31

1K 84 8
                                    

You are my honey moon.

Los dos me observaban atentos dentro del estrecho lugar, yo trataba de que no se me notará cuán nerviosa y asustada me encontraba.

-sí no quieres que se note deja de pensar en ello- dijo Dionisio sonriendo. Me puse inmóvil en el asiento y pregunte por primera vez desde que nos montamos.

- a dónde se supone que vamos?

- vamos al aeropuerto de haí nos iremos a Hawaii mi tierra natal- dijo Jason. Asentí y recoste la cabeza en el cristal.

¡Muy bien! es perfecto iremos a un lugar donde será difícil encontrar lo que ellos dos dejarán de mi cuerpo.

Al salir del avión luego de aterrizar en honolulu, el clima que nos recibió fue el perfecto clima tropical. Respiré aliviada por la sensación cálida que me recorrió. Me deje guiar fuera de el lugar ya que mis tacones no eran precisamente cómodos.

- nunca he entendido la necesidad de utilizar esos instrumentos de muerte- dijo Dionisio con nuestras manos entrelazadas.

- bueno hacen que mis piernas se vean más largas y no me veo tan pequeña.

- no creó que haya necesidad, es bueno que seas pequeña por que nosotros somos altos- dijo Jason, con mi otra mano en la suya. Y efectivamente Jason era alto, tanto así que me dolía el cuello de ver su rostro con todo y mis tacones. Dionisio no era indiferente a esa característica pero tenia un poco de suerte ya que no me daba tortícolis al verlo.

Me ayudaron a ingresar al vehículo y se sentaron uno a cada lado mio. Todo el camino vi hacia el frente deleitandome con la vista otorgada. Todo estaba rodeado de una exuberante vegetación y me encantaba. El hotel no era nada lo contrario, uno hermoso y ostentoso se alzaba frente a nosotros sin perder su toque vegetal.

Nos desmontamos y nos recibieron con cadenas de flores y bailando. Nos llevaron a recepción y mientras ellos se encargaban de la reservasión yo recorría el lugar con la vista.

-te gusta?- gire mi rostro y observé al perteneciente de la pregunta.

- sí, me encanta- le sonreí al joven muchacho de ojos verdes y cabello revuelto.

- vienes de vacaciones con amigas?- pregunto.

- no, viene de luna de miel- él chico observó confundido a Dionisio y a Jason que estaban a mi lado, luego me observó a mi como preguntando si era cierto.

-sí vengo de luna de miel.

- oh que bien, y cuál de los dos es el esposo?- pregunto con un falso tono de felicidad que era detectable a kilómetros.

- los dos- y no se porque le aclaré eso pero verle la mueca de sorpresa que puso valía la pena. Creo que podré divertirme a costa de este matrimonio y más con las personas de mentes cerradas.

- ehhh no creo que eso sea posible- dijo él chico. Enseñe mi mano con el anillo de casada y luego tome la de Dionisio y la de Jason y se la mostré. El horror que mostró su cara fue épica y más cuando salió corriendo mientras decía que las personas todos los días están más locas.

- hay más de esos aquí?- pregunté aún viendo por donde se había ido el chico con una gran sonrisa plasmada en mi cara.

- con mentalidades no tan abiertas?- pregunto Jason y yo asentí- sí no todos piensan como nosotros.

- genial ya se con que me divertire aquí - dije juntando mis manos. Me giré y observé a los dos grandes hombres- nos quedaremos la vida entera aquí, tengo que ir a asustar a los nativos.

- te estás divirtiendo?- pregunto de manera cómica Dionisio.

- sí- los dos a la vez negaron con la cabeza y sonrieron, dándome así la razón de porque eran mejores amigos por que joder hacen todo igual.

Nos llevaron las maletas a una suite presidencial muy al estilo hollywood en la playa.

-me gusta- dije. Observé la enorme cama que podía jurar me estaba llamando a ella. Me quite los tacos con los mismos pies y me mandé a correr a ella. Me lance y una suavidad con muchos almohadones me recibieron- esto es el cielo- dije, hundiendo mi cara en las sábanas con olor a pétalos.

- tienes sueño?- pregunto Dionisio.

- el vuelo fue muy largo, así que si- me levante de la cama, me acerqué a mi maleta y me puse a buscar una bata de dormir dentro de ella. Cuando la tenia en la mano me acerqué al baño y tome un toalla del pasillo. Cerré la puerta, me desnude y adentré en la cálida cascada de agua artificial.

Mi cuerpo se relajo a pesar de el dolor que me embargaba el cuello horas antes. Salí minutos después del baño lista para dormir. Pase por al lado de los dos que esperaban en la entrada de este y me volví a tirar en la cama, me abrigue y efectivamente como sospechaba caí en un profundo y relajante sueño hawaiano.

Cuando me desperte apenas el sol estaba saliendo. Dos cuerpos calientes se encontraban a cada extremo del mio. Ya antes había visto el desnudo ser de Dionisio que seguía sorprendiéndome cada día mas, pero el de Jason era caso aparte, con ropa se veía claramente cuán grande era pero sin ella era un deleite para los ojos.

Me separe de los dos y baje de la cama. Abrí la puerta para salir al balcón y me apoye en la barandilla. Observé el sol chocando con las olas de la playa causando un hermoso anaranjado. Personas ya estaban en el agua la cual podía apostar estaba helada.

Respiré el aire puro que el lugar me brindaba. Volví dentro de la habitación y busque en mi maleta un bikini verde agua. Entre al baño y me tome una rapida ducha, me puse este y me observé en el espejo, mi cabello estaba ordenado y mi cara no se veía tan mal.

Cuando salí los dos especímenes estaban despiertos y esta vez si con boxers.

-aprendan a dormir vestidos- dije sentándome en uno de los sofas y untando crema en mis piernas.

Tengo su sello ¤Laberinto de Secretos¤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora