32. Te escoji a ti.

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Tris

Mis ojos se abren con pesadez y el dolor en mi cabeza era insoportable, estoy en mi cama, igual que cuando me acosté a dormir. Por un momento estoy desorientada, pero todo vuelve a mi cabeza de pronto y corro hasta la cuna de mi bebé.

Cuando no lo encuentro, me doy cuenta de que es real. Todo fue real.

Mi cabeza punza, pero mi pierna no protesta cuando corro por el pasillo y bajo en el elevador. En cuanto las puertas se abren salgo corriendo, esperando encontrar a alguien o algo que me diga sobre mi bebé, pero el simplemente se ha ido, la gente en la calle se mueve natural.

-Disculpe, ¿Vio a alguien salir de aquí, con un bebé?-le digo a unas quince personas que me encuentro.

No puedo con la desesperación y me encuentro corriendo por la calle sin saber a donde ir. Miro a todos lados en busca de algo inusual y luego me encuentro yendo directo al edificio donde vive Tobías.

Subo las escaleras a toda prisa y llego hasta el departamento. Toco la puerta con desesperación y fuerza esperando que Tobías este en casa. Cuando la puerta se abre, veo a Emily con cara de haberse levantado hace cinco minutos.

-¿Tris?¿Pasa algo?-dice alerta.

-Quiero hablar con Tobías, ¿puedes llamarlo?-digo concentrándose en Zeke más que en el dolor de la traición de Tobías.

-Él ya no vive aquí, ¿No te lo dijo? Se mudo al piso de arriba y me pidió que me quedara aquí y le informara si alguien extraño venía. No me dio razones, pero es un gran amigo y acepte. Por cierto, ¿cómo sigue Zeke? Tobías dejo su celular el día que me ayudo a mudarme, y luego te respondí, espero no haber causado problemas.-oh, si que lo había hecho, pero ahora solo importaba Zeke.

-No, para nada. ¿Sabes si esta en su departamento?

-No lo sé, luego de lo de Zeke solo lo he visto una vez en el ascensor. Si quieres, y si lo veo, le aviso que lo buscas.

-Gracias Emily, ¿sabes que número de departamento es?

-Creo que es el 24.

-Bien, gracias, nos vemos luego.-corrí a toda prisa hasta el ascensor y subí al siguiente piso y de nuevo toque la puerta hasta que se abrió y hay estaba, no pude detenerme, lo abrace con demasiada fuerza en busca de consuelo.

-Se lo llevaron...-dije dejando salir las lágrimas, y entre sollozos le dije:-Tienen a Zeke...Jake lo tiene.

-¿QUÉ?- gritó, mientras me tomaba de los hombros para luego alejarme de él y ver mi rostro.

-No sé como pasó, yo estaba dormida y luego me apretó el cuello y me estaba rodeada, me dijo que Zeke era mejor opción que yo para obtener una cura contra el daño genético, entonces me golpearon o eso creo que paso y cuando desperté ya no estaba. Necesitó que me ayudes a encontrarlo.-dije tan rápido que necesitaba aire.

-¿Dónde esta Uriah? Tal vez el tiene a Zeke.

-No Uriah se fue a hacer compras y no ha vuelto,- de pronto algo más paso por mi mente, algo que no había notado. - ¿Y si lo capturaron?

-Tenemos que ir a la casa y encontrar alguna pista. Vamos.-cerro la puerta y con su mano en mi espalda me guió hasta el ascensor y aún dentro de este, Tobías no me soltó. No podía parar de llorar y entonces vi el rostro de Tobías sobre en frío y duro metal, parecía cansado con esas ojeras bajo sus ojos y esa barba en su cara, por otro lado estaba bajo de peso y su cara estaba calaverica.

Divergente, Resurrección 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora