Extrañamente yo.

Capítulo 2.

-Si, un buen amigo mio. Él toca muy bien la guitarra. -Sonrió, pareciendo recordar a ese amigo suyo.
-Entonces... ¿Nos juntamos alguna vez? -Le dije, algo tímida.
-¡Estaría genial! -Sonrió.
-Bueno, nos vemos. -Lo iba a saludar con el puño. Y él se acercó y depositó un beso en la mejilla. El primer contacto con él, se sentía su perfume, un lindo y perfecto perfume.
-Adiós. -Y se fue.
Yo estaba en la puerta de mi casa, vivo cerca. Entré como siempre. Y me fijé a escondidas por la ventana a ver si, su silueta aún, a lo lejos se veía.
-¿Que haces? -Me susurró sorpresivamente mi mamá en mi oído.
-¡¿Eh?! -Me di vuelta exaltada. Ella sólo rió.- Nada, nada. -La miré con los ojos abiertos bien grandes. Era del susto.
-¿Hay algo interesante ahí afuera? -Sonrió.
-Algo así... -Me alejé tranquilamente.
-¿Alguien? -Levantó una ceja pervertida.
-Algo así... -Dije y reí.

(...)

Estaba en mi cuarto, con lo que sobró de pizza. Escuchando música y balbuceando la canción.

¿Damon Albarn?

"-¿No es muy lindo, para ser real?-"

Tal vez yo estaba alucinando. Y él era producto de mi imaginación.

-O tal vez esto es un sueño. -Fruncí el ceño.

¿Estaba pensando en Damon? Nah... Siempre me pasa cuándo hay alguien lindo o muy atractivo. Pienso días en esa persona y luego se me pasa, pero será difícil ya que él está todo el tiempo con nosotras. Digo en mi clase, está.

(...)

Al día siguiente, siempre me despierto como si estuviese en una fiesta, pero no. Solo me desvelé. Como siempre.

(...)

-Buenos días horrible escuela. -Susurré para mí.
-¡Megan! -Dijo feliz Sophie.
-¡Hey! -Le contesté igual de feliz.
-¿Y como te fue? -Levantó las cejas pervertida.
-¡¿Eh?! -Dije exaltada.
-Hablando de Roma. -Rió. Y atrás nuestro, venia Damon.
-Hola. -Nos saludó.
-¿Todo bien? -Dijo Sophie.
-Algo así. -Sonrió torcido.
-¿Vamos? -Les dije.

Nos fuimos al salón, nos sentamos cada uno en su lugar.

-Luego me voy. -Me susurró.
-¿Por qué? -Le pregunté preocupada.
-Trámites. -Dijo despreocupada. Y yo me despreocupe.
-Oh bien. -Le sonreí y seguí con lo mio.
No pude evitar mirar a mi costado y ver a Damon escribiendo, ya no se había sentado dos asientos delante de nosotras, ahora estaba a mi izquierda. Muy concentrado en lo suyo.

Volví a mirar mi hoja, a ver si me pescaba mirándolo y pensaba cualquier cosa.

-¿Leyeron? -Dijo el Sr. Peterson.
-Si. -Respondimos todos. Aunque creo que solo habían leído como 5 nada más.
-Bien, les daré minutos libres sólo porque hoy se portaron bien. -Sonrió.

Todos sonreímos con él, me gustaba la clase de literatura. Pero a veces quieres tomarte un respiro.

-¿Todo bien? -Se nos acercó Damon.
-Si. -Dijimos las dos al mismo tiempo.
-Van hacer una fiesta ¿quieren ir? -Nos dijo.

Sophie me miró. Sabia que a mi no me gustaban las fiestas. Pero depende de cuál, si es con gente que conozco, sí.

-¿Vamos? -Me miró.
En mi interior quería decir que no me gustaban, pero era él. Como decirle que no, tiene una mirada tierna de cachorrito. Sus ojitos azules.
-Emh, okay. -Sonreí.
Seguramente ahora ella me estará mirando con asombro. Y va a dar más especulaciones.
-¿Cuándo? -Preguntó Sophie.
-El sábado a las 9. -Le respondió él.
-¿Puedo llevar a mi novio? -Dijo con algo de vergüenza.
-Claro. -Sonrió y volvió a su lugar.