26. Marcus

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Tris

En cuanto Tobías sale de la habitación estiro mis piernas. La sangre sigue saliendo sin parar, yo me arrastro hasta la habitación y tomo la sábana que cubre la cama.

Corto dos largas tiras de tela y las anudo lo más fuerte que puedo a mi pierna creando un torniquete, no puedo sentir mi pierna cuando me levanto.

No puedo apoyar mucho mi pierna así que camino agarrada a la pared. Antes de salir echo un vistazo para evitar encontrarme con otra sorpresa. Al sacar la cabeza por el marco de la puerta no veo a nadie, sin embargo escucho pasos no muy lejos.

Mis opciones son:
*Quedarme aquí esperando que no se les ocurra entrar.
*Salir para tener más opciones para ocultarme.

La respuesta era clara y obvia. Salí corriendo hasta el mostrador y visualice el elevador no muy lejos, me asome al pasillo en busca de alguien, para mi buena suerte no encontré a nadie.

El elevador se abrió de pronto y me di cuenta de que había cometido un error, di media vuelta y comencé a correr en dirección opuesta, no era muy veloz gracias a la bala dentro de mi pierna, pero ahora eso no era importante.

Intente ser rápida, sin embargo una mano me cubrió la boca, y otra me tomo la cintura para levantarme en el aire llevándome al elevador.

Las puertas se cerraron y yo le di una mordida en su mano haciendo que me soltara. Soltó un grito y yo me gire para verlo, era Alex.

-¿Qué demonios haces? Estas con ellos ¿cierto?

-Wow. Calmante un segundo Tris, yo estoy de tu lado. Tobías me envió a buscarte para asegurarse de que estuvieras bien, cuando se abrieron las puertas te vi ¿corriendo?-dijo algo confundido- y entonces vi a un hombre saliendo de una habitación con un arma y me moví lo más rápido que pude.

-Bien pues... Gracias- mi rostro se contrajo al sentir una punzada en mi pierna. Me hizo doblarme.

-Demonios Tris, debo llevarte con alguien pronto.

-Estoy bien, solo hay que sacar la bala.-agache la cara y tome aire, de pronto estaba de nuevo en el aire pues Alex me tenia en sus brazos.-¿Qué cárabo haces? Puedes bajarme.

-No. En cuanto más apoyas tu pie más sangre va a correr, además de que no estoy seguro si la bala perforo alguna arteria importante, necesito que te relajes y trates de dormir.

-¿Cómo me pides que me relaje cuando no se si mi hijo esta bien? -Era muy extraño que me pidiera dormir ¿acaso estaba de nuevo con Jake?

-Solo trata de que tu corazón no este acelerado porque eso hace que te bombee la sangre más rápido y seguirás perdiendo cada vez más.

-Esta bien.-¿Cómo demonios sabía que mi corazón iba rápido? ¿Tenia súper poderes o iba tan fuerte y rápido que se escuchaba desde donde estaba?

-¿Y donde están los demás guardias de seguridad? Se supone que los necesitaba hace una hora.

-Se pusieron a revisar piso por piso y habitación por habitación por si alguien estaba en riesgo.

-Bueno, la chica de recepción los llamo porque estábamos en riesgo.

-Si, pero si escaparon deben de estar en el edificio.

-Vaya racionamiento, te aplaudiría si no me sintiera tan cansada.

-No es para menos. -entonces me dolió el vientre, tanto que grite muy fuerte, incluso creo que me pido oír todo el edificio.- Tris no quiero asustarte pero estas sangrando. ¿Tris? ¡TRIS!

-Estoy bien.-salio del ascensor con gesto desesperado.

-No, no lo estas, ¿Porqué no hay nadie Aqui joder?

-Alex relajante.- podía sentir la sangre entre mis piernas y la de mi pierna chorrear. Si, Alex tenía razón, yo no estaba ni de lejos cerca de bien.

Me doy otra punzada de dolor y quería vomitar, de pronto fue como si el mundo se quedara mudo y estuviera a punto de dormir.

Sentía mi cuerpo como un peso muerto, mis párpados pesaban tanto que no podía continuar con los ojos abiertos. Solo podía ver a Tobías con Zeke en brazos.

Como pude abrí los ojos y vi a Tobías, esos hermosos ojos azules me miraba llenos de preocupación, levante mi mano como pude y acaricie ese rostro del hombre que amaba.

-Cada día te amo más.-Mi voz sonó estrangulada y extremadamente baja, pero aún así sonreí como una tonta. Él estaba pasmado, perecía en shock.

-Yo también te amo Tris. -Entonces sus labios estaban sobre los mios, parecían insistentes y ansiosos, pero algo no se sentía bien, algo estaba mal, no sentía aquella emoción que sentía cada vez que nos besábamos, no había conexión...no había.... Nada.

Me separe de él y suspire, ¿Qué carajo me pasaba?
Esta mañana no había nada mejor que besar a Tobías.... Bueno quizá era lo segundo mejor, primero estaba la sensación de cargar a Zeke. Abrí mis ojos solo un poco esperando que él no notara mis sentimientos, entonces la realidad me abofeteo en la cara y se rió a carcajadas de mi, Alex estaba frente a mi, de verdad que era estúpida, era él quien me cargaba hace dos segundos, ¿Cómo se suponía que habría pasado a brazos de Tobías?

De pronto escuche un grito a lo lejos y mi cuerpo cayo por completo.

TOBÍAS

Por fin llegaron los resultados de Zeke y mi respiración estaba acelerada.

-Bien, aquí se ve que el pequeño Zeke tiene...-la enfermera comenzó a escanear la hoja con la mirada y levanto en rostro cuando miro el final.- Tiene la mejor salud que puede tener un bebé.

-Oh gracias a Dios.- le di un beso en la frente a mi pequeño.

-Lo único extraño es que tiene un piquete de aguja que nosotros en el hospital no le propiciamos, y lo digo porque me encargado de él desde que nació, pero según los examen no tiene nada extraño, lo que me hace pensar en una muestra de sangre. O al menos es lo único que se me ocurre.

-Muy bien, gracias por todo.-me entrego las hojas y dio unos pasos hasta la puerta.

-No tiene que agradecer, recuerde que es mi trabajo. Si se cansa de cargar a Zeky puede pasar a los cuneros o a su nueva habitación es la 15. ¿Necesita algo antes de irme?

-Si. ¿Sabe donde se encuentra la señorita Tris Eaton?

-No, pero de me cinco minutos y se lo averiguo.-salio como rayo y me dejo con Zeke.

Arruye al pequeño Zeke hasta que se termino durmiendo, no lo había dejado dormir hasta conocer de su salud. Me negaba a creer todo lo que Tris y yo hemos vivido tan solo en cuestión de menos de un día.

De ahora en adelante mi prioridad sera encontrar el escondite de Marcus, esta era la ultima vez que le daba una oportunidad de huir, a partir de ahora me volvería un maniaco para encontrarlo.

Mato a aquel guardia sin remordimientos y ahora puso en peligro a mi familia, una cosa es que el y yo tengamos algo pendiente, y otra muy distinta que se meta con Tris y Zeke.













Divergente, Resurrección 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora