Capitulo 47 "Todos busquen a Caitlin por la casa, puede estar herida"

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    Caminé de un lado al otro frente al lugar donde estaba parada. Aún en mi cabeza me preguntaba si hice lo correcto en venir aquí y si seré bienvenida en este lugar.

Tome una fuerte respiración y subí mi puño para tocar la puerta. Se escuchaban los pasos de adentro venir esta mí. Estaba nerviosa y era evidente, pues, no dejaba de dar pequeños golpes en mis muslos con las yemas de dedos.

—Ho... —abrió la puerta por completo— ¿ Selena?

—Siento molestar —admití avergonzada.

—No te preocupes, iba a sentarme con Lucy en el jardín para comer algunas golosinas, le encanta el clima soleado de Los Ángeles.

Sonreí cómo respuesta. Ser madre cambió mucho a Caitlin.

—Siéntate por allá —señaló hacia una mesa con sombrilla que estaba en su jardín- iré por Lucy y algo para tomar.

Asentí y camine hacia la mesa a la cual me indico.

Resoplé, mordí mis uñas, jugué con las puntas de mi cabello. Realmente estaba aburrida. Al final termine revisando mi teléfono.

—Siento tardar —dijo Caitlin, colocando una canasta encima de la mesa— Lucy me dejó un no muy lindo trabajo en su pañal.

—No me quiero imaginar siquiera lo que era —dije.

—Con el tiempo te acostumbras —se sentó y puso a Lucy en sus piernas— Hay sodas y golosinas en esa canasta, puedes tomar.

—Vale —revisé la canasta y saque dos soda le pase una a ella y una para mí.

—¿Qué te trae por aquí? —preguntó, dándole algún dulce a Lucy.

Trague saliva.

—Justin me disparó y casi me mata —Caitlin subió rápidamente sus ojos a los míos.

—¿Qué? —dijo sorprendida.

—Ellos estaban... —moje mis labios— haciendo algo de negocios y la policía descubrió eso. El lugar donde se encontraban estaba repleto de policías, cayeron muchos de ellos. Justin salió de un auto plateado junto con Ryan, no sabía que eran ellos, así que les disparé o algo así. Cuando me fije bien que eran ellos me quede paralizada, tanto así, que casi me matan unos de esos terroristas. Luego por impulso sólo los seguí a él y Ryan, pero yo comencé todo, yo los choque primero. Después Justin a mí, casi me deja inocente. Soy muy testaruda y los seguí nuevamente, para mi sorpresa me esperaban todos con sus armas apuntándome. Justin bajo de su auto y se acercó a el mío, ni siquiera miro por la ventana, sólo disparó y disparó —sentí escalofríos al recordar eso.

—¡Dios mío! ¿Estás bien?

Asentí.

—¿Qué te dijo Justin?

—Él no sabía que era yo la del auto —negué con la cabeza— no le creo.

—¿A qué te refieres?

—Él sabía que lo había visto y también sabía que los iba a perseguir, lo sabía. ¿Qué fuera pasado sino me hubiera movido rápido? —tensé mi mandíbula— Justin me quiso matar, pero falló. No soy estúpida.

—No creo que eso sea así, Selena. Sabes que Justin no te haría daño.

Levanté una ceja.

—No ese tipo de daño —corrigió.

—Yo no sé qué creer ya, Caitlin —confesé— A la vez me siento culpable, yo empecé.

—Una cosa es que hagas a creer a Justin que ya no te importa y otra muy distinta es que hagas que te odie —dijo— Si sigues haciendo la segunda opción, ¿sabes que pasará?

—No.

—Él también hará que lo odies y el final que tendrán ustedes, no será un final de cuentos de hadas. El único final que tendrán será una tragedia, están creando un abismo del que no van a poder escapar y la consecuencia de esto será... que él te mate o que tú lo mates a él.

—Entonces deberías prepararte para ir al velorio de uno de los dos, si Justin me hace la guerra, le responderé. Y todo se terminará cuando uno caiga.

—Hija de p.. —miró a Lucy y suspiro— deja de decir esas cosas, no seas imbécil.

—Algo más sucedió con Gabriel —jugué con mis dedos.

—Definitivamente tu vida es emocionante —me pareció sarcasmo sus palabras— Cuéntame.

—Caroline regreso.

—Tienes que estar bromeando.

—Hay que acabar con esta mier... —se quedó callada otra vez.

Sonreí.

—Frente a los niños no se dicen malas palabras. Tome de la soda.

Un sonido poco inusual se escuchó, mire hacia todos lados, pero no observé nada. Trague saliva y mire a Caitlin.

—¿Qué fue eso? —pregunté— dime que lo has escuchado, ¿lo escuchaste?

—Sí, creo que deberíamos entrar —respondió, en su voz se podía escuchar un toque de miedo— Siento un mal presentimiento. Recogeré esto.

—¿Necesitas ayuda? —la miré.

—No con esto, pero si con Lucy. ¿Puedes llevarla adentro?

—¡Claro! —cargue a Lucy en mi brazos— Tía Russo te prepara un chocolate —le dije a la pequeña. Ella sonrió.

Entré a la casa y camine directo a la cocina, realmente esta casa era hermosa.

Coloqué a Lucy en el medio de la mesa de cerámica y busque la leche y chocolate en polvo. Vertí ambos en una taza y empecé a batir a mano, así el chocolate quedaba más delicioso que en la batidora.

—Tata tata —escuché a Lucy. La miré y sonríe.

—¿Qué quieres decir pequeña? —Lucy me miro y rió, no sé por qué, pero rió— La tía Russo tiene cara de payaso, ya lo sé. No te muevas de allí —le ordené.

Caminé hacia donde estaban las vasos para servirle el chocolate. Cuando me di la vuelta escuché gritos. Me moví hasta la ventana y abrí los ojos como platos.

—¡Mierda! —el vaso se cayó de mis manos.

—¡Saca a Lucy de aquí! —gritó Caitlin, mientras forzaba con dos hombres— ¡Sácala! —grito.

Los hombres subieron la mirada hacia la ventana y posaron sus ojos en mí. Trague saliva y tome a Lucy en mis brazos. Corrí hacia el patio trasero con mucha incomodidad y súper aterrada. Pues, tenía a una bebé en mis brazos, mi arma en las caderas y rezaba para que mi celular no se saliera del bolsillo de mi pantalón.

Escuché dos disparos y podía jurar que el corazón se me había paralizado. Existía esa posibilidad que no quería ni pensar.

Pateé la puerta del patio trasero e instantáneamente salí a la calle de la urbanización. No sabían si me estaban siguiendo o simplemente se rindieron, sólo quería colocar a Lucy a salvó.

Después de correr varias cuadras me escondí en los arbustos y árboles que estaban en los jardines de una casa. Coloque a Lucy en la grama y tome aire.

—Necesito que te quedes callada, ¿de acuerdo? —la miré. Mi voz sonaba cortada, estaba agitada.

Lucy empezó a hacer pucheros y sus ojos se empezaron a cristalizar, segundos después estaba llorando a todo pulmón.

—¡No, cariño! —me arrodillé en la grama y la empecé a mecer en mis brazos. No funcionaba— ¡Vamos Lucy, no es buen momento!

Quité una de las pulseras se tenía en mi muñeca y se la entregué, instantáneamente se quedó callada.

—¡Oh! ¡Gracias a Dios! —agradecí que dejó de llorar, mirando al cielo.

En una esquina de la calle un carro negro cruzó rechinando sus neumáticos. Apreté un poco más a Lucy y me baje un poco.

El conductor bajo su vidrió y bajo la velocidad para observar bien el lugar. No pude evitar tragar saliva, sentía mucho pánico. Me baje mucho más y recé en mi mente para que Lucy no llorara.

No sé cuantos minutos habían pasado, pero ya no se escuchaba el auto. Subí un poco la mirada y suspire cuando vi a nadie. Coloque a Lucy en el piso y saque mi teléfono marcando un número desesperadamente.

—¡Justin! —dije agitada. A la mierda el orgullo— Tienes que ayudarme.

—¡Maldita sea! —dijo— ¿Me mandas a la mierda y luego me pides ayuda? ¿Eres una demente bipolar o qué?

Respiré hondo para no mandarlo a la mierda.

—Un auto negro me está persiguiendo, Justin —susurré— y lo peor es que estoy con Lucy, estoy aterrada.

—¿Cómo qué con Lucy? ¿Estás con Caitlin?

Trague saliva.

—Justin, yo...

—¿Estas con Caitlin? —volvió a repetir.

—Estaba con ella, pero todo paso muy rápido.

—¡Mierda! —ahora su tono de voz, era alarmado— ¿Dónde estás?

—Estoy a unas cuadras de la casa de Caitlin y Ryan, estoy muy asustada —miré a Lucy, quien jugaba con mi pulsera.

—Íbamos a la casa de Ryan, estamos cerca. ¿En qué parte estas?

Mire hacia todos lados.

—Hay muchas casas, estoy debajo de un árbol de hojas amarillas, en unos arbustos.

—Es el único de esa cuadra, quédate allí. No te muevas y mantente oculta —sin decir más nada, finalizó la llamada.

Me arrodille nuevamente en el piso junto con Lucy. Moví la pulsera que tenía en sus manos y ella sonrió. Mi corazón se ablando. Era increíble lo inocente que somos de niños, no nos preocupa nada y sólo llorábamos cuando no nos dan un dulce o nos caemos. De grande, nos duele de todo y sufrimos por todo.

La vida es irónica.

Nuevamente los neumáticos de un auto sonaron, ni siquiera vi. Tome a Lucy y me volví a bajar completamente, protegiéndola. Se escuchó como abrieron una de sus puertas y en un microsegundo muchos disparos se empezaron a escuchar.

—¡No! —susurré al borde de las lágrimas. A diferencia de Lucy, ella si empezó a llorar, el sonido la asusto. Cerré los ojos y ore para que esto se acabará.

No lloraba porque quizás iba a morir, lloraba por Lucy. Ella es un ángel, no merece pagar los errores de nadie.

Minutos después otra vez sonaron unos neumáticos alejarse seguidos de disparos. También se escucharon unos pasos venir, apreté más a Lucy. Pero de nada sirvió, la arrancaron de mis brazos. Tome el arma de mi cadera y abrí los ojos rápidamente colocándome de pies, apuntando a donde sentí que la jalaron.

—¡Baja eso! —dijo Ryan, protegiendo a Lucy— ¡Baja eso!

Sentí una mano tocar la mía, la cual sostenía mi arma y como la bajaban poco a poco. Estaba en shock, no estaba en este mundo. No me importo nada y empecé a llorar.

—Tranquila, todo está bien —me abrazó. Lloré en su pecho.

¿Dónde quedo el orgullo? En la mismísima mierda.

—Nada está bien, Justin —lloré— Nada.

—Shhh, no digas nada —acarició mi cabello.

—Se han alejado —escuché la voz de Chaz.

Sentí un jalón por mi brazo, haciendo que me diera la vuelta y me separará bruscamente de Justin.

—¿Dónde está, Caitlin? —me gritó, Ryan.

Mis lágrimas empezaron a salir más rápido.

—¿Dónde está? —gritó, otra vez.

No respondí.

—¡Maldita sea! ¡Dime!

—¡Basta, Ryan! —le gritó Justin— No le grites.

—Pero Justin..

—Pero nada —Justin me tomo de la mano y me empezó a llevar al auto.

Sentí un escalofrió al darme cuenta de la situación. Mire nuestras manos y luego subí la mirada lentamente hasta Rose, quien nos estaba viendo con un gran signo de molestia en su cara.

—Sube —ordenó Justin, abriendo la puerta del copiloto. Hice lo que me pidió.

—Justin allí voy yo —dijo Rose, con un tono de molestia.

—Ocupa uno de los puestos de atrás o vete en el otro auto con Ariana, Christian, Lil, Hailey y Khalil. —le respondió.

Ryan subió a la parte trasera junto con Lucy, y obviamente no podía faltar que me fulminará con la mirada. También en la parte de atrás subió Jaden, Chaz y Alfredo.

—Pero Justin... —pataleó como niña.

Justin cerró la puerta con mucha fuerza.

—¡Vete a la mierda, Rose! —lo escuché decir.

Mentalmente sonreí. Camino hacia la puerta del piloto y subió al auto para sacarnos de allí.

Mire hacia mis piernas, podía jurar que parecía un monstro. Justin quitó la mano de mi muslo y lo coloco en la palanca junto con la suya. Volví a mirar hacia nuestras manos y después subí la mirada lentamente hacia su cara. Estaba concentrado manejando y su mandíbula estaba apretada. Se veía bien.

Recordé lo antes pasado y alejé rápidamente mi mano de la suya.

Él me quiso matar.

Justin frunció el ceño y suspiro. No sé cuándo tiempo había pasado, pero cuando el auto se detuvo sentí muchos nervios. Se empezaron a bajar uno por uno y antes de yo salir tome una fuerte respiración y baje del auto también. Estábamos en la casa de Ryan y Caitlin.

—Mierda —dijo Justin, al ver el desorden que quedó en el jardín.

Ryan iba más adelantado, pero se frenó de repente en toda la puerta.

—Justin... —dijo.

Aunque no me llamaron a mí también, corrí detrás de Justin para ver qué pasaba.

Abrí los ojos como platos al ver sangre.

—Ryan —susurró Ariana llegando a nuestro lado junto con los otros, la fulmine con la mirada— Ryan, dame a Lucy —se la quitó de los brazos.

—No saques conclusiones, Ryan, esta sangre puede ser de uno de los hombres —Ryan asintió no muy convencido— Todos busquen a Caitlin por la casa, puede estar herida —ordenó Justin.

Habían pasado varios minutos desde que todos habían comenzado a buscar a Caitlin por toda la casa, era inmensa y sabíamos que tomaría tiempo... si estaba aquí, claro.

Ryan estaba sentado en el sofá junto con Ariana y Lucy, mientras yo caminaba de un lado a otro frente a él y Justin, quien intentaba tranquilizarlo. No dejaba de comerme las uñas, ya ni tenía.

—¡Ah! —gritaron— ¡Justin!

Los tres corrimos hasta donde sonó el gritó.

Hailey estaba parada frente a una puerta viendo hacia dentro con sus manos en la boca.

—¿Qué pasa, Hailey? —preguntó Justin.

Hailey ni siquiera hablo, sólo señaló hacia dentro.

Justin y yo nos miramos y caminamos despacio hacia la puerta. Me quede estática, mi piernas empezaron a temblar y sentía que me iba a desmayar.

—¿Qué ven? —llegó Ryan a nuestro lado.

Justin y yo ni pudimos responder. Ryan nos apartó y observó lo mismo que nosotros.

—¡No! —grito Ryan— ¡No!

Todos los demás llegaron al lugar.

—¡No! ¡Maldita sea! —gritó Ryan.

Lleve mi mano hasta mi cuello e hice una leve presión allí, sentía que se me iba a salir el corazón.

—Cai... Cai... Caitlin —se escuchó la voz quebrar de Christian.

—¡Bebé, despierta! —entonces me di cuenta que esa era la voz de Ryan y estaba llorando— ¡No Caitlin! ¡No me hagas esto! —gritó— Tenemos una hija y nos íbamos a casar, tenemos que cumplir nuestros proyectos y darle a Lucy todo lo que quiera —lloró— ¡Despierta!

—¡No hermana, no! —ahora grito llorando Christian— ¿Por qué? ¡No! No nos dejes solos a Lucy y a mí.

No aguantaba seguir viendo esa situación. El cuerpo de Caitlin estaba flotando en agua roja al igual que su ropa estaba toda roja, su sangre. Su piel se estaba empezando a poner pálida y sus labios morados.

—No me hagas esto, Cait. No, por favor —ver a Ryan así me partió el corazón. Pero más se partió cuando subí la mirada hasta Justin y observé como dos lagrimas resbalaron por sus mejillas, lagrimas que seco rápidamente. Fue entonces cuando yo empecé a llorar también.

Simplemente no pude aguatar más la situación y corrí hacia otra puerta, no quería que nadie me viera llorar. Entré a una habitación y pegue un grito ahogado. Me arrodillé en el piso y mi cuerpo cayó solo a este, mientras lloraba a todo pulmón, tape mi boca para callar los pequeños gritos que daba. Realmente se sentía feo, muy feo. Mi pecho dolía.

Escuché como la puerta de abrió y se cerró, pero ni siquiera me moleste en mirar quien era. Simplemente seguí llorando. Sentí como me alzaron y me sentaron en la cama, sé que mis lágrimas y subí la mirada hacia Justin.

Sus ojos estaban algo rojos y cristalizados, así que simplemente lo abrace, así como él a mí. Ninguno decía nada, sólo se escuchaban nuestra respiración y pequeños sollozos.

—No tenía que terminar así —dije, minutos después— no. Si yo me fuera quedado esto no hubiera pasado.

—Si tú te fueras quedado, Lucy y tu estarían como Caitin —tomo mi cara con sus manos— Eres un héroe. Salvaste la vida de esa bebé.

—Pero no salve la de Caitlin, Justin —me culpé.

—Esa no era tu decisión. No sabias que eso iba a pasar, hiciste lo correcto.

—Es mi culpa, estoy segura que esos me estaban siguiendo. Yo los traje aquí.

—No es tu culpa, Selena. No sabias que esto iba a suceder.

—Nunca me podré sacar esto de mi conciencia. Nunca me lo perdonaré.

Una lágrima resbaló por la mejilla de Justin, la sequé con mi pulgar.

—¿Sabes? En ocasiones me gustaría volver aquel tiempo donde las cosas eran más simples.

No respondí.

—Nunca pensé en ver a Caitlin en esa situación y mucho menos en Ryan así de destrozado. Me partió el corazón verlo así. Él nunca va a superar esto —bajo su mirada— ¿Qué le dirá a Lucy cuando crezca y pregunte por su madre? ¿Sabes? Hay cosas que duelen por dentro y nadie puede notar. Siento un gran dolor, es como si quisiera explotar dentro de mí.

—Estaré contigo para ayudarte a sanar —tomé su mano— Haremos que todo mejore.

—Me dices que todo mejorará, ¿Pero cuando? Nada cambiará para mí.

El sentimiento de culpa que sentía en este momento era más grande que Júpiter.

—Mi vida es una mierda —dijo— Es como tu dijiste, yo soy una mierda. Me merezco toda la mierda que me pasa —apretó mi mano— Está mañana cuando desperté presentía que algo malo iba a pasar, pero no sabía que exactamente. Cuando estaba haciendo ese negocio y me di cuenta que la policía nos descubrió pensé que ese era mi mal presentimiento, pero no lo fue. Entonces casi te... mato —me miró— y jure que esa mi mal presentimiento. Te iba a matar, __ .

—Jus..

—Pero ese tampoco fue mi mal presentimiento —me interrumpió y continuó— Ahora ya entendí que mi mal presentimiento era esto, uno de nosotros iba a morir.

—Esto es el comienzo del final, Justin. No ha terminado, esto que paso con Caitlin es el comienzo de nuestra destrucción.

—Todo acabo —concluyó él, entendiendo mis palabras— Pero no moriremos sin luchar. Si nos van a matar a todos, será en la pelea.

Sus palabras me dieron escalofríos.

—¿Sabes que pienso ahora? —preguntó.

—¿Qué?

—Si te hubiese matado, yo estaría como Ryan o hasta peor. Quizás me fuera suicidado días después, eso nunca me lo iba a perdonar —volvió a tomar mi cara en sus manos— ¡Perdóname Selena, perdóname! —entonces se quebró frente a mis ojos— No me permito llorar delante de nadie, pero tuvo que pasar esa situación para entender que te amo mucho y que no te quiero perder, ¿En qué me equivoque?

Estaba muda, sorprendía, aterrada, no sabía que decir.

—Pensaba que ya me dabas igual, pero no fue así ni lo será.

—¿Si tanto me querías porque me hiciste daño? —no iba a mezclar una cosa con la otra, no. Ya me cansé de lo mismo.

—Porque soy una mierda —dijo— He estado pensado y... me he dado cuenta que tú me haces feliz. No me dejes ahora, sólo no me digas adiós, no te quiero perder.

Quité sus manos de mi cara y me pare de la cama.

—Dices que no me quieres perder y ni siquiera sabes que es lo que estás haciendo, Justin.

—No soy un tipo perfecto, no puedo ser el típico novio que te dice cuanto te quiere a cada momento, no soy así. Que me calle no significa que no sienta. Nadie nunca se toma la molestia de conocerme, conocerme de verdad.

—Pero es porque tú no dejas que nadie te conozca, Justin. Yo intenté hacerlo, pero ya me cansé. Tu siempre seguirás pensando en tu maldito pasado. Tengo que entender que tengo que dejar ir a las personas que no me permiten seguir adelante y tú eres una de esas, Justin.

—¿Ya no te importo?

—Me importas, pero lo disimuló. Ya no quiero sufrir por un hombre.

—Podemos intentarlo.

—Ahora, realmente no veo una razón para intentarlo.

— Selena....

—Lo siento, Justin. Pero no es el momento para hablar de esto. Acaban de matar a Caitlin y aunque Ryan me odie quiero apoyarlo a él y Lucy.

Caminé hacia la puerta y laabrí para salir.

—Siempre huyes de las situaciones —dijo— eso es cobardía.

—¿Qué —me gire a verlo. Estaba justo detrás de mí.

—Lo que has oído. Espero y no te arrepientas de tu orgullo y decisiones con el tiempo —fue entonces cuando él me dejo a mí con la palabra en la boca y salió de la habitación.    

BIZZLE - Jelena (adaptada) {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora