Extrañamente yo.

Capítulo 1.

Hay muchos tipos de relaciones. Están las que pretenden ser relaciones, las que son un desastre o las que no.

En mi vida "amorosa" he tenido cero parejas. Yo... No soy el estereotipo que tienen de las chicas, sólo soy una simple adolescente que quiere vivir su vida y sí como una marginada. En cierto aspecto.

No me gusta salir y, no es un cliché de "la chica nerd marginada que luego se enamora" No podria ser esa clase de chica, soy solo una chica o eso creo.

La primera vez que me gustó alguien fue un cantante de rock en la televisión. Me siento extraña en ese aspecto, no soy de "enamorarme" de alguien. No es mi estilo o si eso es un estilo.

Salia a mi casa a la escuela, como todos los días. Todo siempre era lo mismo, estar sola de vuelta a mi casa.

-¡Mamá ya me voy! -grité.
-¡Adiós cariño! -gritó ella, desde el baño.

Salí de casa y, como dije, me dirigí a la escuela.

(...)

Allí estaban todos mis compañeros, a los cuales no soportaba. Eran tan vacíos. Mejor dicho son vacíos.

Me senté donde siempre me sentaba, alado de Sophie.

Tiene nombre de rubia hueca, pero no es así. Ella si que es una amiga y, luego aparece Joseph, mi mejor amigo. Nos conocimos hace poco tiempo. Con los dos. Pero aún así ellos son geniales y, sabía muy dentro de mi que jamás me pelearía con ellos. Y ellos también lo sabían.

Joseph y Sophie son novios y se aman mas que los actores en las películas. Su amorío es envidiable, claro, para los que quieren tener alguna clase de relación "perfecta".

-Hola jóvenes. -habló el profesor.
-Hola señor Peterson. -dijimos todos al unísono. Que por cierto, parecíamos unos niños de primaria saludando a la directora. Lo detestaba.

Por cierto... Joe no iba con nosotros ya que él es un año mayor. Si le digo Joe.

El señor Peterson es el profesor literatura.

-Hoy vamos a tener que leer un libro nuevo. -dijo el profesor, mirando los apuntes que tenia.
-Profesor no, por favor. No otro libro. -habló una de las huecas vacías, junto a otra hueca vacía.
-Vamos a leerlo igual. -determinó el Sr. Peterson.

Entró la secretaria de dirección. Le habló algo al oído. Y el profesor asentía.

-Oh bien, bien. -dijo él en voz alta.- Bien chicos. Hoy... -fue interrumpido por el ruido de la puerta, ya que salió la secretaria.- Van a tener un compañero nuevo. No quiero burlas -miró a mis compañeros del fondo.- Ni nada por el estilo ¿okay? -dijo firme.
-Si. -dijimos todos al unísono, otra vez.
-Pasa. -dijo en voz alta.

La puerta se abrió y entró el alumno nuevo.

-Él es Damon. -lo presentó. Él solo miraba sus pies. Que por cierto en ellos tenia unas adidas.
-Damon Albarn. -dijo por lo bajo a el profesor.

Todos escuchamos. Yo me lo quedé mirando, era el primer chico en ésta escuela que realmente era hermoso.

Su pelo era rubio, despeinado. Se vestía como si realmente no le importara. Y su nariz era respingada. Su perfecta nariz.

Se sentó dos asientos adelante nuestros.

-Bien, nosotros leímos libros. Que seguramente los debiste leer. -miró a Damon.
-No lo sé. -comenzó a buscar sus cosas. Yo solo observaba todo.
-Lo vas a ojear. -rió Sophie. La fulmine con la mirada.
-Para empezar, solo estoy mirando a el profesor. -dije indiferente.
-Si... Claro. -dijo irónica. Puse mis ojos en blanco y, continúe mirando la escena.
-¿Entonces lo leíste? -preguntó entusiasmado.
-Si. -afirmó él.