Capítulo 40.

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Otro día en el gran mundo comenzaba y yo cada día me volvía más y, más famosa era como una gran masa. La gente me adoraba, pero también otra gente me odiaba.

Hoy tenía que ir a un programa de televisión y, fingir que soy super fabulosa.
Y también hoy a la noche, tenía que ir a tocar a un pub. ¿Y quién se encontraba allí para tocar también? Blur.

De tan solo pensar ver a Damon de nuevo, me hacía poner tan nerviosa.

No es como si no lo hubiese visto en meses, pero hace días no lo veía. No después de aquella vez.

No me llamó, ni él, ni los chicos... algo raro había pasado. Tal vez hoy les pregunte, a Alex o Graham.

(…)

Cuando llegué al pub, mucha gente se abalanzó hacia mi. Como no era una persona con mucha fuerza casi caigo, pero me agarré del brazo de alguien.
Unos cuantos seguridad del lugar trataron de despejar el lugar, al menos para yo saliera por algún hueco y pudiese respirar. Y lo logró, llegué sana y salva a la barra.

Mi banda, no sé dónde se encontraban. Lo único que sabía era que ellos habían venido antes.

Les gustaba tomar algunos tragos antes de subir al escenario, ojalá pudiera ponerme ebria y olvidar, esperen... ¿quién dijo que no podía?

Llamé al barman y le pedí un trago bien fuerte. No estaba acostumbrada a ésto, pero lo hice. El tipo me trajo el trago y sin respirar tomé. El gusto era asqueroso y quemaba, pero en fin, algún día tenía que pasar.

Hice cara de asco, y luego sentía el gusto del alcohol en mi boca, era realmente asqueroso.

De lejos divisé unas gafas, y rezaba en mi interior porque fuera Graham. Y mis plegarias fueron escuchadas.

En cuanto me vio sonrió y se acercó a paso ligero a mi.

—¡Hey! —sonrió ampliamente, y sorpresivamente me abrazó.— ¡Tanto tiempo! —dijo, y deshizo el abrazo.
—Si... —dije, aclarando mi garganta. No debí tomar.— Deberías visitarme si tanto me extrañas. —le dije de mala gana, y la verdad que no sé por qué. Graham era bueno conmigo, seguramente estaba proyectando.
—¡Uy bueno! Lo siento... —dijo en un tono de disculpa, no tan serio.— Prometo hacerlo la próxima. —juró.
Sonreí y lo abracé.
—Perdón... no me siento tan bien. —le dije, y no deshice el abrazo.
—Eh... ¿Megan? —me dijo Graham en el oído.

Estaba como con deleite, no entendía muy bien lo que pasaba y, todo gracias a lo que había tomado.

Demasiado rápido para mi primera vez.

Pero, no era suficiente.

Deshice el abrazo con Graham y, me volteé para pedirle al barman otro trago, el mismo. Que sea fuerte.

—¿Ahora tomas? —escuché una pequeña risa de su parte. Luego él pidió una cerveza.
—Si... ahora soy un adulto ¿no? —le dije graciosa, y tomé de sopetón.— ¡Esto es asqueroso! —le dije y puse cara de asco, él respondió con una sonora risa, lo cual me hizo reír también.
—No deberías tomar tanto si vas a cantar. —me dijo entre risas, luego tomo de la botella de cerveza.
—¡A LA MIERDA! —grité de repente, él se sorprendió y luego comenzó a reír.— ¿Y los demás? —miré al rededor a ver si encontraba alguna cara conocida.
—Deben estar por ahí. —sonrió.— ¿No te dijo Damon? —bebió un trago profundo.—
—¿Qué cosa? —frunci levemente mi ceño.
—Nos vamos de gira otra vez... —suspiró frustrado.— Creo que ya no quiero hacer giras. —volvió a tomar otro trago.
—No... no me dijo. —parpadee varias veces. Me costaba entender más las cosas.

Alguien de la nada tapó mis ojos, y el olor a cigarrillo invadió mi espacio.
Era Alex, sin duda.

—¡Hey! —le dije, y le di un golpe amistoso en el brazo. Él frotó su brazo y rió.
—¿Qué hay? —dijo él, para luego fumar.— Graham no sabía que tomabas whisky... —señaló los vasos que estaban a un lado mío.
—No son míos... —y ví como Graham me señalaba “disimuladamente”.
—¡No puede ser! La pequeña inocente es una alcohólica. —dijo exagerando los ademanes y con una sonrisa grande plasmada en la cara.
—¡Cállate! —reí también.
Alex río, se acercó a la barra y pidió dos cervezas, rápidamente el barman trajo dos y se las entrego abiertas.
—Una para mí, y otra para la pequeña. —me dio una, reí.
—¿Y qué hay de mí? —dijo Graham, fingiendo el tono de ofendido.
—Lo siento mi amor, es hora de dejarme ir. —le palmeó la espalda y los tres comenzamos a reír.

Miré mi botella, creo que no quería cerveza y ni siquiera me habían consultado.

—Creo que no quiero cer... —ví como aquellos dos se acercaban, abrazados de la cintura y riendo. Cómo si todo a su al rededor no existiera, era como una escena en cámara lenta, ojalá alguno de los dos tropiece y caiga.

Rápidamente tomé de mi botella y me volteé. Alex se volteó para mirarme.

—No durarán... —sonrió de lado.
—Pero aún siguen juntos. —respondí para luego beber un largo trago de mi cerveza.

Gracias por la cerveza, Alex.

NOTA DE AUTOR:

Perdón por tardar tanto, acá les dejo otro capítulo.

No tenia celu y blah, blah.

Gracias por leer.

Las quiero ❤

Extrañamente yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora