Y cuando te fuiste, sentí que una parte de mi se había muerto en esa despedida...
(No me hago cargo de traumas luego en los próximos capítulos).
Conduje todo el camino a la casa de Verónica, planeando como descuartizar a un inmortal algo imposible para mi pesar. Estacione detrás del deportivo de ella y salí. Toque la puerta y espere a que me abrieran.
- Quién?- pregunto la voz de Vero tras la puerta.
- soy yo, abre - dije. Escuché los cerrojos quitarse y una morena de cabello largo me abrió - hola vero.
- hola Mati, no me avisaste que vendrías- dijo ella acomodándose al pequeño Vic en su cadera. Tomé a mi ahijado de su cadera y entre a la casa.
- no tenia planeado venir- dije y me senté en el sofa.
- entonces que te hizo cambiar de opinión?
- estaba apunto de matar a alguien si no salía de mí casa- dije encogiendome de hombros.
- a cuál de las gemelas?- pregunto sonriendo.
- a ninguna.
- okay, si no es a las gemelas a quién? Por que te puedo apostar que no es a Leo- dijo.
- obvio no es él. Te había contado del sello que había encontrado en la cadera de Leo, verdad?- pregunté- resulta que hoy apareció la otra mitad de su marca- dije.
- no me jodas, es en serio?- pregunto con los ojos en grande y yo asentí.
- no quiero que él pase por lo mismo que yo Vero, mi hijo no es tan fuerte como lo fui yo en ese momento. Como lo pueden casar cuando tenga apenas quince, es algo que no puedo permitir- dije con los ojos aguados ya.
- Mat, no hay manera de evitarlo? Algo se debe hacer - dijo ella con la preocupación pintada en su rostro- dame un momento - dijo y se levantó del sofá.
La observé hablar con alguien por teléfono y como se movía por toda la sala, mi mente no era capaz de procesar la conversación, así que sólo la veía.
- Ian va a investigar con Braulio, esta bien?- yo asentí más aliviado- Cómo es la chica?
- sí fuera una chica no me preocupara tanto. Es un hombre de veintiocho años, grande muy grande- dije apunto de llorar.
- grande?- pregunto.
- como te defino grande. Se ve que a durado sus largas horas en el gimnasio, mide como un metro ochenta y algo, barba, ojos verdes fangos y cuerpo de boxeador- dije cada vez más horrorizado.
- y eso me recuerda que Leo es...
- pequeño, delgado, un niño de catorce años de edad- observé al pequeño Vic, que jugaba con el borde de mi suéter - cuanto deseara que Leo siguiese así de pequeño.
- Mati, verás que todo se arreglará- dijo ella y yo negué con la cabeza.
- en diez meses se casan.
- tan rapido?- pregunto.
- sí, desde que cumpla los quince años.
- pues Ian se tiene que apresurar- dijo y yo asentí.
Nos quedamos un buen rato en silencio, cuando me hube calmado, me levante y le entregue a Vero al pequeño Vic.
- me iré, tengo que ir a cerrar el cafe.
Hoy es viernes lo que significa que se cierra antes- ella asintió y me marché.Salí a las cinco de la tarde del cafe, cerré todas las puertas y puse candados donde debía. Ya dentro del vehículo me estaba pensando seriamente si debía llegar a casa, pero por el simple hecho de que él espécimen extraño pueda estar con Leo me hace acelerar todo lo que el motor me permite.
Varios minutos después llegue a la casona, estacione el vehículo y salí de él. Abrí la puerta de la entrada y todo estaba en silencio.
- Eleanor, Faith, Leo?- pregunté.
- aquí arriba papá- respondió la voz de Leo.
Subí las escaleras y me adentré a la habitación de él. Lo que vi me dejo helado.
- Qué diablos?- pregunté.
- le estaba enseñando a Tyler mi marca, él posee una igual en su muñeca - dijo Leo con su suéter aún subido.
- Leo bájate el suéter- él así lo hizo y observé al mal nacido que estaba sentado en la cama- Leo donde están tus hermanas y tu padre?
- Eleanor y Faith se escaparon hace como una hora, dijeron que se cansaron de esperarte, papá fue a buscarlas- respondió.
- él te dejo sólo con Tyler?
- sí, él se ofreció- dijo él pequeño. Claro que se ofreció si era un jodido pedofilo.
- Tyler no crees que ya va siendo hora de que te marches?
- papá le ofreció quedarse. Se quedará en la casa de huéspedes - dijo él pequeño balanceándose en sus pies.
- Qué?
- no te enojes papá. Deja de pensar en cosas malas eso me causa dolor de cabeza- dijo él pequeño.
- acaso no ves cosas malas en la mente de Tyler?- pregunté.
- no, no puedo ver ni escuchar nada de lo que pasa por su mente, eso es grandioso- dijo él sonriendo.
- y eso porqué?- le pregunte esta vez a Tyler.
- tengo la capacidad de bloquear mi mente, nadie puede leerla- dijo encogiéndose de hombros.
- muy adecuado no crees- dije y él sonrió.
- no sabes cuanto- dijo.
- pues Tyler, ya es tarde y Leo tiene que estudiar, así que puedes hacer el favor de irte a la casa?- pregunté.
- pudiera, pero le prometí a Leo que lo ayudaría a estudiar sexualidad.
- él no necesita ayuda y si la necesitará puede preguntarme a mi o a su padre- dije.
- papá es incómodo preguntarte ese tipo de cosas, así que le comente a Ty mis dudas- dijo sonrojado.
- Ty?
- sí me gusta- sonrió él niño.
Trate de no pensar en nada malo y contuve las tremendas ganas de asesinarlo. Respiré hondo un par de veces y dije lo más calmado que pude.
- necesito que Tyler salga de la habitación ahora, sin discusión, ni reproche alguno.
- papá...
- ahora mismo Leo- nunca en mi vida le había lanzado una mirada tan severa a mi hijo. Su gesto se desfiguró del temor.
- Ty.Tyler puedes irte, nece.necesito estudiar- dijo él con la voz quebrada y los ojos húmedos.
- no te preocupes Leo, no vemos después- dijo Tyler y beso su frente. Observé como mi "nuero" Me miraba con todo el odio que se pudiera acumular, yo le devolví la misma y espere a que saliera.
- no quería enojarte papá, lo siento tanto...
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Tengo su sello ¤Laberinto de Secretos¤
FantasyNací con una marca o eso quería creer. Ese símbolo decidió por mi lo que sería de mi vida. El sello que tengo grabado en mi cuerpo dice que le pertenezco a él, un ser que solo debería existir en los libros y no en la vida real. Tenía que ser entrega...