Cuesta mucho creer que llegué al final de éste libro.
Sin duda alguna, Búsqueda en el Infierno ha sido la mejor y más complicada historia que he escrito hasta la fecha. Hubo veces en que creí que nunca llegaría a terminarlo, no solo por la magnitud y profundidad del libro en sí, sino también por lo difícil que se volvió conforme tomaba forma. Me estanqué en una ocasión por varios meses, sin saber cómo avanzar. No tuve este problema con El Clan del Fuego, ya que por motivos de la edad y circunstancias de la vida, resulto ser un libro mucho más simple. Es por eso que al estar ahora escribiendo estas últimas páginas, no puedo evitar sentirme feliz y orgulloso del enorme trabajo que realicé.
Comencé a escribir Búsqueda en el Infierno a la edad de los dieciséis, un año después de haber terminado El Clan del Fuego. Lo empecé en enero del 2011 y tarde más de tres años en llegar a su final. Durante todo ese tiempo, conocí mucha gente que género una enorme influencia en mí, mientras que otras personas fueron desapareciendo, conforme las vueltas de la vida nos hacen pasar por ese tipo de cambios. Suele pasar. Por suerte, quienes se quedaron, recompensan dichas ausencias con enormes creces. Ellos lo valen.
Resulta divertido pensar que me demoré tres años y medio en escribir una novela que está ambientada en un periodo de tiempo de poco más de dos semanas. Realmente fue difícil vivir mi vida, por un lado, en el presente y, por el otro, seguir estancado en el 2010, pero sin duda eso tuvo sus cosas buenas. Fue la experiencia de haber vivido tan buenos momentos la parte motora que me ayudó a narrar las aventuras de Pablo Torres y Mía Utierrez. Lo único que esperó es haberle dado justicia a la primera entrega de la saga El Poder del Fuego con esta segunda parte. Bien, habiendo dicho todo esto, pasare a redactar mi parte favorita de cada libro: los agradecimientos.
En primer lugar, y como siempre, esta historia quiero dedicársela a mis padres, quienes nunca dejaron de alentarme en ningún momento de este largo camino. Mamá y papá, ustedes saben cuánto los amo y agradezco a la vida por haberme tocado tan buenos padres.
En segundo lugar, y como quise aclarar al principio, esta novela va dedicada especialmente a mis abuelos: Blanca, Lourdes, Dionisio y Norberto. Ellos saben lo mucho que significan para mí y lo importantes que son.
Siguiendo con la red familiar, paso a nombrar mis increíbles primos Tomás, Sofía, Nuria, Juan Cruz, Natalia y Joaquín. Conforme transcurren los libros, trato de meterlos en la historia al ritmo que puedo. Sé que aún no he alcanzado un balance de igualdad con cada uno (en lo que se refiere a protagonismo), pero no se preocupen: aun me queda mucho por contar. Ya verán.
A mis tíos y tías Fabián, Martin, Miguel, Claudia, Grazia y Paula, quienes están siempre para mí cuando los necesito, de buen humor y con los brazos abiertos.
A mis amigos de toda la vida, del colegio, de la facultad y los de afuera, quienes son como una familia para mí: Nicolás Daraio Rey, Ariel Kamin, Octavio Lo Tenero, Tomás Bóveda, Pedro Montenegro, Jonathan Jurgensen, Matías Ureta, Federico Cimini, Marcel Hoff, Tiago Lima, Lucas Oliveira, Christian Asorey, Nicole Gandsas, Angelina Quintana, Francisco Samson, Federico Labastie, Virginia Zanella, Florencia Barro, Belen Rodríguez, Ludmila Ponce, Marina Roviralta y Oscar Kalb.
Todos ustedes me han acompañado en todo momento durante la escritura de esta novela y de no ser por su incondicional apoyo y aliento, difícilmente hubiera llegado hasta este punto. Por eso y por todo lo demás, les digo ¡gracias! No tienen idea de lo mucho que me alegra tenerlos en mi vida.
******
Muy bien, con ven las aventuras de Pablo Torres han concluido nuevamente. No obstante, eso no significa que hemos llegado al final de su historia: aun le esperan unas cuantas cosas más. Sin duda, pienso tomarme un descanso antes de proponerme a escribir el tercer libro de esta serie. Necesito despejar la cabeza y aclarar las ideas pues el próximo libro es importante y, al igual que me pasó con este, pienso redactarlo con sumo cuidado pues quiero que quede bien. Ténganme paciencia.
Estimado lector, muchísimas gracias por haber llegado hasta esta parte del libro y por haber acompañado al personaje en esta dichosa aventura que le impuse. Disfruté y sufrí mucho escribiendo esta novela y ahora que ha llegado a su fin, me despido de ustedes con la mayor alegría del mundo.
Hasta la próxima vez que nos encontremos,
MATIAS RUIZ ESCALANTE.
12 de julio, 2014.
ESTÁS LEYENDO
Búsqueda en el Infierno
AventuraLa profética Batalla Final entre los centauros y los filitcios ha comenzado y con ella la última dinastía sobrenatural. Luchando por la libertad y la supervivencia de su estirpe, las dos razas se enfrentan por última vez en un combate sangriento y d...