BIZZLE - Jelena (adaptada) {TERMINADA}

Capítulo 6 Maraton 5/8 "Si no te mata él, te mato yo".

Aquí me encontraba, tirada en la cama, pensando en un plan para salir de este lugar. Eran las 7:30 am. Demasiado temprano para mi gusto. Sigo insistiendo, ¿Qué clase de internado es este? No se ven clases, parece un hotel de personas millonarias,

Intentaba de no darle vueltas a la cabeza con las palabras que me dijo Caitlin, lucia tan seria que me entro un escalofrió cuando me hablo de esa manera. Esto no puede ser mi culpa, ¿O sí? No, no puede ser. Yo nunca tuve personas que me odien hasta el punto de quererme matar, ¿O sí? Solo había una persona y..

-No Selena, no puede ser él –Susurre para mí, respondiendo a mi pensamiento.

Mi vida estaba hecha un gran desastre, definitivamente.

¿Y qué si, si es mi culpa lo que esta pasado? ¿Y si matan a esos chicos? ¡Dios, mío! Nunca tendré la consciente tranquila, si eso llegara a pasar. Uno leves toques en la puerta hicieron que saliera de mis pensamientos de culpa, ubicándome otra vez en Atlanta, en el internado tirada en una cama,.

Por un momento dude y pensé que esos toques fueron productos de mi imaginación, pero a los pocos segundos volvieron a sonar y no, definitivamente no era mi imaginación, de verdad estaban tocando. Me levante fastidiada de la cama y me acerque a la puerta. Un escalofrió entro por mi cuerpo. Toque la manilla con mis manos temblorosas, no se desde cuando estaba temblando y la gire poco a poco. Cuando tuve una vista clara del pasillo del internado, no vi a nadie, estaba solo. Saque mi cuerpo completamente de la habitación para tener una vista mejor pero no había nada.

-¿Hola? –Grite, no tan alto ni tan bajo,. Lo suficiente para que se escuchara solo en este pasillo.

No recibí repuesta.

Di dos pasos hacia delante y sentí que mi pie derecho tropezó con algo. Baje lentamente la mirada y me encontré una pequeña caja, dude en recogerla, pero al final lo hice.

-¿Hay alguien aquí? –Volví a gritar.

Tampoco recibí una respuesta. Mire la caja curiosa y me di la vuelta para entrar a la habitación. La coloque en mi cama y la observe unos minutos curiosa, ¿Debería de abrirla? «Claro que debes abrirla, si esta en tu habitación es porque es para ti» Escuche a mi consciencia. Me encogí de hombros y termine cogiendo la caja y abriéndola desesperadamente, era tan pequeña como una caja de anillo de compromiso.

Había un papel y debajo de ella una bolsita plástica, contenía algo, pero no se veía porque el papel cubría justamente esa zona. Agarre el papel sin querer ver a aun lo que se encontraba en la bolsa y lo leí:

"Los hijos de puta como Bizzle siempre te disparan de noche, cuando lo único que hay es un médico de guardia novato con un cerebro somnoliento, y yo soy mejor que él, por eso ataco de día y en cualquier momento. ¿Les gusto mi sorpresa a ti y Bizzle? No saben cómo me hubiera encantado que una de esas cuatro balas hubiera entrado en la cabeza de uno de ustedes. Deberían de cuidarse, estoy más cerca de lo que ustedes piensan" –Un querido amigo.

-Mierda –Susurre, mientras agarraba mi teléfono y salía corriendo de la habitación.

Baje las escaleras corriendo, rumbo a la otra torre. Tropezaba y empujaba a las personas, estas me maldecían. Después de correr unos minutos, me encontré frente al lugar que estaba buscando. Trague saliva y luego toque la puerta, no recibía respuesta.

-¡Oh, vamos, abre! –Toque con desesperación.

Al pasar unos minutos más y ver que nadie abría, solté un suspiró de decepción y me empecé a alejar de la torre de los chicos.

Mientras caminaba veía la caja que cargaba en mis manos, ni siquiera note que ya estaba en la sala principal que separa a la torre "A" de la torre "B", subí mi mirada al notar muchas miradas sobres mí. Algunas rubias me veían con ganas de quererme matar, otros se reían y otros me miraban serios y con miedo. ¿Qué mierda?

Note que desde el piso de arriba caían muchos papeles al principio fruncí el ceño, pero cuando una hoja cayó justamente delante de mí, abrí los ojos hasta más no poder.

-¡Dios, mío! ¡No puede ser! -Susurre para mí misma, mientras me agachaba a recoger la bolsa.

No creía lo que estaba viendo. Era una foto de cuando Justin me beso hace un rato atrás. Con el ceño fruncido empecé a mirar más papeles que caían de arriba. No solo había una foto, habían muchas, y todas fueron tomadas en el momento que nos dispararon a mí y Justin, y lo más curioso era que solo había fotos de cuando me beso, estábamos en el piso y él estaba arriba de mí y una donde el me acorralaba.

Escuche que la puerta principal se abrió y todo se quedó en silencio. Tragando saliva me gire para ver qué pasaba y me encontré con una mirada curiosa que me miraba, era Justin y a su lado estaba Caitlin, quien me veía fulminante.

Se sentía mucha tensión aquí, hasta que un papel cayo en la cabeza de Justin haciendo que el frunciera el ceño mientras agarraba el papel. Su mirada se puso oscura al mirar lo que había, su mandíbula se prenso y su puño hizo bola la fotografía, mientras me veía.

Su mirada dejo la mía y subió hasta el piso de arriba, inconscientemente yo también hice lo mismo.

Allí se encontraba un moreno alto con una bolsa grande lanzando las fotos, al percatarse que Justin y yo lo mirábamos, dejo la bolsa en el piso y empezó a correr, Justin lo empezó a seguir.

-¡JUSTIN! -Le grito, Caitlin- ¡JUSTIN VEN AQUI!

Pero Justin no le hizo caso. No sé cómo, ni en qué momento pero yo me encontraba siguiendo a Justin y a ese chico. ¿A dónde iban? ¡Dios, mío! Corren rápido.

Luego de unos minutos más corriendo, Justin logro alcanzarlo y lo acorralo junto a un inmenso árbol,

-¿Quién mierda te crees para tomar esas fotos y regarlas por allí? -Le grito, Justin. El chico trago saliva, más no dijo nada- Habla o en menos de un minuto lo último que veras será mi cara.

-N..no te puedo decir. Señor Bizzle -Le respondió nervioso.

Ummm... "Señor Bizzle" eso sonaba muy gracioso.

-¿No me dirás? -Justin levanto una ceja. El chico negó asustado- Te lo advertí.

Justin se alejó un poco para luego llevar su puño a la nariz del chico. Oí como está crujió, así que supuse que se la partió. Él chico cayó al piso con su mano en su nariz sangrienta. Justin lo levanto por la camisa y lo volvió acorralar del árbol, con su mano derecha le dio un golpe en la cara y luego otro y otro y otro.. ¡Dios, mío! ¡Lo iba a matar!

-¡Justin, para! -Le grite, varias veces, pero me ignoró. Él chico respiraba muy despacio y su cara estaba llena de moretones y sangre.

-¿ME VAS A DECIR? -Le grito, Justin.

-N..no puedo. Él me mata..ma..ta..ria -Aquel chico no podía ni hablar.

-Si no te mata él, te mato yo. Así que habla. -Justin prenso el agarre de su camisa, pero al ver que el chico no respondió, lo soltó y se alejó un poco- ¿Sabías que si te metes conmigo es como meterse con el diablo? Un gánster no perdona y mucho menos si lo quieren joder.

Así que es un gánster... « ¡Por supuesto que lo es, Selena. No seas estúpida!» Me respondió mi consciencia.

-Yo no te quería joder -Se defendió, el chico- El solo me dio una buena cantidad por tirar las fotos, entiéndeme bro.

-¿Cuánto te pagó ese hombro? -Me atreví a preguntar.

-Unos 15.000$ -Abrí mis ojos como plato.

-Es una lástima que no puedas disfrutar de ese dinero.. -Justin sonrió, con malicia.

Él chico intento levantarse, pero Justin se lo impidió. Busco algo en la parte trasera de su cadera y cuando observe que era trague saliva. Una pistola. Saco algo de su bolsillo y lo coloco en la parte delantera de la pistola, era un silenciador. Miro al chico y sonrió.

-Fue un placer conocerte, Jake. -Lo apunto con el arma.

-No, esper.. -Mi cuerpo se estremeció al escuchar un sonido muy leve.

Mire a Justin y este me miraba curioso. Luego lleve mi mirada hacia el chico y todo en mi estómago se revolvió. Él chico estaba tirado en su propio charco de sangre, le había disparado en el centro de toda la frente.

-¡Oh..Di..Dios, mío! ¿Qué has hecho? -Lleve mis manos temblorosa a mi boca, sin nunca apartar la vista del cuerpo sin vida.

-Lo mate, ¿Qué no viste? -Me respondió como si fuera la cosa más normal del mundo. Lo mire como si tuviera tres cabezas.

-¡Oh! No lo noté -Que se note mi sarcasmo.

-No seas sarcástica conmigo, Selena. –Me advirtió.

-No me mandas, ¿Lo recuerdas? –El frunció el ceño.

-¿Quieres terminar como él? –Señalo con su cabeza, hacia el cadáver.

Trague saliva.

-No me harías daño –Lo mire curiosa.

-¿Qué te hace pensar que no? –Me reto.

Bien, no tenía esa respuesta.

-No lo sé. –Me encogí de hombros.

-Eres muy valiente, ¿Sabes? –Se acercó a mí- Pero eso no funciona conmigo.

En el momento que iba a hablar fue interrumpida con la presencia de Caitlin, quien acaba de llegar mirando atentamente el cadáver y a nosotros.

-¡Oh! –Fue lo único que salió de su boca.

-¿Caitlin, qué haces aquí? –Le pregunto Justin, con el ceño fruncido.

-Los seguí, pero al parecer llegue tarde –Nunca quito la mirada del cadáver.

-Sí, algo -Le respondió, Justin. Vi que sacaba algo de su bolsillo, era una cajita. Lo observe atentamente hasta que vi que saco un cigarro y luego un encendedor- Te perdiste de la diversión -Dio una calada a su cigarro.

-¡Oh, mierda! -Me empezó a picar la nariz y en poco segundos ya estaba estornudando.

-¿Te dan alergia lo muertos? -Pregunto Justin, burlándose.

-No, me dan alergia tú y tu maldito cigarro. -Me di la vuelta y empecé a caminar hacia el internado.

-¡OYE, SELENA! -Me llamo, me frene en seco- ¿A dónde vas?

-A un lugar donde esté lejos de ti. -Nunca lo mire, estaba de espalda a él.

-Imposible, ahora tú eres parte de esto. -Sentí un escalofrío.

-¿Que mierda dices? -Me gire y tuve que retroceder, gracias a su cercanía, ¿cuándo se puso detrás de mí?

-Lo que oíste, nena -Coloco un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. Su contacto con mi piel me hizo estremecer. Sabía que estaba sonrojada.- Eres tan linda cuando eres tímida.

¡Oh, vamos rubio! No hagas eso. Pensé. Cuando el paso su pulgar por mi mejilla. No caigas Selena, no lo hagas. Hablo mi consciencia.

-¡Oh! -Lo mire- Y tú te vez tan idiota haciendo el papel de chico amable.

El frunció el ceño y llevo su mano a mi cintura pegándome bruscamente a él.

-Ummm.. Hueles tan bien -Su nariz rozo mi cuello. ¡Dios, mío! Has que tenga autocontrol.

-¿Qué te pasa, Justin? ¿No puedes controlar que te atraigo? -Levante una ceja. Él me soltó rápidamente.

-¿Tu? ¿Atraerme? -Rio- Jamás.

-Sabes que sí, Bieber -Insistí.

-Umm -Me miro de abajo a arriba. Me sentí violada- Tienes un bonito cuerpo, bonitos pechos y bonito culo. Tal vez me atraigas, pero en mi cama.

-Eres un id.. -Caitlin me interrumpió.

-¿Pueden dejar de pelear? Me tienen loca -Se quejó.

-Culpa de tu amigo -Me defendí.

-¿Qué vamos hacer con el cadáver? -Me ignoro, cambiando de tema.

-Dejarlo ahí. Nadie sabrá que fui yo -Dijo Justin, encogiéndose de hombros.- Y tú -Me señalo- ni se te ocurra decir nada, perra.

-Tú me vuelves a decir así y tus dientes lo vas a recoger en el piso. ¿Te queda claro, imbécil?

-Como digas -Se encogió de hombros y se marchó de allí junto a Caitlin.

Los observe alejarse alejarse y luego vi al cadáver del chico, me entro escalofríos y decidí largarme de allí.

El día paso lento y nunca volví a ver a la señora gruñona, ni siquiera sé, que hicieron cuando yo no estaba. Nunca volví a ver a Justin ni a Caitlin. No dejaba de pensar en esos chicos de Ryan, Chirstian y Chaz, ¿Estarán vivo? ¿Qué quiere ese anónimo de mí? ¿Por qué está empeñado a mezclarnos a Justin y a mí?

-¡Selena! ¿Me estas escuchando? –Escuche como Bella se quejaba.

-No, lo siento. –Me disculpe- ¿Qué decías?

-Que no vi a Christian hoy –Dijo tímida. Trague saliva.

-Yo tampoco. –Me encogi de hombros.

-Esas fotos de ti y Bizzle.. ¿Eran ciertas? –Me miro. Yo esquive su mirada y al ver que no respondí, se lo tomo como un "Si"- ¡Oh, Dios mío! ¿Cómo te acercaste a él? Nunca ninguna otra chica, aparte de Caitlin y las chicas con las que folla, se han acercado a él. No me digas que tú y él...

-No, no he tenido sexo con él y nunca lo tendré. –Dije interrumpiéndola.

-Nunca digas nunca –Sonrió, pícaramente- ¿Qué se sentirá hacerlo con él? Es tan malditamente sexy y caliente. ¿Cómo la tendrá?

-¿Eres virgen, verdad? –La mire fijamente. Ella asintió tímidamente- Se te nota, solo una virgen desesperada habla de sexo así. –Levanto una ceja.

-¡Oh, hablo la experta en sexo! –Exclamo.

-No soy experta soy virgen, pero no soy una loca desesperada.

-Como digas –Camino hacia la puerta- Iré por algo dulce, ¿Quieres?

-No gracias, me voy a duchar –Ella asintió y salió.

Me recogí el cabello con un moño alto y me empecé a desvestir. Saque mi camisa, mis zapatos y mi pantalón. Hacia tanto calor que provocaba vivir desnuda. Desabroche mi brasier y sentí como mis pechos me lo agradecían, a veces era incomodo tener brasier. Escuche que la puerta sonó, pero no me gire, sabía que era Bella.

-No pensé que volverías tan rápido –Dije, guardando el brasier en donde estaba mi ropa interior. No recibí respuesta y tampoco me preocupe por volver hablar.

Mi cuerpo se congelo al sentir unas manos frías en mi cintura, Estas subían y bajaban por mi cuerpo. Me mordí la lengua para no gritar. Inconscientemente mis manos cubrieron mis pechos, pero las persona que estaba detrás de mí la retiro y coloco los suyas. ¡DIOS MIO! Estaba tan asustada, ¿Me iban a violar? Imágenes de mi pasado empezaron a pasar por mi mente y las lágrimas se empezaban asomar en mis ojos.

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