31. Quiero a tu hijo

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Tris

Algo en mi se quebró en cuanto cerré esa puerta, y tenia mil ganas de salir y decirle que se quedara conmigo, pero no podía hacerme, ni hacerle eso.

Solamente me deje caer con la espalda contra la puerta mientras lloraba. No podía retenerlo y tampoco podía fingir que ninguno de los dos se había equivocado.

-¿Qué fue todo eso, Tris?-dijo Uriah desde la puerta de su habitación.

-No los sé, pero sé que es bueno para él, si quiere a alguien más ahora es libre.-dije entre sollozos.

-Oh, Tris.-Uriah se sentó junto a mi en el suelo y me estrecho junto a él mientras yo lloraba.- Él volverá, solo sale tiempo.

-No. Tampoco pienso perdonarlo luego de que me mintiera.

-Y tú,¿no le has mentido nunca?-llegue a la parte donde mi cerebro se había negado a entrar.

-Como sea. No quiero saber nada de él, desde hoy lo único en lo que debo pensar es Zeke.

Una cosa era decirlo y otra hacerlo. En cuanto fui con Zeke, me encontré con esos ojos de azul profundo de los que me había enamorado, y si no tenia a Tobías, al menos tendría una parte de él que estaba reflejada en Zeke.

Esa noche no pude dormir, la cara de Tobías mientras le decía esas cosas, se mantenía vivida en mis recuerdos y me hacía preguntarme si había hecho bien.

Dos días después...

Me había enterado por Uriah que Tobías llamaba por la mañana y por la noche para saber como estábamos, lo cual solo era un triste recordatorio de que yo no podía saber nada de él.

-Si te sientes tan mal como te ves, deberias ir a verlo y quitarte todas esa dudas.-dijo Uriah, tratando de convencerme...de nuevo.

-No. Ya todo esta dicho, y sin confianza no hay nada, así que punto.-dijo algo agresiva.-Y si me veo mal, no te preocupes, no tienes que verme.

Parecía una niña con intentos de rebeldía, peor gire la silla y la lleve hasta mi habitación, fue donde me permití volver a llorar sin control.

Zeke parecía triste, o tal vez eran imaginaciones mías, era yo misma tratando de darme excusas para buscar a Tobías.

Dos días después...

-Tobías quiere ver a Zeke, ¿Crees que pueda llevarlo?-me dijo Uriah un tanto nervioso.

-Ya le dije que no es su hijo. ¿Para qué quiere verlo?-dije a gritos sabiendo que Tobías estaba fuera del departamento.

-Vamos, Tris. Eso no lo crees ni tú. Y si no quieres que lo lleve con Tobías, déjeme llevarlo a dar un paseo, el pobre necesita un poco de aire.

-Esta bien, llevarlo a donde te parezca. Solo trata de ser cuidadoso, Jake aun anda suelto. Y traerlo en dos horas, para su hora de comer.

-No hace falta que lo digas, estaremos aquí pronto.-dijo tomado la pañalera y poniéndole una cobija encima.

Tobías

-Gracias por traerlo Uriah. Necesitaba verlo. -dije tomando a Zeke un brazos.

-No hay que agradecer, pero demonios hermano, te vez del horrible. Aunque Tris no se ve mejor.

-¿Cómo esta ella? -dije temiendo lo que dijera sobre ella.

-Pues esta muy mal. Ella se la pasa llorando todo el día y no hace más que hablarle a Zeke de ti. Dime, ¿Qué fue lo que paso entre ustedes?

Divergente, Resurrección 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora