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-¿Segura que no quieres ir al cine?, te servirá para dejar de pensar en ellos.

Habla Lily del otro lado de la línea.

-Si estoy segura, te prometo que uno de estos días saldremos juntas, pero hoy no por favor.

Siento como bufa y suspira con fastidio al mismo tiempo.

-Esta bien, pero tendrás que cumplir.

Sonrío a medias.

-No te preocupes, adiós.

Cuelgo la llamada y lanzo el móvil a la cama.

Han pasado dos semanas de la ultima vez que estuve con Ross y con Logan.

Ambos intentando comunicarse conmigo e intentando salir a comer o, a pasear, pero siempre me negué.

Y creo que debía hacerlo.

No he podido dejar de pensar en ninguno de los dos.

Tienen una forma tan especial y diferente de tratarme, que hace que todo esto sea más complicado.

Y estoy segura que pese al poco tiempo que los concozco a ambos, uno de los dos me gusta.

Algo me dice que uno de los dos me gusta, ¿Pero quien?

¿O por qué tan pronto si apenas los conozco?

Bajo las escaleras apenas tocan el timbre de la casa.

Seguramente el cartero, normalmente llega a esta hora del día.

Pero me extraña, porque él debió simplemente dejarla en el buzón como todos los días.

Supuestamente debería estar trabajando, pero solamente en la tienda se necesitaba entregar pedidos que deje a cargo.

Obviamente no dejaría que los trabajadores de la tienda estén ahí todo el día cuando sólo fueron algunos que se ofrecieron a ir ya que pagaría extra por este día, y además sólo estarán hasta las dos de la tarde.

Por lo tanto decidí no ir a trabajar hoy, estas 02 semanas se han basado en duro trabajo y creo merecer un respiro, por lo tanto esa el razón por la que me he dado el día.

Abro la puerta, encontrándome con nada menos que a Ross, pero diferente.

Normalmente viste ropa formal y hoy es una gran excepción, ya que viste con unas converse junto con un vaquero y camisa con tres botones fuera de lugar, negros.

Se veía bastante bien, debo admitirlo.

Dirijo mi vista a sus manos que cargaban una pizza.

Entreabro mis ojos.

¿Cómo sabe que me gusta la pizza? O en otras palabras, la amo.

Sonrío.

-¿No me dejarás pasar?- Dice con gracia.

-Sí, si, lo siento, adelante.

Dejo un espacio entre mi cuerpo y la puerta para que pueda entrar, alzo una ceja.

Es viernes, pensé que estaría trabajando.

-¿Hoy no trabajas?

Pregunto acompañandolo a la cocina a dejar la pizza.

-¿No saludas?

Ruedo mis ojos con gracia y me acerco a él para dejar un beso en su mejilla, pero por si fuera poco mueve su rostro y besa mis labios rápidamente.

Mis mejillas como era de esperar comenzaron arder sin embargo ignoro eso y vuelvo a preguntar lo de hace unos segundos.

-Me di el día libre, quería verte y no estabas en la tienda, me dijeron que estarías aquí y aproveche de que no e comido nada en el día y compre una pizza.

Hasta que tu llegaste | Ross lynch [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora