Capítulo 28: maratón 8/10 no es bueno tener Justin Bieber de enemigo

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—¿Estas bien? —Escuche la voz de Caitlin, me sorprendí, pero no respondí — ¿quieres hablar?

Negué con la cabeza. Lo que menos quería en este momento era me tuvieran lástima.

—¿Justin en serio creyó que me acosté con otro? —Mire a Caitlin—¿tengo cara de puta?

—En realidad..

Cuando observe como sonrió supe sus intenciones.

—No es momento de tus comentarios, rubia.

—¿Por qué aceptaste ir a su habitación?

La mire.

—¿Cómo sabes que fui a su habitación?

—Iba de paso cuando los vi hablando, me acerque un poco y los oí —respondió.

—Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas.

—Agradece que te oí yo, y no Justin. ¿Qué hace una flacucha como tu aceptando ir a la habitación con un chico?

Iba a responder, pero ella siguió.

—Sino me metí en su conversación, fue porque pensé que eras más astuta. Pensé que ibas a decirle que no, pero no lo hiciste. A mi parecer te tienes merecido lo que te paso.. Por puta.

Abrí los ojos como platos.

—No soy una puta —me acerque a ella.

—¿Por qué mierda aceptaste ir a la habitación de un chico a solas? ¿Qué creías que iban a hacer? ¿Jugar al escondite?

—No me iba a tener sexo con él —gruñí.

—¿Sabes por qué no me agradas? —me señalo, negué con la cabeza— Eres una maldita doble cara, eres sensible, pero aparentas ser dura cuando estas con otras personas. Crees saberlo todo, pero en realidad no sabes nada. Crees que puedes solucionar todo, pero no puedes.

—No entiendo a qué viene esto —dije.

—Si lo entiendes, pero te haces la maldita lenta —su tono de voz subió— ¿Cuándo vas a decidir ser tu misma? —me quede muda, ella río- No serás tú misma por un largo tiempo, ya lo sé. Sabes tan bien como yo que si Justin está contigo es por quién aparentas ser, no por quien eres de verdad.

—Eso no es cierto —me defendí.

—Di lo que te de la maldita gana, pero a la final aunque lo niegues sabes que es así. Siento lástima por mi amigo y las estupideces que va llegar hacer por ti.

—¡Cállate! —Le grite— no eres nadie para juzgarme, la única que persona que me conoce soy yo misma. Tus palabras no me afectan porque sé quién soy, mi conciencia está tranquila —di un paso hacia ella— ¿Sabes qué es lo que pasa? —no respondió— que tu esas celosa, porque cuando fuiste novia de Justin , él no te dio la atención que tu querías. Porque él no te quiso como quizás me quiera a mí, y porque quizás yo sea la mujer que va a estar a su lado el resto de su vida y tu no. Porque estas embaraza de Ryan y sabes que eso termina todas tus posibilidades de volver ser algo de Justin.

No recibí respuesta, a cambio recibí una bofetada. Lo admito, me dolió. Mi cara ya ha sido muy maltratada hoy.

—El día que Justin se acueste con otra aun estando contigo, vas a salir del cuento de hadas en el que estas sumergida y te recodaras de mí. Porque sí hay alguien conoce a Justin de verdad, soy yo.

—Nadie termina de conocer nunca a una persona.

Caitlin bufo.

—Eres mucho más pesada que Cailin, no vale la pena seguir hablando contigo, siempre vas a querer tener la razón. —Paso por un lado tropezando mi hombro— y por cierto.. No tengo que tener sexo con Justin todo el tiempo para complacerlo o para demostrarle que lo quiero. Valórate.

Y sin decir más nada, se marchó. Intenté formular una oración, pero nada salió.

—¿Crees que soy puta? —le pregunte a Bella, como una imbécil sin poder articular las palabras de Caitlin dejo atrapada en mi cabeza.

—No—dijo— es decir, Justin y tu son adolescente es normal tener las hormonas sexuales alborotadas. Créeme que si yo tuviera un novio de caliente como él, lo obligaría a tener sexo cada 30 minutos conmigo.

Arquee una ceja. Ella río.

—Sí, acabo de admitir que tu novio es caliente, aunque no tanto como Christian.

Bufe.

—Ya te encantaría a ti que Christian fuera como Justin.

Cuando ella lo iba a defender, el sonido de un móvil nos distrajo. Ambas miramos hacia el escalón de las gradas, donde se encontraban la camisa de Justin y mi nuevo teléfono.

Mire curiosa a Bella, ¿por qué mi teléfono sonaba? Es decir, es nuevo se supone que nadie tiene mi número, ni siquiera yo me lo sé.

—Creo que deberías ver porque suena —comento Bella.

Asentí y tome el teléfono en mis manos.

En la pantalla se podía observar como alguien estaba llamando, su número estaba registrado y lo que más me sorprendió era el nombre que tenía: Mi Rubio.

Al comienzo fruncí el ceño, pero después capte que esto fue obra de Justin.

Con el pulso temblando deslice la pantalla a "contestar" y lleve el teléfono a mi oreja.

—Tienes 3 malditos minutos para llegar a la habitación de Chance— y sin decir más Justin finalizo la llamada.

Quite el teléfono de mi oreja y lo metí en mi bolsillo, tome la camisa de Justin, después la mano de Bella y empecé a correr hacia la torre de los chicos. En mi mente rezaba que Justin no este o comenta una estupidez.

Antes de entrar a la habitación de Chance tuve que detenerme unos segundos para poder tomar aire. Estaba demasiado nerviosa, mis manos empezaban a sudar.

—¡Para! —Dijo Bella, viendo caminar de un lado a otro— Harás un hueco en el piso.

Ignore sus palabras y deje de caminar. Tome la manilla de la puerta y con poca seguridad la gire.

Entre a la habitación viendo el piso. No quería alzar la mirada, tenía miedo de ver una desgracia. Sentí como Bella tomo mi mano y la apretó, así que lentamente subí la mirada e inmediatamente se clavó en unos ojos miel.

Chance estaba atado a una silla y una camisa tapaba su cara. Justin estaba parado detrás de él, su manos estaban aferradas fuertemente a la parte superior-posterior de la silla. Ryan miraba a Justin mientras negaba con la cabeza, Caitlin miraba todo desde una esquina y Chaz se fumaba un cigarrillo.

La puerta se abrió de golpe, haciéndonos sobresaltar a Bella y a mí.

—¿De qué me perdí? —dijo Christian, entrado.

Nadie le respondió.

—Justin.. No hagas una estupidez —logre decir.

Me observo unos segundos y después quito bruscamente la camisa de la cara de Chance. Cuando mis ojos se conectaron con los suyos retrocedí unos pasos, el pánico e imágenes anteriores se apoderaron de mí. Su cara tenía unos cuantos moretones y, su frente y labios sangraban.

—Quiero que te levantes y le hagas lo que le hiciste hace un momento —Dijo Justin, desatando a Chance.

Abrí los ojos como platos.

—Justin.. —Lo llame.

Me ignoro.

—¡Levántate! —Grito— ¡Golpéala como lo hiciste hace unos minutos!

Chance negó con la cabeza. Justin bufo.

—Ryan.

Ryan se levantó y tomo a Chance, obligándolo a levantarse.

—Ya que no se quiere acercar a ti, te acercaras tu a él. —me hablo Justin.

Inconscientemente negué con la cabeza.

—Caitlin.

En un microsegundo la rubia estaba arrastrándome hacia Chance. Cuando lo tuve a un metro intente retroceder, pero no me dejaron, mis ojos se cristalizaron.

—Golpéala —Volvió a decir Justin. Mire fijamente a Chance— hazlo.

—Justin detente —escuche la voz de Christian.

—Tócala —Sentí un empujón, quede a centímetros de Chance— es toda tuya.

No podía creer las cosas que estaba diciendo Justin, si estoy era una broma, no tiene gracia.

—Justin.. —Susurre, estaba cagada.

—¡Hazlo! —Grito empujando a Chance, eso hizo que el me empujara a mí.

—No lo hare —Hablo por fin, Chance.

—¿Por qué? —Pregunto Justin— hace un momento lo hiciste.

—No lo hare y ya —Repitió.

—¡Eres un maldito cobarde! —le grito— ¡Marica! ¡Eres un marica!

—¡Cierra tu maldita boca, Bieber! —Le respondió.

—Lo haga o no sigues siendo un marica —Siguió.

Todo paso en cámara lenta, observe como Chance levanto su mano y la impacto fuertemente en mi cara. Caí al piso, viendo todo nublado.

—¡Selena! —escuche, pero sin embargo no sabía quién gritaba mi nombre una y otra vez.

Podía ver como Justin golpeaba y le gritaba cosas a Chance. Cerré los ojos fuertemente y los abrí de golpe, veía mejor. Me senté algo incomoda y aturdida en el piso. Observe como Chance estaba tirado en el piso y Justin sentando a horcajadas encima de él, golpeándolo. Los demás solo veían la escena atentamente. Bella intentaba venir a mí, pero Christian no lo dejaba.

Me puse de pies tambaleando y salí de la habitación corriendo. Necesitaba alejarme de ellos, necesitaba estar sola. Quería llorar, quería desahogarme, quería morirme.

Maldito Justin.

Maldito Chance.

Maldito internado.

Maldito mundo.

Entre a mi habitación y le pase seguro a la puerta, luego fui testigo como mi cuerpo se deslizo por ella y cayó al piso. Coloque la cabeza en mis rodillas y llore en silencio.

—No la pasas tan bien como pensé —escuche, levante la cabeza de golpe, sobresaltándome.

Me puse de pies rápidamente y seque mis lágrimas.

—¿Ashley? —Susurre. Cuanto tiempo sin verla, desde el entierro de Carrie.

—La misma.... Selena. —respondió.

Ashley, no lo parecía la Ashley de antes. Estaba más grande, su cabello era oscuro, estaba más alta y delgada.

—¡Oh, por Dios! —corrí hacia ella para abrazarla, pero ella me aparto.

—¡No! —dijo— ¡No quiero que me toques!

—Ashley.. —mi voz se quebró.

—Solo vine para que supieras que estaba viva y bien. —Dijo fríamente— todavía te odio, por tu culpa Carrie está muerta. Nunca te lo perdonare.

—Sabes que no fue mi culpa —me defendí.

—¡Si lo fue! —Grito— tu maldito pasado acabo con nuestra familia. No sabes cuánto lamento llevar de tu sangre, maldita sea quisiera volver a nacer y no tener nada que ver contigo, perra asesina.

Mi mano se estrelló en su mejilla.

—No hables así, respétame.

Ella rio.

—¿Respetarte? —Rio— no es momento de chistes.

Saco un cigarro de su bolsillo, lo encendió y lo llevo a sus labios.

—Fue un placer verte —paso por mi lado, tropezándome— y por cierto, dúchate y tapate esos moretones, te ves como una puta recién saliendo de un trio de sexo duro.

Y entonces me quede allí sin poder articular una palabra o moverme. No lo podía creer, esta no era mi hermana. Ella estaba cambiada y algo me decía que su odio hacia mí, traería una desgracia... Una desgracia que se cobrara en sangre.

Cerré los ojos con fuerza y me tranquilice en unos segundos. Suspire y camine hacia el baño. Intente no verme en el espejo, pero falle. Mi cara estaba a punto de parecerse a la de Barney, por lo moratones que tenía.

Apreté fuertemente el borde del lavamanos y después abrí el grifo para lavar mi cara. Cuando el agua choco con mi el, mi cuerpo se estremeció. La puerta de la habitación se abrió de golpe haciendo pegar un grito ahogado, pero en realidad ahogada quede yo con mi propia saliva cuando observe a Justin mirándome fijamente.

Trague gordo, tanto que me dolió la garganta.

— Selena.. —dijo.

Mis manos se hicieron puños, ¿Cómo se atreve a venir aquí después de lo que provoco?

—¿Qué mierda haces aquí? —Respondí, fría.

—¡Dios mío! —paso las manos por su cara— ¿Estas bien?

Reí sarcásticamente.

—Más que bien, ¿No se me nota? —arquee una ceja.

—No seas sarcástica, no estoy de humor para eso.

—¡Oh! —Camine hacia él— quizás debas acompañarme a donde Chance, así observas en 3D como me golpea y se te suba tu humor.

El negó con la cabeza.

—Eso no debió pasar —Añadió.

—¿Cómo vas a decir eso? —Musite— Tu lo obligaste. ¿Te divierte verme sufrir? —no respondió— ¡Habla!

—¡No me grites!

—Eres un imbécil, Bieber. Maldigo el día en que te conocí.

Su expresión cambio ha asombro triste por unos segundos y luego su gesto fue neutro.

—¡No! —Grito— Yo maldigo el día en que entraste a mi vida, perra. Quizás debas largarte de aquí y no volver.

Sentí mi mano arder cuando choco con su mejilla.

—¡Idiota!

—¡Zorra!

—Eres un cobarde —Señale.

—Tú eres una maldita perra, ¿Por qué mierda fuiste a su habitación? ¿Te lo ibas a follar como follas conmigo?

—Que equivocado eres, Justin. —Reí— nunca fallaría con otra persona estando en una relación, bueno, una supuesta relación. Quizás desde un comienzo me tuve que fijar en Chance y follar con él, en vez ti.

Justin me pego bruscamente de la pared, mientras apretaba fuertemente mis brazos.

—No vuelvas a decir eso o..

—¿O qué? —dije— ¿Me vas a golpear?

Me soltó inmediatamente y se apoyó del lavamanos.

—Nunca te golpearía —Confeso, con los ojos cerrados.

—Tienes razón, quizás contrates a Chaz o Ryan para que lo hagan por ti.... O no, talvez a Chance no? —respondí sin pensar.

—¡Maldita sea! —gruño— Lo siento, ¿Vale? Se supone que él no te debió de pegar, no lo creí capaz estando rodeando de todos nosotros. Eso no estaba en mis planes.

—Ya vez que te equivocaste.

Salí del baño y me senté en la cama, mirando el piso.

—Te dije que lo sentía —escuche la voz de Justin— Estaba molesto, no puedo imaginar a otro tocando lo que es mío, y menos cuando es encontrar de su voluntad.

Alce la mirada. No tenía caso seguir discutiendo.

—Está bien. —me ignoro, y siguió.

—Estaba demasiado molesto, tenía miedo de que te pudiera haber hecho algo, y si lo hubiera hecho no me lo perdonaría. Lo siento, no soy perfecto, cuando estoy molesto no me importa mi alrededor, solo ataco y ya.

—Está bien, Justin. —Volví a decir— Te dis..culpo.

Maldita voz.

Observe como se puso de ahorcajada en el piso, justamente enfrente de mí. Su mano toco mi mejilla y luego mi labio hinchado, cerré los ojos por su contacto.

—Perdóname por lo dije hace unos minutos, no quería insultarte —admitió.

—Yo tampoco —Lo mire atentamente— el día que te conocí mi vida cambio y nunca me arrepentiría de conocerte. De ser necesario lo haría una y otra vez.

Alzo un poco su cuerpo y acerco su cara a la mía. Era imposible evitar sentir emoción en la barriga cuando su respiración chocaba de mi piel. Lo vi acercarse lentamente, por instinto cerré los ojos y medio abrí los labios esperando por el beso, pero nunca paso.

Escucho como Justin rio, así que abrí los ojos de golpes.

—Te mueres por besarme, ¿no? —rio.

Lo golpee en el hombro.

—Imbécil.

—Tu imbécil.

—Solo mío —Pase mis brazos por sus hombros para acercarlo a mí.

—Déjame quitarte el dolor y hacerte olvidar este día. —Susurro, rozando mis labios.

—¡Por favor! –Le rogué, lateralmente— Hazme que me olvide todo, solo como tú sabes hacerlo.
—Sera un placer —Se levantó del piso y me acostó en la cama, para luego acomodarse encima de mí— Quiero escuchar respiraciones que definen el
placer.

No quiero palabras, quiero acciones.

Acerque sus labios a los míos y lo bese desesperadamente. Justin levanto un poco de mí y empezó a subir mi camisa, hasta que la saco por completo. No hacía falta que le quitara la suya, no tenía.

—Asegúrame que de verdad eres mi mujer —Siseo.

—Con gusto lo hare.

Empezó a besarme desde mi boca hasta mis pechos y luego se devolvía. Cerré los ojos disfrutando del placer que sentía cuando Justin me besaba, pero no dure mucho así, ya que el paro.

—¿Qué pasa? —pregunte cuando abrí los ojos y me di cuenta que Justin veía hacia un punto fijo.

No respondió, se quitó de encima mío y camino hasta una esquina de la habitación. Me puse de pies y camine hacia él con el ceño fruncido.

—¿Qué pasa? —Volví a preguntar.

—Alguien nos está espiando —Musito, mi corazón se paralizo.

—¿Qué quieres decir?

Revolvió unas cuentas cosas de la mesa en la cual Bella colocaba sus cosas y saco una pequeña cámara.

—Exactamente lo que quiero decir —Respondió, mirando el aparato— Alguien entro aquí y coloco esto.

—Eso es imposible —Afirme— al menos que.. mierda.

—¿Al menos que, qué?

—Cuando llegue a la habitación, Ashley estaba aquí.

—¿Ashley? —Me miro confundido— ¿Tu hermana?

Asentí.

—Mierda —Murmuro.

Lanzo el aparato al piso y lo piso fuertemente, haciendo que este se partiera en mil pedazos.

—Ella me odia y hará lo que sea para verme mal.

Justin rio, lo mire mal.

—No te rías, esto es serio.

—No seas dramática. Es una niña, ¿Qué puede hacer?

—Ashley está dispuesta a vengarse de mi por la muerte de Carrie y estoy segura que no le dolerá meterme una bala en el corazón.

Esas últimas palabras hicieron que tragar saliva.

—No dejare que te haga nada. —Me abrazo— te aseguro que a mí tampoco me dolerá meterle una bala en la cabeza si te hace algo.

Me separe bruscamente de él.

—No puedes hacerle daño —Dije aterrada— es mi hermana.

—Por mi madre que no es bueno tener Justin Bieber de enemigo —Dijo fríamente— si ella sabe lo que le conviene, es mejor que no se meta contigo —Agarro mi cara— matare a todos los que te hagan o intenten hacerte daño.

—Tengo miedo, Justin. Ningún lugar es seguro, nadie es de confianza. —admití.

—No necesitamos de nadie para mantenernos a salvo. Podemos con esto y mucho más.

Asentí.

—Ella está muy cambiada. Tengo malos presentimientos desde que la vi, van a venir muchas cosas malas. Desde que llegue a este internado es como si supiera que tengo mi muerte asegurada aquí.

—No digas estupideces —Me dio unos leves sacudones— no te pasara nada, arriesgare mi vida por mantenerte a salvo.

—No me sirve eso, Justin. Te necesito vivo y conmigo, no muerto y lejos de mi.

Suspiro.

—Tranquila —Coloco mi cabeza en su pecho— todo va a estar bien —Beso cabeza.

Sus palabras no me tranquilaban, él sabía tan bien como yo que nada estaba bien. Mi pasado está de regreso y esta vez viene a terminar con una por una de las personas que me importan.

1-15B5O


BIZZLE - Jelena (adaptada) {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora