Capítulo 48.

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El día llegó, el sol estaba tan fuerte que tan solo la luz me daba calor.

Todos estábamos con resaca, y sí, había vuelto a tomar porque... ¿Por qué no?

La habíamos pasado bastante bien, los cinco bailamos en la barra y mesas del lugar. Todos se reían, y algunos nos reconocían, entonces subían a bailar con nosotros. Qué más que bailar era una “especie de baile”.

Hoy era el último día de este lugar, la verdad hasta me había acostumbrado a tanto sol, pero no, era demasiado sol para mí piel suave.

—¡Despierta Megan! —dice Billie y me da un almohadazo.
—¡Yo estoy despierta idiota! —le digo y le lanzo la almohada que él había tirado primero.
—Lo siento. —dijo, y rió. Luego se fue.

Tal vez después de esto, no vuelva a ver a Graham, Alex y Dave ¿Quien sabe?

Iba a ser incómodo, lo cual no tenía sentido, porque varias veces me había peleado con Damon y yo podía estar con ellos, hablar y todo eso.

Pero esta vez era diferente, no sé por qué. Pero sí.

Incluso cuando me dejó plantada adelante de todos en el pub, incluso cuando me dijo que tenía novia, y me volvió a dejar plantada delante de todos.

Era como si le estuviese diciendo adiós, sin emitirle palabra alguna.

Me levanté rápidamente, por suerte había lugares para ducharse, entonces fui. Me cambie y estuve todo el día, tomando fotos de algunos momentos que parecían lindos.

Pero solo era un descanso, porque llegaba nuestro turno de tocar, y así fue como me volví a duchar, me volví a cambiar de ropa para subir al escenario una última vez.

—¿Lista? —me grita Zac desde la batería. A él, el sol no le daba tanto porque estaba un poco lejos de donde sí. Sin embargo, sudaba como loco. Todavía no sé porqué yo no empecé a sudar.

Asiento, dándole un 'okay' con la mano y el bajo empieza a sonar primero, porque la canción iba así.

El público aplaudió eufórico tras la última canción, y no quería bajarme del escenario jamás, nunca más.

Pero debía, aunque en el próximo álbum haremos más giras. Y se va a poner genial.

—Tengo una canción Billie. —le dije, pasando mi brazo sobre su hombro.
—¿En serio? ¿y cómo se llama? —me mira con una ceja en alto.
—Se llama Dalbarn. —le sonrió, pero esa sonrisa se transformó en una carcajada de ambos.
—Adivino, trata sobre un chico rubio que tiene novia. —me dice entre risas, pero todo se acaba cuando Dalbarn aparece ante nosotros.

Nosotros dos nos quedamos viéndolo como si se tratara de un fantasma. Él se encontraba serio mirándonos, en especial, fijamente a mi.

Porque había escuchado lo que habíamos hablado. Menos más que apareció antes y no nos dejó continuar.

—¿Puedo hablarte Megan? —dice en un tono de voz serio.
La sonrisa de Billie y mía se desdibujaron completamente. Saqué mi brazo de alrededor de mi amigo, él me quedó mirando porque no sabía si yo quería estar a solas con Damon o no, y le asentí. Todo estaría bien.

Billie, se fue. No sin antes tocar el hombro de Damon en modo de saludo. Luego se marchó, finalmente.

—¿Qué sucede? —le dije, trate de que las cosas no se pusieran intensas o serias, pero la cara de Damon no me daba otra opción.
—Megan... —acomodó su garganta— nosotros... —hizo una gran pausa en silencio— ¡Maldición! —dijo molesto. Me lo quedé mirando sin entender muy bien de que iba.
—Vamos, somos amigos. No tienes por qué estar nervioso. —le digo, el miraba nervioso a todas partes, como si buscase algo con la mirada.
—Megan, nosotros... nosotros no podemos... —dijo tartamudeando.

Oh, ya sabía de que iba todo esto.

—Damon. —lo interrumpí.— Estuviste genial en el escenario, en serio. —lo dije tan rápido, como si quisiera que se olvidara de lo que quisiera decir. Me acerqué rápidamente a él y lo abracé.

Pero él no me envolvió en un abrazo, seguramente su expresión ahora es de «¿Qué mierda?»

—Damon... —me alejé de él.— lo sé, no podemos... —hice una sonrisa de lado. Aunque no tuviera las mejores ganas de sonreír, había recordado lo buenos momentos. Y vaya que buenos momentos.

Él no sabía si mirarme a los ojos o evitarlos.

Sabía que él se sentía culpable, lo sabía, pero no podía hacer nada.

Extrañamente yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora