BIZZLE - Jelena (adaptada) {TERMINADA}

Capítulo 39: Pegas como niña

Un golpe..

Dos golpes..

Tres golpes..

Cuatro golpes..

Mi visión se puso borrosa y sentía mi abdomen demasiado prensado.

—Pegas como niña —me burle, escupiendo sangre— ¡Puedo aguantar!

Cinco golpes.
.
—¡Perra de mierda! ¡Voy a matarte! —dijo con mucha rabia— Por robar a mi familia, por traidora y por robar el corazón de mi chico.

—Tu chico.. —repetí con ironía— no fui yo quien se revolcón con su mejor amigo. Me hiciste un favor quitándome a esa basura de mi lado —señale con la cabeza a Mike.

Seis golpes.

—Deberías de calmarte —comento Mike, hablando con Caroline.

—¡Llévensela! —exigió.

—¿Todavía te duele esta puta? —me señaló— No seas imbécil. Es una mocosa inmadura, por eso te acostabas conmigo estando con ella.

Mire a Mike.

—No me refería a eso, Caroline —soltó el humo del cigarro que estaba en su boca— Ni siquiera sabías quien era ella, sabías que tenía una novia inocente que no me complacía, pero nunca supiste quien era ella.. No hasta que regresamos de tu país y averigüe que mi ex novia inmadura era la novia de Justin. Tu padre te matara si la matas.

Caroline de la nada se giró a verme y me dio otra patada. Sentí mis ojos pesados y mi abdomen arder, pero no me iba a rendir.

—¡Llevátela! —le ordeno Caroline al ruso que estaba en la puerta.

El chico asintió y camino hacia mí y me levanto del piso sin mucho esfuerzo.

—Que no sea en la misma habitación en la que está Justin —la escuche ordenarle antes que me sacará de allí.

—No tuviste que venir aquí —mire por el rabillo del ojo al ruso, su acento no era nada ruso.

—¡Y a ti quien te importa! -gruñí.

—La jefa te odia, no sé qué le has hecho, pero realmente te odia.

—Es una puta —dije— y tú no tienes acento ruso.

—No soy ruso, soy americano.

—No deberías estar aquí, ella te matara —repetí sus palabras.

—Lo mismo te dije —rió. Abrió una puerta y entramos en una habitación.

—El dinero viene y va. Lo más importante en la vida es la gente que está contigo, aquí y ahora.

—¿La robaste? —no respondí, observe como quitaba las esposas de mis muñecas. Cuando vio que no respondió me miro— ¿Te quedaras tranquila si te las quito?

Asentí. Él termino de quitarlas y las guardo en su bolsillo.

—No la robe a ella.. —respondí a su pregunta—.. A su padre.

—Debió ser mucho entonces —asenti— ¿Uno de los otros chicos es tu novio?

Pensé durante unos segundos que respuesta dar, Justin y yo ya no éramos nada.

—Sí, el rubio alto —dije— ¿Por qué hablas conmigo? ¿Por qué estás aquí?

Saco un pañuelo de su bolsillo y se acercó a mí. Por instinto retrocedí.

—No tengas miedo —se volvió a acercar— solo voy a limpiar esto —paso el pañuelo por mi labio— listo.

—Gracias por evadir mi pregunta.

—Gracias por agradecerme que te limpie allí —sonrió, su sarcasmo era evidente.

Me encogí de hombros.

—Soy Sam —volvió a sonreír.

Linda sonrisa.

—Soy Selena —respondí— Soy la persona más ambiciosa que jamás conocerás.

Rió.

—Eres la chica más valiente que conozco —dijo— no cualquiera arriesga su vida para salvar la de otro. Lo debes de querer mucho.

—No es valentía, es coraje. Ten coraje si vas en busca de algo.

Asintió sonriendo.

—Nunca me dijiste la razón por la que estás aquí.

Su sonrisa se fue.

—Me estoy alistado para la Marina de los Estados Unidos —lo mire más que sorprendida, con admiración— soy marinero de tres años, se podría decir que soy estudiante aun.

—Se supone que acabas con los enemigos, ¿Por qué trabajas para las rusos? —para mí no tenían sentidos sus palabras.

—En mi equipo me subestiman mucho, creo que soy un imbécil bueno para nada, les quiero demostrar lo contrario —comento— Además la academia es cara, no es algo que el gobierno te pague. Cuando acepte trabajar para la jefa me pagarían mucho más de un sueldo mínimo.

—Si te descubren podrías ir preso, a parte el dinero que ganas no es limpio.

—Lo sé, al comienzo no quería, pero cuando él me ofreció esa cantidad de dinero lo acepte.

Así que Mike es el que busca Americanos, que interesante.

—El dinero no lo es todo, amigo.

—Ella te busca porque le robaste dinero, no tienes moral para decir eso —dijo.

—Yo hacia el trabajo sucio y su padre se quedaba con casi todo, no era lo justo. El dinero lo que trae es enemigos y problemas.

—Tienes razón, pero cuando ellos tienen a tu familia amenazada lo único que te importa es tenerlas a salvo.

—¿Tienen a tu familia? —él asintió con la cabeza baja— Ellos enviaron a mi hermana al agua, sin abrigo, sin comida, sin agua y de noche. Los malditos esperaban que ella se muriera allí.

—¿La morena del agua era tu hermana? —pregunto sorprendido.

Asentí. El hizo lo mismo lentamente, como si tuviera pensando en algo.

—Llévame con Justin —pedí— será solo por unos minutos.

Negó con la cabeza con los ojos abiertos como platos.

—No puedo hacer eso, me mataran si me descubren.

—¡Por favor! —suplique.

—Está bien —dijo después de un gran suspiro— pero será rápido. Dame tus manos —estire mi manos hacia él y observe como colocaba las esposas nuevamente— Quita esa cara de felicidad o los de afuera pensaran otra cosa.

Asentí. El abrió la puerta y me empezó a guiar hasta otra. En este lugar habían más de unos cien rusos, y todos me miraran extraño.

—¡Hey! ¿A dónde la llevas? —escuche uno de los rusos hablarnos.

—Con los otros prisioneros —respondió Sam.

El ruso asintió dudoso y abrió la puerta de otra habitación. Allí estaban Christian y Justin, encerrados en una jaula de tiburón.

—¡ Selena! —se apresuró a decir.

—La dejare aquí algunos minutos y luego volveré por ella —dijo Sam, al ruso que cuidaba a mis dos amigos desde adentro.

—Está bien —respondió con un gruñido— Caminar —me tomo del brazo y me hizo entrar en la jaula con Justin y Christian— Las manos —saque las manos por un pequeño espacio que esta en la jaula y quito mis esposa.

—¿Estas bien? —Justin me tomo por la cara— ¡Oh! ¡Preciosa! —me pego a su pecho.

Lo mire de manera extraña por su reacción.

—¡Malditos rusos! —se quejó, Christian.

—¡Lo siento mucho! —llore en el pecho a Justin. No llore de miedo. Llore porque Christian sigue aquí cuando no debería y más que todo por impotencia.

—¿Quién te hizo eso? —pregunto Christian.

Me separe de Justin y me seque las lágrimas.

—La perra, esa —masculle— es fácil hacer esto cuando estas esposado y no tienes como defenderte.

—Sabes perfectamente que ella no es de confianza, ¿cómo pudiste caer? —reclamó Justin.

—Christian no tiene nada que ver en nuestros problemas con ellos, Justin —respondí.

—No hay muchos rehenes en este lugar —susurro— hay que buscar la manera de salir de aquí.

—¡Hey, no hablar! —dijo el ruso que nos cuidaba en nuestro idioma— O les besare el trasero —no pudimos evitar reír, su inglés era malo.

—¡Te refieres a patearnos el trasero! —se burló, Justin.

—Sólo callen sus cabezas, ¿está bien?

—Que mal inglés —susurre— Estoy segura que Ryan aun con sus condiciones, nos hará una visita.

—Primero hay que buscar la manera de salir de aquí —murmuro Christian.

Empecé a revisar disimuladamente mi pecho.

—Molesta tener eso, ¿no? —dijo Christian, haciendo seña hacia mis senos.

Toque el objeto que buscaba y lo saque con mucho cuidado.

—Molesta usar sostén, pero senos y sostén juntos es una buena combinación de escondite secreto —dije, observando la navaja que saque de mi pecho— Ten —se la entregue a Justin.

—¿Qué haré con esto? —preguntó.

—Eres inteligente, Justin. Sabrás como usarla —mire de reojo a Sam —Creo que Ruskov vendrá a América —trague saliva— si es que ya está aquí.

—¿Por qué dices eso? —Justin me tomo por los hombros.

—Caroline está haciendo esto para demostrarle a su padre que puede entrar a este negocio —respondí— Mike dijo que si me mataba, Ruskov la mataría a ella. Él me quiere a mí y ella a ti.. o bueno a ti con los miles de millones de oro que robastes.

—Si Ruskov aparece y estamos aquí nos matara de una vez, tenga o no lo que ellos quieren —dijo Justin. Miro hacia arriba haciendo una mueca de frustración y mi mirada se clavó en su cuello.

—Lindo recuerdo —comente.

Justin bajo la cabeza y me miro confundido, cuando se dio cuenta donde estaba mi mirada, su garganta se movió de manera que supe que trago saliva.

—No es lo.. —lo interrumpí.

—No te estoy pidiendo explicaciones —suspire— no somos nada.

— Selena.. —me tomo por la mano— escúchame.

—Si vas a decirme un plan para salir de aquí, habla. Sino quédate callado.

—Tenemos que irnos —se acercó Sam a la jaula.

Justin y Christian lo miraron confundido.

—Este no es ruso —dijo Christian.

Me acerque al oído de Justin y le susurre:

—Tienes un reloj en la mano, cuenta dos horas a penas me vaya. Tengo un Plan, los veo en el último piso en dos horas.

Me gire y saque mis manos para que Sam pudiera colocar las esposas nuevamente. Luego abrió la Jaula y no sólo me saco de allí, también de la habitación.

Después de hacer el recorrido de hace unos minutos llegamos a la habitación donde estaba desde un comienzo.

—No pareces contenta, acabas de ver a tu novio. Yo lo estaría si fuera tú —comentó Sam.

—No eres yo, y él es un imbécil.

—¿Eres así de agresiva? —respire profundo, al parecer era el único en quien podía confiar y no lo podía echar a perder— ¡Tienes que ayudarme a salir de aquí!

—¿Qué? ¡No! —retrocedió.

—¡Ellos van a matarme!

—Y también a mi familia y a mí si hago eso.

—Te sacaremos de aquí y a tu familia también —respondí.

—¿Te sacaremos? ¿Para eso me pediste llevarte con ellos? ¿Para planear como huir?

Él no parecía convencido, así que mentalmente me di par de bofetadas. Si él salía de aquí y le contaba esto a Caroline.. nos matará a los tres.

Narrador Omnisciente:

Mientras Justin, Christian y Selena buscaban la manera de mantenerse vivos, Ryan tomo por un momento el liderazgo del grupo, a pesar de que tenía que guardar reposo, no iba a dejar que matarán a su mejor amigo. Y aun así sabiendo que su vida corría estaba en peligro tanto por su herida como por los rusos, lo daría todo.

—El lugar no puede ser tan diferente que este, todos fueron diseñados por el mismo arquitecto —dijo Alfredo, viendo unos planos. Hay que empezar dañado las columnas inferior, las del primer piso, pero hay que tener cuidado, los escombros pueden ocultar las salidas y no sólo eso si colocamos exceso de explosivos podríamos volar todo el lugar.

—Sí, y estaremos todos muertos y perderemos a Justin —le respondió Ryan— ¿Listo para darlo todo?

Alfredo lo miro por unos minutos más que sorprendió, asustado. Si sabía manejar algunas armas, pero su especialidad eran las computadoras, muy fácil podría hackear archivos del gobierno o extremadamente confidencial, pero salir al campo, era otra cosa. Además solía ser el más nervioso y novato del grupo.

—N.. no puedo hacer eso —gagueo.

—Eres parte del equipo, no estamos haciendo un trabajo del colegio. Trabajamos en la Mafia, tienes que superarte. ¿Listo para darlo todo? —le volvió repetir.

El moreno tomo una fuerte respiración y luego sonrió. Él sabía perfectamente que Ryan tenía razón, si él decidió meterse en esto tiene que afrontar las consecuencias.

—Diablos, sí, señor —respondió.

—Termínenos de examinar esto —le respondió Ryan con algo de orgullo, refiriéndose al plan.

Mientras tanto, en el otro almacén, Selena no dejaba de caminar de un lado al otro, ni mirar su reloj. Sam, había salido de la habitación hace más de una hora y no había regresado. Se supone que debería estar en el último piso en menos de quince minutos, pero no salió como ella pensó.

¿Le habrá dicho a Caroline que planeaba huir?

¿Caroline estará planeando la manera de matarlos?

Muchas preguntas invadían su cabeza, pero si de algo estaba segura, es que no iba a depender de Sam, de una forma u otra se las iba a ingeniar para salir de ese lugar. La puerta se abrió de golpe y ella se sobresaltó.

—¿Cuál es el plan? —escucho la voz, de quien se consideraba su amigo en ese lugar. Se giró sorprendida y observo que Sam había dejado un bolso en el piso.

—¿Qué? —fue lo único que salió de boca.

—¿Cuál es el plan para salir de aquí? —le repitió.

Lo miro sorprendida por unos segundos y luego respondió.

—Tenemos que llegar al último piso, allí me encontrare con Justin y Christian. Luego iremos por los rehenes.

—Bien —dijo el moreno— aquí hay muchas cosas que te pueden servir —tomo la mochila y la abrió— hay que salir por el lado derecho, no hay nadie en esa zona. Por suerte a ti no te están vigilando más afuera, pero no puedo decir lo mismo de tus amigos.

—Ellos sabrán que hacer —se agacho a su lado y empezó a tomar cosas de la mochila, cosas que iban desde armas blancas hasta chalecos.

—Tienes que prometerme que sacarás a mi familia de aquí —Sam la tomo por la mano— no importa que pasará conmigo, pero sólo sácalas de aquí.

—Todos saldremos de aquí —lo miro— te lo prometo.

En la habitación donde estaba Justin, este no paraba de ver el reloj. Le gustaba mucho el peligro y la adrenalina que se sentía cuando lo estabas, pero no se sentía tan bien sabiendo que cualquier paso en falso no sólo podría morir él, sino también sus amigos y personas inocentes. Él si ha matado a gente, pero gente del negocio, gente que se lo merecía. No gente, que no te tenía que ver con sus asuntos, y que los matarán por su culpa, no lo hacía sentirse cómodo.

Miro atentamente a Christian.

—¡Es hora! —dijo.

Su amigo asintió, tragando saliva.

—Discúlpeme —dijo en ruso, al ruso el cual los vigilaba— Necesito usar el baño.

Él ruso lo miro por unos segundos y luego soltó la revista que veía. Tomo las esposas y la llave de la jaula y se levantó hacia ellos. Le hice una seña a Justin para que sáquese las manos. Justin no podía desperdiciar la oportunidad, así que lo jalo de las manos y lo hizo pegar bruscamente de las rejas de la jaula, debido al empujón, el ruso quedo de rodilla en el piso mientras Justin lo sostenía. Christian se acercó y saco la navaja, se la acerco al cuello al ruso y obviado el hecho de que este negaba suplicando por su vida, lo corto. La sangre se disparó a su camisa y al cuello de Justin.

—Ahora puedes besarme el trasero —le susurro al ruso quien se desangraba rápidamente, mientras sacaba la llave de su bolsillo.

Una vez salieron de la jaula, le tomaron el pulso al cuerpo del ruso, pero este y no tenía vida. Le quitaron su arma y un cuchillo.

—Bien —resoplo Justin— tenemos dos rusos afuera, hay que hacerlos entrar. La puerta abre hacia dentro, por lo que tocaremos dos veces para comprobar. Nos colocaremos del lado derecho y cuando ellos entren los acabamos.

—Me voy a cagar en los pantalones — dijo Christian, obviamente no era cierto. Lo decía en sentido de calmar sus nervios.

—Más vale que no lo hagas —respondió el rubio de ojos miel, mientras le colocaba el silenciador al arma— ¿Listo?

Justin colocó su puño en la puerta y dio dos golpes, y tal como sabia la puerta se abrió y un ruso apareció. El ruso abrió los ojos como plato cuando vio a su compañero ahogado en su propia sangre y la jaula vacía, y antes que tuviera oportunidad de hacer la alerta, Justin disparo en su cabeza dejándolo muerto al instante. Se asomó con cuidado en la puerta y se dio cuenta que no había más enemigos le hizo seña a Christian para que le quitará el arma y luego salieron de esa habitación.

Subieron muchas escaleras teniendo cuidando, pues no podían dejar que los rusos lo vieran o todo se iría a la mierda. Cuando llegaron en donde acordó Selena, se sorprendieron al no verla. Justin sintió pánico y desesperación en ese momento.

—¿Dónde está? —pregunto sin bajar la guardia vigilando el lado derecho, mientras Christian vigilaba el lado izquierdo.

—¿Estás seguro que es aquí? —le pregunto su amigo.

—No me equivocaría en algo así —respondió. Sus manos sudaban frio y hasta podía oír el latido de su propio corazón.

La puerta que tenía enfrente a unos metros de distancia se abrió, y de allí salió Selena junto con un ruso. Por instinto lo apunto.

—No le disparen —se apresuró a decir Selena — está con nosotros.

Justin bajo el arma.

—¿Esta bien? —le pregunto.

—Estoy bien —le respondió la chica— tenemos que llegar al piso de los rehenes.

—¿En qué piso están?

—Todos están en el primer piso —respondió Sam. Justin lo observo y su mandíbula se prenso.

—Vamos por ellos —respondió frío.

Por otro lado Ryan y el equipo ya estaban en posición para ir a rescatar a sus amigos. Todo el equipo estaba aquí, a excepción de Bella que no puede correr, pero de resto incluyendo a Caitlin lo estaban. No fue fácil para él aceptar que Caitlin viniera, ella estaba embaraza y sabía perfectamente que si algo que le pasaba a ella también le pasaría a su hijo.

—Alfredo, ¿Cómo te sientes? —le preguntó.

—Muerto de miedo, Ryan —admitió.

—Bueno, no estás solo, yo también lo estoy —Alfredo asintió—¿Listos?

—Listos —dijeron todos en silencio.

—Bien, tengamos mucho cuidado con Alfredo. Tiene aproximadamente cuatro explosivos encima, si una bala lo toca y está en mala posición no sólo volara él, nosotros también.

Justin, Selena, Christian y Sam se encontraban recorriendo el segundo piso, estaban en busca de rehenes. No sabían a cuantos tenían y mucho menos si estaban todos en el primer piso.

—¡Esperen! —dijo Justin al pasar por una habitación sin vigilancia y ver a Avril junto a dos señores mayores.

—Justin, ¿Qué haces? ¬—pregunto Selena, confundida.

Justin ignoro sus palabras y entro a la habitación. Quito las cuerdas de los brazos y pies que sujetaba al señor y la señora y les hizo seña para que se mantuvieran en silencio.

—Si quieren salir de este lugar vengan conmigo ahora mismo —dijo.

Los tres se pusieron rápidamente de pies y los empezaron a seguir. Procedieron a bajar hasta el último piso en busca de más rehenes, una puerta se abrió de golpe y todos se pusieron a la defensiva rápidamente, incluso los que abrieron la puerta.

—¿Ryan? —dijo Justin.

Ryan se giró a verlos mejor y los miró confundido.

—¿Qué demonios? —al parecer Justin y __ no necesitaban tanta ayuda, ya casi se estaban yendo, según él.

—Ariana, Khalil, escolten a la hija y abuelos de Austin a un lugar seguro —todos los miraron confundidos, pues no sabían que Austin tuviera una hija.

—Vamos —dijo Khalil. La familia de Austin se acercó a ellos y salieron del lugar.

—Hay que ir por los demás rehenes —comento Selena.

—Están en aquella puerta —señalo Sam hasta la puerta donde estaban los rehenes y dos rusos vigilando.

—¿Quién es este? —pregunto Ryan.

—Ya hablaremos de eso, busquemos a los demás y salgamos de aquí.

—Hailey y Alfredo vayan a sus puntos y coloquen los explosivos —ordeno Ryan.

Ellos asintieron y se fueron por un camino diferente al de los demás.

Caroline terminaba de tomarse una taza de café mientras pensaba en cuanto estaría su padre orgullosa de atrapar a la persona que al ha estado buscando en meses y años. Para ella ya tenía la victoria, pero lo que no sabía es que no era así.

—Justin y Christian escaparon —dijo uno de sus hombre entrando a la habitación— Tenemos dos hombres caídos.

Mike se apresuró a llegar al botón de alarma, pero Caroline se lo impidió.

—¡No toques esa alarma! No debemos hacerle saber que los estamos buscando —dijo— sellen todas las puertas y encuéntrenlos, y no hablen alto. Justin habla ruso.

—¡Vamos! —se dio la vuelta Mike, llevándose a varios hombres con él— Y dile a Sam que me traiga e a la perra de Selena.

Los rusos empezaron a moverse por todos lados, incluso los que cuidaban la puerta de los rehenes, el equipo empezó a mirar hacia todos lados. Tenían mucha más facilidad de sacar a los rehenes, pero habían rusos correr por todos lados.

—Saben que nos escapamos —susurro Christian.

Se apresuraron a caminar hacia la puerta de los rehenes y observaron unas nueves personas, incluyendo niños y la una hilera de muertos en fila, eran los que Caroline les paso por vídeo.

—¡Salgan de aquí ahora! —grito no tan duro Selena — Jaden, Za, sáquenlos de aquí.

Las personas se pusieron rápidamente de pie y empezaron a seguir a Jaden y Za.

—Rápido tenemos que salir de aquí —comento Caitlin vigilando el lugar.

—Los explosivos están en su lugar, procederé con el del tercer piso —llego Alfredo a nuestro lado— los rusos nos descubrieron.

—¡Hazlo! —ordeno Justin¬¬ — ¡Ahora!

Alfredo apretó un botón y el lugar vibro.

Se apresuraron a caminar hacia la salida, lograron salir Ryan y Caitlin. Cuando iba a salir Selena una lluvia de balas choco contra la pared.

—¡Nos atacan! —grito Justin.

Todos empezaron a dispararse mutuamente, lo único que se veía en el lugar es bala volar. Alfredo presionó otro botón y una lluvia de escombros del segundo piso salieron volando también, dando así la posibilidad de que terminaran de salir todos.

—¡A los carros!

Todos empezaron a correr hacia los carros. Alfredo apretó dos veces un botón y el almacén estallo, Ryan y Selena eran los últimos en correr, por lo que la explosión hizo que sus cuerpos salieran volando.

—¿Están bien? —les gritó Justin a ambos.

—Si —respondió Selena tosiendo.

Ryan se puso de pies y vio hacia la camioneta donde estaban todos, era una Van negra. Atrás de este había un auto.

—¡Saquen a los rehenes de aquí! —les grito— iremos enseguida.

Selena y Ryan observaron cómo Justin intercambio palabras con Alfredo, quien asintió y le entrego una llave, se montó en la camioneta y arranco. Pero lo más curioso es que ni Chaz, Christian, Ariana y Caitlin, lo hicieron.

—¡Vámonos de aquí! —ayudo Ryan a levantar a Selena. Pero una bala iba directo a Ryan, penetrando en su abdomen.

—¡Ryan! —grito Selena viéndolo caer— Ryan escúchame , no te duermas, no.

—Vete de aquí, Selena —dijo.

—No te voy a dejar aquí —respondió.

La chica no pudo terminar de hablar¸ ya que fue jalada bruscamente del cabello.

—Vas a morir, perra —dijo Mike con rabia. La levanto en contra de su voluntad y la empezó a alejar de todos.

—Suéltame —pataleaba— ¡Justin!

Mike la tomo del cabello del cabello y pego su cabeza contra la parte trasera de un auto, dejándola débil por completo. La cargo y la metió en la maletera.

—No hagas esto, Mike —dijo ella, débil.

—Es tarde.

Justin busco con la mirada a Selena y observo como Mike cerraba la puerta del maletero, segundos después el auto se movía solo, vio hasta el otro extremo y se dio cuenta que el auto iba camino al agua. Empezó a disparar hacia Mike, mientras este buscaba la manera de ocultarse.

—¡No! —grito, al ver caer el auto al agua— ¡amor! ¡No!

Selena sintió como si el auto cayera a algún lugar y cuando vio que empezaba a entrar agua, dio golpes y patadas a la puerta para buscar una manera de abrirla, pero era imposible.

Fue entonces cuando se preguntó si así moría...