paso su mano por la comisura inferior de su lado y frunció el ceño.

- no estoy babeando.

- poco te falta para hacerlo. Ves ese monumento de hombre te haría caso si no estuvieras hecha de silicon y plástico o si las neuronas todavía te funcionaran- ella me observó perpleja y luego sonrió, rara.

- me caes bien, tienes un temperamento de perro y proteges a tu hombre.

- no es mi hombre pero aceptó lo de temperamento de perro- ella asintió y se retiró con sus amigas- me sorprende, las plásticas últimamente usan el cerebro- dije. Escuché una larga y ruidosa carcajada a mi lado y sabía a quien pertenecía, rodé los ojos y lo observé descojonarce de la risa.

- eso fue celos Ele?- pregunto cuando se calmo.

- sí- dije simplemente. Me recoste de nuevo y me puse mis gafas de sol. Dure un par de minutos así hasta que una montaña tapó mi rayo de sol- Jason muévete, necesito tostarme.

- como sabes que soy yo?- pregunto su ronca voz.

- eres la única montaña andante que conozco, vamos déjame tomar el sol- hizo lo que decía pero unos segundos después sentí sus manos rodearme y alzarme del lugar- Jason bajame- el río y comenzó a caminar al agua- no te atrevas Jason o juro que lo pagarás.

- que me harás querida esposa, no puedes venir y esperar pasar tu luna de miel tomando el sol. Si no tendremos sexo aunque sea nos divertiremos- dijo él. Dionisio nos seguía riendo.

- esta bien, entraré al agua pero bajame.

- no, así no es divertido- dijo y me lanzo al agua. Caí en esta y cuando pude salir a la superficie él y Dionisio reían a carcajadas. Maldito par.

Tengo su sello ¤Laberinto de Secretos¤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora