Capítulo 47.

422 34 36
                                    

Creo que con solo decir una palabra, él había entendido todo. Pero enojarse conmigo no arreglaba las cosas, porque... yo no tenía la culpa de nada.

Suspiré frustrada.

—Mierda... —susurré, hundiendo mi cara en mis manos.

(…)

Vi a lo lejos como Justine y su banda se preparaban para salir, y justo (porque yo era demasiada obvia para observar a alguien) me miró.

Pero su mirada no decía nada, solo estaba ahí mirandome. Y derrepente sus labios formaron una media sonrisa, porque frente a ella se aproximaba Damon, acercándose para darle un gran beso en sus labios.

¿Entonces no me estaba mirando?

Oh, claro que sí me estaba mirando. Mientras abrazaba a Damon ella me miraba y, sonreía

Era más infantil de lo que creí. Tenía a Damon si fuera un premio que queria ganarme, genial Justine. Pero no quiero sacarle el premio a nadie.

Le sonreí también y con mi mano le di una seña de 'okay'. Vi como fruncía el ceño sin entender muy bien mi sonrisa y mi seña.

Está todo bien Justine. Damon nunca fue mío, porque Damon nunca será de nadie.

(…)

La verdad Elastica era una bomba en el escenario, todos se volvían locos por ellas, en especial por Justine. Era raro que no estuviesen aquí y no les gustase la banda.

Los pocos días que nos quedaban en el festival para tocar, nos la pasamos conociendo restaurantes, pero solo en la madrugada.

Había veces que probabamos sonido sin siquiera haber dormido, porque rock n' roll.

Hoy por ejemplo estábamos toda la banda de Elastica (para mí gran suerte) y toda la banda de Blur (también para mí gran suerte). Es que soy una bendecida de la suerte. Es así.

Yo ignoraba la situación que se estaba dando justo ahora, donde los tortolitos estaban casi (por no decir totalmente) pegados, como si se tratase de abrojos.

¿Acaso no era Damon el que me había besado hace unos cuantos días?

Bueno, parece que eso había quedado en el pasado. Porque esto era casi una sorpresa.

Los días que habían pasado, a Damon no me lo había encontrado ni por casualidad. Y eso era raro, porque él siempre estaba en todas partes, si se trataba de mi.

Pero siempre veía a Alex, Dave y Graham juntos, pero Damon nunca estaba ahí, no al menos cuando yo estaba hablando con ellos. Es como si escapara de mi.

De todas formas sabía que esto iba a suceder, sabía que esto iba a suceder como tantas otras veces.

Yo reía, comía e ignoraba el hecho de que a unos pocos centímetros tenía a los dos, diciéndose cosas al oído y, besandose.

¡CIELOS DAMON! ¡¿QUIÉN TE ENTIENDE?!

Supongo que sí un día ignoras al gran Albarn, luego él te ignoraba, incluso por días.
Pero yo ya no iba a estar esperando a que él se decida, ni tampoco iba a volver al círculo vicioso del cual ambos estábamos acostumbrados. Hoy, hoy iba a cambiar eso.

—¡Vámonos a un bar! —dice Jerry, desde el otro lado de nuestra mesa y, Rich apoyo la moción.
—¿Te apuntas? —me dice Billie. Y yo sin más asiento.
—Pero no me dejes beber. —le digo chistosa. Ambos reímos, nos paramos de ahí y nos fuimos.

Vi de reojo como Damon y Justine nos miraban cuando nos íbamos.

Adiós Damon.

Extrañamente yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora