Somos polos opuesto, nos enamoramos o nos matamos
—Gracias por ayudarme a ordenar todo —le dije a Caitlin, mientras amarraba la bolsa de la basura.
—Espera un momento... esto es de Justin —me giré para verla rápidamente.
Abrí los ojos como plato al ver que tenía el abrigo de Justin en sus manos.
—¿Que? —reí nerviosa— No, eso no es Justin —mentí.
—Lo es —insistió.
—Claro que no, existen miles de abrigos como ese en Los Ángeles.
—¿Sabes por qué insisto que lo es? —camino hacia mí— Este abrigo es traído de Europa y es un obsequio que le entregue a Justin en su cumpleaños veintiuno.
Oh, mierda.
—Vale, es de Justin —me rendí.
—Lo sabía —sonrió— Así que Justin y tu estaban aquí cuando se los llevaron.
Asentí.
—Supongo que no estaban viendo televisión.
—Tampoco estábamos teniendo sexo —me apresuré a decir. Caitlin levanto una ceja— Bueno, no habíamos comenzado —mordí mi labio.
Caitlin rió.
—Ustedes son como dos bolas de atracción sexual, con solo verse ya se están violando en la mente.
Reí.
—Tienes un amigo muy caliente —admití.
Rodo los ojos. Camino hacia donde estaba su bolso y saco algo de el.
—Ten —me pasó un sobre. Lo observé por unos segundos— ¡Ábrelo! ¡Vamos!
Abrí el sobre con mucho cuidado. Pues, era muy lindo y no quería dañarlo.
—¿Que? —dije sorprendida al ver lo que contenía.
-—Quiero que vayas a nuestra boda —dijo feliz.
Casi me ahogo con mi propia saliva.
—Pero... —no salían las palabras de mi boca.
—Hay dos invitaciones, puedes ir con quien quieras. Eso sí, decídete rápido, mi boda es en dos semanas.
—¡Dios mío! ¡Felicidades! —la abrace por impulso. Ella correspondió.
—No pensé que me casaría —admitió— Cuando él me propuso casarnos casi me muero.
Sonreí al imaginarme eso.
—Me alegra que tengas un final feliz —suspiré.
—Justin es una mierda —tomo mis manos— sé que te quiere, no lo dejes ir. Pero, hazlo sufrir un rato, así se dará cuenta que te quiere. Todos los sabemos menos él.
Sentí consuelo al oír sus palabras.
—Gracias —la abrace de nuevo.
—Creo que debo irme —se separó— iré a despertar a Lucy.
Asentí y la observe desaparecer entre las paredes. Mi teléfono vibró encima de la mesa, así que camine hacia el y lo agarre.
—¿Hola? —dije.
—Pensé que no responderías.
—¿Gabriel? —me sorprendí— Pero... ¿De dónde sacaste mi número?
—¿Eso importa?
—No.
—Te quiero ver —dijo.
—Pero me viste hace unas horas.
—Te quiero volver a ver.
—No creo que eso sea posible, tengo que ir al trabajo. Mi jefe me llamo con urgencia.
—Te puedo acompañar y así aprovechamos de comer palomitas.
Reí.
—Que infantil.
—¿Te puedo ver? —insistió.
—Te veo en la cafetería del portugués en una hora. Allí compraremos tus palomitas y luego caminaremos a mi trabajo, ¿te parece?
—Te veré allí. Lleva algo sexy.
—Mi arma es sexy.
—Vale, vale —rió— Te veo en una hora —se escuchó como besó el teléfono y luego finalizó la llamada. Me quede viendo el teléfono torpemente.
—Amiga, quita esa sonrisa de tu cara —la voz de Caitlin me sobresalto— Ya me voy.
Me acerque a ella y a Lucy.
—Adiós preciosa, te veo pronto —besé la cabeza de Lucy, ella rió.
—Le agradas —dijo al ver su hija sonreír— Bueno, ya me voy —me abrazó— Te veo pronto.
Asentí y las acompañe hacia la puerta.
—¡Adiós! —me despedí. Cerré la puerta y me arrecoste de ella. Por instinto mire el reloj y abrí los ojos como platos— ¡Mierda!
Mi ducha duro exactamente media hora y ni hablar de lo apresurada que tuve que vestirme, ni siquiera un maquillaje natural me logre hacer.
Cuando baje hasta el estacionamiento a buscar mi auto, maldije. No me había acordado que lo había dejado en el estacionamiento del trabajo anoche. Tuve que agarrar un taxi y lo peor, el chofer era extranjero, así que básicamente dure mucho tiempo intentando de explicarle cuando me tenía que dar de cambio. Al final me rendí y me baje del auto sin recibir mi cambio.
Cuando llegue a la cafetería, me encontré con Gabriel sentado en una mesa escribiendo algo en su celular. Me tome mi tiempo para observarlo, Dios mío, era demasiado guapo. ¿Será que eso se lleva en la sangre de los Biebers?
—Siento llegar tarde —dije apenada, cuando me acerqué a él.
Gabriel subió la mirada lentamente desde mis pies hasta mi cara y sonrió.
Morí muerta.
—¿Qué se te perdió, guapa?
—Un chico, pero creo que no está aquí. Así que me iré —me di la vuelta. Sentí como Gabriel se colocó rápidamente de pies y me abrazo.
—Aquí está tu chico —dio un beso en mi mejilla.
—La gente nos mira, basta.
—¿La chica que quería dar pornografía gratis en un bar se siente apenada? —se hizo el sorprendido— Wow.
—No seas imbécil.
—Bueno, ya que te tardaste, compré las palomitas yo.
Me soltó y en unos segundos tenía un envase de palomitas en mi mano.
—Es hora de salir de aquí —dijo.
—Estoy de acuerdo.
—Me gusta cómo te ves con el cabello recogido. Tienes un cuello muy deseable —comentó.
—Lo dices porque me quieres follar.
—Y porque también es en serio.
—Más te vale porque mi cuello es lo único que conocerás de mí —lleve algunas palomitas a mi boca.
—Al menos conoceré donde trabaja mi chica misterio —dijo Gabriel, llevándose muchas palomitas a la boca.
—¿Tu chica? —reí— Te encantaría.
—En realidad si me encantaría.
Sentí una mirada intensa en mí, por instinto mire hacia todos lados. El envase de palomitas que estaban en mis manos resbaló de ellas y cayó al piso. La persona sonrió y subió un arma hacia nosotros.
Abrí los ojos como platos.
—¡No! —grité por impulso.
Tome a Gabriel y lo empujé al piso junto conmigo, al mismo tiempo que dos disparos se escucharon y estrellaron contra el vidrio de la tienda que teníamos atrás.
Mi respiración se agitó. Busque desesperadamente por todos lados el cuerpo que nos disparó y lo vi corriendo. Me puse de pies rápidamente y lo comencé a perseguir. Era algo imposible mantenerle el ritmo, pues, las calles estaban llenas de personas correr por el sonido de los disparos.
Debido a la fuerza con la que corría, mis piernas empezaron a correr por si sola. Sabía que si daba llegaba a caer me iba a lesionar e iba hacer una lesión grave, pero no era momento de detenerse.
Observe como cruzo hacia un callejón, así que baje mi velocidad y saque el arma de mis caderas. Me pegue contra la pared y le quite el seguro, respire profundo y me posicione de una vez con vista al callejón. Pero me decepcioné al no observar ni un alma en el oscuro pasillo.
—¡Maldición! —me queje, guardando el arma— ¡Maldición!
Estaba muy molesta y tenía mucha impotencia.
—¡Maldición! —pateé el conteiner de basura.
—¡Dios mío, sí que sabes correr! —dijo Gabriel, llegando al lugar.
—Dios, ¿Estás bien? —toque su cuerpo, recordando los disparos.
—Ahora que me tocas así... —sonrió. Le di un empujón— ¿Tu estas bien?
—Lo estoy —solté el aire.
—No vuelas a hacer eso cuando estés conmigo —me tomo por los brazos— Sé que eres policía y todo eso, pero cuando estés conmigo yo soy quien te protegerá.
—Se protegerme sola.
—Me importa una patata, te protegeré igual.
Mi teléfono vibró en mi bolsillo. Lo lleve a mi oído y ni me dio tiempo de hablar.
—Algo no está bien, Selena —dijo, sonaba angustiado.
—Necesito que te calmes, Austin. ¿Qué quieres decir?
—Ashley está aquí. Declarará en contra de Justin, sus amigos y tú. Contará los hechos de Atlanta y está dispuesta a testificar en contra de Justin por la muerte de Tommy.
—¿Qué? —mis manos empezaron a temblar.
—Estamos jodidos.
Colgué el celular y lleve mi mano temblorosa hasta mi boca. Es así como entendí que de buenas a primera, las cosas cambian, se derrumban y toman otra dirección.
—¿ Selena? —escuché la voz de Gabriel— ¿ Selena? —estaba en shock— ¡ Selena! —me sacudió. Reaccioné.
—¿Qué?
—Estas pálida, ¿Qué pasa?
—Tenemos que llegar a mi trabajo —lo tome del brazo y empecé a jalar de él.
—¿Qué demonios pasa?
—No hay tiempo de explicar.
No estaba tan lejos del trabajo, básicamente el centro de Los Ángeles es todo unido por lo que todo quedaba cerca de todo.
Tomamos un taxi al cual le tuve que mostrar mi placa para que acelerara el auto. Estaba muy aterrada. Sabía que Ashley lo estaba por venganza, por lo sucedido anoche, pero no se lo iba a permitir.
Entre corriendo al edificio y seguidamente al ascensor, me olvide totalmente de Gabriel, pero sabía que él entendería. Cuando el ascensor marco el piso adecuado me apresuré a salir y corrí como una demente a las salas de interrogatorio.
Mi corazón se paralizó cuando vi que en la cámara Gessel estaba Ashley sentada hablando con Vince. Coloque mis manos en el espejo falso e intente relajarme para no desmayarme. Para mi mala suerte, Vince no tenía el micrófono de la sala encendido, así que no podía oír. Sólo observaba sus labios moverse.
Los minutos se me hacían eternos. No dejaba de preguntarme cuanto tiempo han estado allí y que ha dicho Ashley. El dolor de cabeza se hizo presente en este momento y podía jurar que ya no tenía uñas. Cuando Vince se puso de pies y camino hacia la puerta trague saliva.
—¡ Selena! —dijo sorprendido— ¿Cuánto tiempo llevas allí?
—Acabo de llegar —mentí— ¿Qué dijo?
—Habla con ella y después ve a la sala de operaciones especiales.
—Está bien —respondí.
Vince salió del lugar. Mire por el vidrio a Ashley y tome una fuerte respiración para no matarla. Entre a la cámara e inmediatamente Ashley se puso de pies.
—¿Qué haces aquí? —preguntó nerviosa.
—Vienes a mi trabajo para joderme y preguntas que hago aquí... —moje mis labios y camine hacia ella.
—Yo ya termine —tomo su bolso y amenazó con caminar, pero la tome por su hombro derecho y la volví a sentar.
—No, esto apenas acaba de comenzar —dije fría— Y ahora me toca hablar a mí, así que te quedas callada porque ganas de abrir un hueco en tu frente con mi arma no me hace falta.
—No puedes hacer eso.
—No, no puedo. Pero si lo haría nadie lo sabría. Nada se escucha desde este lugar.
Prensó su mandíbula y me miro con odio.
—¿Qué le dijiste a Vince? —pregunté.
No respondió.
—Creo que te hice una pregunta —dije.
Tampoco respondió.
Camine hacia a ella y la empuje con tanta fuerza, que la silla y ella cayeron al suelo. Saque mi arma y le apunte.
—¿Qué haces? —abrió los ojos como plato.
—Haciéndote hablar —quite el seguro— ¿Hablaras?
—¡No le dije nada! —gritó.
—¡No me mientras! —grité.
—Solamente le di el nombre de Justin y otras cosas que no te diré—dijo.
—¿Qué? —no, mierda— ¿Por qué mierda hiciste eso?
—Tú y Justin se pueden ir a la mierda —escupió— Tu jefe sabrá todo y cuando lo haga tú y él se pudrirán en la cárcel.
—Cuando eso pase, nos harás compañía.
—No, yo no soy como ustedes.
—Tienes razón, eres peor. Pero tranquila, el karma existe —guarde el arma y camine hacia la puerta, antes de salir la mire— Tienes un vuelo en la noche para Atlanta, no se te olvide. No me hagas buscarte porque será peor —sin querer seguir allí, me fui.
Estaba muy nerviosa y aterrada.
Nunca me lo imagine, pero quería matar a Ashley. Ella no iba a joderme, he enfrentado personas peores y ella no será la excepción. Si la tenía que matar, lo haría.
—¡Ay, no! —susurré al entrar la sala de operaciones especiales y ver lo que estaba en pantalla grandes.
—¡ Selena! —dijo Vince sonriendo— ¡Que sorpresa! Deberías estar feliz, tu hermanita nos ayudó mucho.
Mis ojos seguían clavados en la pantalla.
—Con tan solo un nombre se sabe todo, ¿no? —sonrió más— La tecnología de hoy en día.
Mi corazón se detuvo.
-—Vine corriendo, lo siento por llegar tarde —dijo sin aliento Austin, llegado a nuestro lado— Mierda —susurró al ver la pantalla que yo veía.
—Estas fotos serán enviadas a agentes especiales —nos miró— los cuales los acompañarán a ustedes a traerme a todos ellos.
—¿Ellos? —gagueó Austin. Ambos estábamos en shock.
Era solo una fotografía, pero de igual manera podía sentir la mirada de Justin penetrante en mí.
—Justin Bieber, Ryan Butler, Chaz Sommer, Caitlin y Christian Beadles —pasó sus brazos por el hombro de Austin y mío— No era tan difícil saber de ellos, ¿ya vieron? Lo aprenderán cuando sean veteranos.
—No tenemos nada para arrestarlos, sólo tenemos a una testigo la cual ni siquiera tiene pruebas —dije. Nunca quite la mirada de las fotos.
—Ahora que veo la cara del chico, Justin, me recuerda a un caso que oí por ahí del asesinato de un chico de tu internado... —dijo. Lo mire— Jake, algo así se llamaba el difunto.
Jake... Cerré los ojos e intente recordar.
"Él chico intento levantarse, pero Justin se lo impidió. Busco algo en la parte trasera de su cadera y cuando observe que era trague saliva. Una pistola. Saco algo de su bolsillo y lo colocó en la parte delantera de la pistola, era un silenciador. Miro al chico y sonrió.
—Fue un placer conocerte, Jake —lo apuntó con el arma.
—No, esper.. —mi cuerpo se estremeció al escuchar un sonido muy leve.
Mire a Justin y este me miraba curioso. Luego lleve mi mirada hacia el chico y todo en mi estómago se revolvió. Él chico estaba tirado en su propio charco de sangre, le había disparado en el centro de toda la frente"
—¡Oh..Di..Dios, mío! ¿Qué has hecho? —lleve mis manos temblorosa a mi boca sin nunca apartar la vista del cuerpo sin vida.
—Lo mate, ¿Qué no viste? —me respondió como si fuera la cosa más normal del mundo. Lo mire como si tuviera tres cabezas." (Cap. 6)
—No recuerdo a nadie llamado así —.mentí.
—Pocos conocían de él, era como dice la juventud hoy en día... ¿Nulo? ¿Cliché? Lo más curioso es que ellos —señalo hacia la pantalla— si lo conocían.
—¿Por qué insistes tanto con ellos? —me atreví a preguntar.
—Porque se reconocer cuando alguien se merece estar muerto o en la cárcel.
—No estoy de acuerdo contigo.
—Nunca has estado de acuerdo conmigo, Selena. Tranquila, tengo algo para ti.
—¿Qué cosa?
—Fueron a buscar a Justin Bieber para interrogarlo o mejor dicho para que tú lo interrogues.
Abrí los ojos como plato.
—Espero que lo hagas bien, te estaremos observando desde afuera. —sonrió y paso por mi lado para salir.
—¿Qué mierda haremos ahora? —dijo Austin.
—Enfrentar la situación.
—Hay un ataque terrorista en la Aduana de armas, planean robarlas —dijo un compañero— ¡Vamos!
Austin y yo salimos corriendo hacia los autos.
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A kilómetros se podían oír los disparos del lugar, ya había policías por todos lados y ni hablar de los que planearon el robo.
Se podía ver como varios hombres sacaban grandes cajas y la colocaban en una camioneta negra, ni siquiera les importaba que allí estuviera la policía apuntándoles. Básicamente ellos los estaban ignorando despreciando su autoridad.
—Austin —lo llamé— no estoy preparada para esto —admití.
—¿Qué quieres decir? Has enfrentado cosas peores, Selena.
—Estoy demasiado distraída.
—Es mejor que te concentres, un mal movimiento y puedes quedar tirada en tu propia sangre.
Suspiré tocando mi cien.
—Tú no entiendes la gravedad de la situación. Si Vince llega a descubrir todo, estamos jodidos.
—Si fuiste lo suficientemente fuerte para hacerlo, tienes que ser lo suficientemente fuerte para dar la cara y enfrentarlo.
—Eso no me ayuda, Austin.
—¡ Selena! —se quejó— Concéntrate, estamos en medio de una fiesta de balas.
Suspiré y mire hacia al frente.
—¿Cuántos crean que sea? —pregunté.
—Espero que no muchos.
—Están sacado un arsenal de aquí —dije, bajando del auto.
—Te cubro —respondió Austin— Vamos.
Me cubrí detrás de una pared y empecé a disparar hacia los hombres. Sus cuerpos empezaban a caer como muñecos de trapo al piso. Corrí hacia un auto y me cubrí ahora en el.
—¡Austin! —grité, cuando vi que un hombre le apuntaba. Antes de que el pudiera disparar yo lo hice primero.
Un auto plateado salió del lugar, sin importarle nada. Empecé a disparar cuando sentí que venía hacia mí, pero cuando estaba cerca pude ver la cara del conductor. Él me miró directamente a los ojos y después siguió de largo Entonces mi arma cayó al piso y yo me quede paralizada.
—¡ Selena! —escuché que gritó Austin, cuando reaccioné y quise girar hacia él. Me cayó encima cubriéndome.
Solté un grito de dolor cuando mi cuerpo se estrelló contra el asfalto.
—¡Mierda! —dijo Austin, levantándose de mi— ¿Qué mierda estabas pensando? —gritó. Me levante lentamente— Una bala venia directo a tu cabeza, creí que tenías ética profesional. No puedes mezclar tu vida personal con el trabajo, te dije que un mal movimiento y estabas muerta. Si no me lanzo encima de ti, estuvie...
—Un auto plateado salió de ahí —dije, interrumpiéndolo.
—Sí, ya lo...
—Era Justin.
—¿Qué? —gritó.
—Yo le disparé —trague saliva.
— Selena, ¿estas segura?
—¡Segura! —recogí mi arma y corrí al auto.
—¡ Selena! ¿A dónde vas?
Ignoré los gritos de Austin y aceleré el auto. No podían estar lejos, los iba a encontrar.
Conduje discretamente por las calles, pero cuando entre a la autopista me volví loca. Iba manejando demasiado arriba del límite, pero no me importaba. Tenía el don para esto, lo practicaba desde pequeña.
Divise el auto plateado a unos metros, así que aceleré aún más. Cuando estuve cerca de ellos, golpeé su parachoques trasero. El auto plateado se movió de manera brusca, pero Justin logró tomar el control de el. Me quite de atrás de ellos y me posicione en su lado. Justi alejo su auto, pero después lo estrelló contra el lado derecho del mío. Perdí el control por unos segundos.
Los vidrios del auto eran polarizados, así que ellos no me podían ver, pero yo si a ellos.
—¡Mierda! —dije, cuando vi que Justin bajo su vidrió y saco un arma.
Aceleré mucho más el auto y cuando estuve al frente de ellos varias balas entraron por el vidrio trasero, partiéndolo en pedazos. Tuve que bajar mi cabeza, así que básicamente no veía exactamente por donde manejaba, pero intentaba mantener el control.
Mi auto recibió un fuerte golpe y mi cabeza pego del volante, quité el pie del acelerador de manera brusca y pise el freno al mismo tiempo que solté el volante. Mi visión se quedó negra por unos segundos.
Mi mirada volvió de manera borrosa y mi cabeza dolía como el infierno. Lleve mi mano hasta la frente y sentí algo mojado. La observé y era sangre. Subí mi mirada y vi que el auto plateado se alejaba, así que volví a pisar el acelerador y los empecé a seguir nuevamente.
Ya no íbamos tan rápido, pues, estábamos entrando en calles pobladas. Justin no dejaba de dar vueltas y ya me estaba cansando. Condujo hasta un estacionamiento o al menos eso parecía. Frené de golpe cuando entré y vi que estaban Christian, Chaz, Jaden, Za, Alfredo, Hailey y... Ariana, apuntado hacia mi auto. Es como si me estuvieran esperando. Obviamente lo estaban haciendo, ellos se comunicaban lo más seguro es que Justin les haya dicho y sabían que de igual manera los seguía.
—¡Baja del auto! —gritó Chaz.
No le hice caso. Mire hacia el auto plateado y vi como Ryan salió del copiloto y Justin del piloto. Este último cargo su arma y camino hacia el auto donde yo estaba.
—¡Baja del auto! —volvió a gritar Chaz.
Tampoco le hice caso, estaba concentrada en Justin.
Cuando Justin estaba frente a mi puerta disparó hacia la ventana, básicamente nos sincronizamos al momento. Pues, cuando vi que él subió su arma hacia la ventana, me lance al piso del auto, era pequeño e incómodo, pero cupe allí.
—Asegúrate que quien quiera que sea este muerto —escuché decir a Justin.
Varios pasos se escucharon y la puerta se abrió.
—Sigue vivo —grito Za, quien fue el que abrió la puerta.
—Termínalo —le respondió Justin.
Escuché como Za quito el seguro de su arma, así que me gire rápidamente. Cuando él vio quien era abrió los ojos platos. Tomo mis pies y me jaló bruscamente. Literalmente quedé sentada en el piso, pero no por mucho, me puse de pies rápidamente.
—Justin... —dijo.
—¿Qué pasa Za? Nunca puedes terminar el traba... —Justin se calló. Subí la mirada del piso a él— Selena...
Estaba en shock, todos lo estaban.
—¿Qué mierda? —dijo Rose.
Justin camino echando humo hacia mí y me pego empujó bruscamente contra el auto, solté un quejido.
—¿Qué mierda estabas intentando hacer? —gritó— ¿Qué mierda te pasa?
No respondí, lo mire directo a los ojos. No estaban miel, estaban oscuros.
—¡Casi te mato! —siguió gritando— ¡Todo el mundo fuera!
—Estoy bien —dije.
—Pero Justin... —se quejó Rose.
—¡Dije que fuera! —le gritó.
Ninguno salió, pero si se alejaron lo suficiente, en realidad mucho. El estacionamiento era inmenso.
—¿Qué mierda te pasa? ¿Por qué me seguiste de esa manera?
—Pensé que eras cuidadoso con tu trabajo, pero no es así—mascullé— ¡Y suéltame, joder!
—¿No entiendes que no sabías que estabas ahí? ¡Casi te mato! ¿Qué hubiera pasado?
—Nada, hubieras ido a mi entierro, ¿no? —lo empujé.
—No es gracioso, Selena.
—Deja el drama Justin —dije.
Estaba aterrada de la situación y de imaginarme que el si me hubiese podido matar, pero no le iba a demostrar nada.
—Somos polos opuesto, nos enamoramos o nos matamos —lo mire— Ya intentamos enamorarnos y no funcionó, supongo que nos queda matarnos, ¿no?
—Creo que el golpe que te diste en la cabeza, te afecto. No sabes lo que dices.
—¿Te refieres al golpe que hiciste me diera con el volante? —dije sin vacilar.
—¡No sabias que estabas allí!
—¡Claro que lo sabias! —lo acusé— Sabias que te había visto salir de ese lugar y que no me quedaría allí, lo sabias.
—No pensé que nos seguirías —se defendió— No te haría daño de esa manera.
—Pero si me harías daño de otra manera, ¿no?
Pateo el neumático del auto.
—¡No, joder! ¡No! —perdió la paciencia— Estoy dispuesto a todo por ti.
¡Oh, Dios mío!
—¡Ya basta! ¡No digas estupideces, Justin!
—No son estupideces, ¿Por qué no me crees? —me agarro por los brazos.
—Porque tienes novia y eres un mentiroso —lo alejé de mi— Alguien que te quiere de verdad, te lo demuestra siempre. No cuando está a punto de perderte.
—Tienes que creerme, no te haré más daño —me miro directo a los ojos— Te lo prometo.
—Aseguras que no me harás más daño, pero sé que es otro de tus engaños —camine hacia el auto destrozado donde vine— No te seguí para recuperar lo nuestro. Sólo quería decirte que la policía te está investigando y... —suspiré— Caroline está de vuelta, ya intento matarme.
—¿Qué? Pero...
—Ya estoy cansada de estas personas, Justin, Esta vez no la dejaré ir. Sino la matas tú, la mataré yo —subí al auto y antes de cerrar la puerta lo mire— Cuídate, Justin. En serio, cuídate —sin decir más nada cerré la puerta y me marche de ese lugar.lEER LO SIGUIENTE ES IMPORTANTE
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BUENAS NUEVAS MIS AMORES !!! Estoy muy feliz y contenta, pero también muy decepcionada y sin esperanzas.
1. Feliz y contenta: porque Por fin obtuve respuesta de la AUTORA PRINCIPAL DE ESTA NOVELA "BIZZLE" ALEJANDRA, me respondió y me dijo que efectivamente SOLO YO tengo el permiso de adaptar su novela. ASÍ QUE TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DE ESTA ADAPTACIÓN, CUALQUIER COPIA, FRAUDE O INTENTO DE PUBLICACIÓN POR OTRA RED SOCIAL SERA DENUNCIADO TANTO POR LA AUTORA VERDADERA DE LA NOVELA COMO POR LA AUTORA DE ESTA ADAPTACIÓN !! YO: KATHERINE ... así que eviten por favor meterse en problemas con ella y conmigo, no quiero que vuelva a suceder lo que sucedió. Alejandra muy amablemente me dijo que yo era la única que tenia su permiso y que podía seguir adaptando la historia, pero sin embargo le pedí su permiso para adaptar la segunda parte "SIZZLER". También quiero darles las GRACIAS a quienes me ayudaron con este inconveniente y hablaron con ALEJANDRA GRACIAS CHICA/OS POR COLABORAR. LOS AMOOO...
2. Decepcionada y sin esperanzas: por lo que sucedió y esta sucediendo con Justin, SOfia y Selena aunque tengo que admitir que me causa un poco de gracia ajjajajajaja pero bueno, prefiero mantener mi opinión para mi aunque me gustaría que ustedes la compartan por aquí y comenten que opinan de la novela y de todo este drama jajaja :D
BESOS LOS AMO Y DISFRUTEN, LA NOVELA ACABARA EN ESTA SEMANA.... SE VIENE EL FINAL DE BIZZLE JELENA!!
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BIZZLE - Jelena (adaptada) {TERMINADA}
RandomSOY YO LA CREADORA DE LA ADAPTACION A JELENA !! TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DE ESTA ADAPTACION HOLAAAA MIS PEQUEÑAS LECTORAS :D ESPERO SE ENCUENTREN BIEN !! Y VENGO A SUBIR OTRA NOVELA SUPER LINDA, PERFECTA, HERMOSA.... LES VA A ENCANTAR. ESO ESP...