No hay peor tortura que la que me proporcionan sus manos.
Cuando me levante el sol ya se había puesto. Luke se encontraba fuera del vehículo fumando un cigarrillo. Mire a mi alrededor pero no reconocí el lugar. Baje el cristal y le hable.
- Dónde nos encontramos?
-crusamos la frontera. Ya no nos encontramos en Italia, eslovenia más específicamente- tiro su cigarrillo al piso y de giró- sabes que me debes unas vacaciones, verdad?
- prometo pagarte todo esto cuando estemos lo suficiente lejos para que él no me encuentre, no estaré tranquilo hasta estar a miles de kilómetros de su radar. No me puedo permitir que me encuentre, aunque es casi, no es literalmente imposible que no me encuentre- dije molesto.
- y eso porqué?- pregunto recostado en el capó de la camioneta. Salí del vehículo y vi a mi alrededor.
- te dije alguna vez quien era mi suegro?- le pregunte y él negó con la cabeza- pues no te caigas al piso cuando lo sepas. Es- señale al piso, tratando de que comprendiera. Él me observó confundido por un rato hasta que se cayó del capó y me vio con ojos estupefactos.
- me estas jodiendo?
- eso quisiera- dije soltando un suspiro cansado.
- te casaste con el hijo del diab. De ese?
- que sí, la muerte mas específicamente. Cambiemos de tema mentarlo mucho no es muy satisfactorio para mi- le dije.
- y eso porqué?- pregunto. Rodé los ojos y lo observé.
- por que no
- como quieras.
-oye Luke, alguna vez te casaste?- le pregunte.
- no, soy más del tipo soltero- dijo encogiéndose de hombros.
Lo observé de arriba a bajo y no entiendo como alguien no lo ató, si este tipo emana sexo por todos sus puros.
- no te pierdes de mucho la verdad. Puede que lo bueno fuera que puedes tener sexo seguro todos lo días en cualquier lugar, pero cuando tu pareja empieza a dominar en tu vida, todo se vuelve un fastidio.
- lo dices por experiencia propia?- pregunto.
- creo que si. Mi matrimonio era perfecto y el sexo era el cielo, pero Julián ama dominar y yo nunca he sido un Sumiso, por lo tanto teníamos varios encontronazos. Este fue el peor- dije viendo mi abultada barriga que pesaba demasiado- ahora mismo debe de estar arrastrando medio mundo detrás de mi.
- eso crees?
- lo apuesto.
Narra Eleanor.
Apoye mi cabeza de nuevo en la almohada, conteniendo las indudables ganas de llorar. Observé el techo blanco de mi cuarto, tratando todo lo posible de que esos recuerdos no vuelvan a mi. Mi cuerpo dolía y aun mi mejilla palpitaba por el golpe que Dionisio me había proporcionado.
La noche anterior él había abusado de mi sin contemplación. Aun sentía sus sucias palabras en mis oídos, sus manos recorriendome y cuando lo trate de detener, a él no le importó.
Aun escucho mis gritos al ser penetrada fuertemente, no funciono ninguno de mis débiles intentos de detenerlo.
Me levante de la cama y me acerqué al baño. Abrí la puerta y encendí la luz. Mire mi reflejo en el espejo y me di asco de mi misma.
Mi ojo derecho estaba inflamado, mi labio roto. La marca de su mano estaba en mi mejilla y alrededor de mi cuello. Podía ver los innumerables moratones que recorrían mi cuerpo y contuve el sollozo que estaba por salir.
Cerré mis ojos y ese recuerdo vino a mi y no pude evitarlo.
- prometo que disfrutarás.
- no quiero Dionisio detente - le dije molesta. Sentí sus manos colocarse en mi vestido y como este era desgarrado - para joder- él no me hacía caso y seguía- maldición Dionisio no quiero est.- un fuerte dolor detuvo mi queja. Sentía mi labio sangrar por el golpe que me había dado.
Trate de quitarlo de encima de mi pero su mano envolvió mi cuello, evitando que respirará con facilidad. Su puño derecho se alzó y lo estalló contra mi ojo. Un grito salió de mi y él aprovecho ese momento para quitarse la ropa.
Tomé pequeñas respiraciones tratando de alejarme de él. Su mano me detuvo y abrió mis piernas, trate de alejarlo de mi, pero solo sentí su miembro desgarrarme.
Maldito hijo de puta. Abrí mis ojos y odie que aún quedará marcas de él. La noche anterior eran el doble y por mas rápido que me curará, ellas no habían desaparecido.
Salí del baño de nuevo y antes de que llegara a la cama la puerta se abrió tras de mi. Todo mi cuerpo se tenso inmediatamente.
- Señora Eleanor, desea pasar a desayunar?- reconocí la voz de una de las chicas de cervidumbre.
- no, tratare de dormir otra vez.
- esta bien, que descanse- no me giré hasta no escuchar la puerta cerrarse.
Solté un suspiro y quite las sábanas de la cama, me adentré en ella y trate de dormirme.
No podía, cada vez que cerraba mis ojos él aparecía para torturarme. Quería llorar como una niña recostada en el estómago de papá, con la mano de Faith en la mía.
Necesitaba a mi padre, necesitaba a mi Faith. Quiero volver a casa. Los extraño tanto...
ESTÁS LEYENDO
Tengo su sello ¤Laberinto de Secretos¤
FantasyNací con una marca o eso quería creer. Ese símbolo decidió por mi lo que sería de mi vida. El sello que tengo grabado en mi cuerpo dice que le pertenezco a él, un ser que solo debería existir en los libros y no en la vida real. Tenía que ser entrega...