Capítulo 22.

579 57 6
                                    

El timbre sonó, yo no me encontraba en casa, grababa mi cd.

—Hola señora Mitchell ¿se encuentra Megan? —Dijo Damon, no lucía bien, pero de rostro, se veía cansado.
—No, lo siento Damon, ella está con ¿Billie? Si, Billie. —Sonrió mi mamá. Él igual, aunque por dentro sus celos lo carcomían. Él se iba directo a la sala de grabación, porque sabía donde estaba, sabía los movimientos de Billie.

(...)

—Queda genial ¿no? —Me preguntó Billie. Yo le sonreí.
—Está quedando como lo tenía en la cabeza. Ya quiero escucharlo terminado. —Dije feliz, la verdad lo estaba. No podía creer como esto, tan rápido había pasado.

Él dueño de la disquera se encontraba charlando feliz con alguien en la entrada.

—Billie... —Escuché su voz. Si, su voz. No parecía muy animada.
Me voltee rápidamente, era él.
Me levante rápido de mi asiento y corrí, prácticamente, a abrazarlo.
Él me respondió el abrazo.— Te extrañe... —Susurró en mi oído. Yo sonreí.
—¡Tengo un montón de cosas para contarte! —Le dije feliz. Él sonrió de lado, pero sus ojos decían otra cosa.
—¡Que bien! —Fungió estar bien.
—Ella es increíble. —Dijo Billie. Damon le dedicó una sonrisa asesina, pero oculta, que yo sabía que era así, pero Bill no.

¿Otra vez esos celos?

—Que bien, que la pasen genial juntos. —Sonrió falsamente. Y me miró, tenía esa mirada de; “PERRA LOCA”.
Yo hice una mueca, y me voltee a ver la consola. No quería pelear. Menos cuando recién llegaba.

(...)

—¿Así que ahora eres la súper amiga intima de Billie? —Dijo de mala gana.
—¿Eh? —Dije distraída.
—¿También piensas en él? —Fruncio su ceño. Páramos en medio de la calle.
—¿Que te sucede Damon? —Dije enojada.
—¿Que me sucede? Pues, vuelvo de una gira de mierda y, me encuentro con que tu eres la nueva novia de Notman. —Dijo enojado. Lo quedé mirando, ya no estaba enojada.
—Oh... Lo siento Damon. —Fui abrazarlo. Él también lo hizo.
—¿Que lamentas? —Dijo en mi oído.
—Lo de la gira... —Aún no lo soltaba.— Y no soy su novia... —Reí por lo bajo.
—¿En serio? —Nos separamos unos centímetros, él aún seguía con sus manos en espalda.
—En serio. —Sonreí.
—Pues... —Miró hacía bajo.
—Está bien... ¿Me vas a contar porqué fue una mierda? —Levanté una ceja.
—Pues... Estados Unidos, no es precisamente lo que yo llama una ciudad "agradables" —Hizo las comillas. Íbamos caminando abrazados.
—¿Son muy malos? —Dije mirándolo.
—Mmh, no. Sólo que no les gustó nuestra música. —Hizo una mueca de desagrado, al recordar eso.
—Lo siento, pero... Ya les irá mejor. —Sonreí.
—Gracias... Oye... Graham me dijo que te llamé y yo, yo estaba ebrio. Pero si te extrañaba. —Dijo apenado. Reí ante su comentario, vaya... Hasta conocía su voz ebrio.
—No pasa nada. —Lo abracé más.

Hace unos largos meses, jamás abrazaría a alguien así, ni siquiera estaba en mi “lista de sueños”.

Damon hace que eso que cambia, no se vuelva algo que odies.

—Quiero que escuches mi demo. —Le dije.
—Así que... Si hiciste un demo. —Me miró sonriendo.
—Exacto. —Sonreí ampliamente.

Nos fuimos a casa es escuchar el demo. Si escuchar es estar en mi cuarto, besándonos a cada segundo. Entonces si estábamos escuchando el audio.

—Mmmh... —Solté de mi boca.
Damon había vuelto con las hormonas algo alteradas. Reíamos mientras nos besábamos, parecíamos pequeños, no queríamos que mi madre entrara por accidente, por la puerta.
—Te extrañé. —Decia con dificultad, entre besos. Yo sólo sonreía.
—Tambien yo. —Nos acercamos más.
Casi estábamos pegados.

Él puso una mano en mi cintura y, comenzó a pegarme más a su cuerpo.

No me negué, tal vez esto era lo que esperaba cuando volviera.

Éramos más maduros en poco tiempo.

Me apoyó en la cama suavemente, él estaba arriba mío, pero extrañamente no me hacia sentir incómoda.

Sus besos siguieron, hasta llegar a mi cuello, yo reía ante sus besos.

—Damon... —Susurré mientras él hacia su recorrido de besos.
—¿Mmmh? —Respondió él sin mirarme. Se entretenía mordiendo mi oreja, yo reía por lo bajo.
Siguió besando mi cuello, luego volvió a mis labios.
—¿Conociste chicas allá? —Dije. Él bruscamente se separó de mi.
—¿Por qué la pregunta? —Me miró.
—Yo se que no es nada serio lo que somos, no me molesta que salgas con otras chicas. Entiendo. —Miré hacia otro lado.

No, en realidad no entendía, fingía entender. No quería que salga con otras chicas, pero es lo que me tocaba.

—¿Que dices? —Frunció el ceño.
—La verdad... —Nos separamos y nos sentamos, mirándonos seriamente.
—Estuviste hablando mucho con Billie ¿no? —Rió.
—Damon... Te quiero. —Titubie. No era porque dudaba, si no, porque estaba nerviosa, no qEstuviate la respuesta fuese negativa.
—Yo más... —Susurró sonriendo de lado. Se acercó y me beso.

Este “te quiero” era como un te amo. Pero esto era de nosotros, nuestro “te quiero” especial.

(...)

—Quiero que vengas a mi casa mañana, quiero mostrarte algo. —Sonrió.
—¿En serio? Mmmh... Bueno, ¿a que hora? —Sonreí.
—A las tres. —Me besó la mejilla.
—Nos vemos. —Sonreí.
Entonces él se fue. Cerré la puerta con felicidad.

Lo que está pasando en mi cabeza, corazón y estómago. Es una maraña de gatos, en una bolsa.

Damon...

NOTA DE AUTOR:

Perdón la tardanza.

B.Bebés

Extrañamente yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora