Capítulo 12

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Samuel

Hoy parece que va a ser un día duro. Laura, Bryan y Gabriel... aún sigo pensando en quién sería el tercer agresor. ¿Estoy asustado por algo? No. ¿Tengo vergüenza de algo? Sí. Tengo vergüenza de lo que pasó en la hamburguesería. Hoy pretendo decirle lo que me pasó, por qué no le seguí...
Entré por el portal hacia el patio. Alexandra y Sheila estaban allí, en una esquina, solas, hablando. Se me quedaron mirando fijamente y Alexandra me llamó con la mano. Me acerqué y se me quedaron viendo.
-¿Qué te ha pasado?- Preguntó Sheila mientras me miraba los moratones.
-¿Qué? Ah, nada.
-¡Cómo que nada!- me gritó Alexandra tocando el brazo.
-Ah- gemí quitando el brazo de un tirón.
-Pero... ¿qué te ha pasado?- A Sheila se le nota la preocupación en los ojos.
-Eh... Hola- un brazo me tocó el hombro, me di la vuelta... Gabriel. Me sobresalté con sólo mirarlo. Unos moratones cubren toda su cara. Tiene un brazo vendado y va en muletas. Zack le dio de lo lindo.
-Samu... perdón, no sé por qué lo...
-No, cállate, no te vuelvas a acercar a mí. Como lo vuelvas a hacer te juro que te mataré- chillé con los dientes apretados.
-Va... vale- se dio media vuelta y se fue lentamente.
-¿Fue él?- Preguntó Alexandra.
Les conté todo lo que había pasado, lo de los pasamontaña, lo de que eran 3, lo de Zack... rápidamente empezaron a hablar mal de ellos, la idea de Zack está surgiendo efecto.
Ya en clase empezó a venir la gente. Alexandra y Sheila les empezaron a contar lo que pasó. Ya todo el mundo está en contra de Bryan y Gabriel.
-Eh, ahí lo está- efectivamente Bryan está entrando rápidamente por la puerta y sentándose en su silla. Se quedó mirándome unos segundos y yo bajé la cabeza.
-Qué miras, gilipollas- le espetó María.
Cambió lentamente la mirada y se quedó mirando a la nada.
El profesor entró por la puerta. Se quedó mirándonos fijamente tanto a Bryan como a Gabriel y a mí.
-Pero... ¿qué os ha pasado?- Preguntó patidifuso.
-Es muy fácil. Los subnormales de Bryan y Gabriel intentaron darle una paliza a Samuel pero no contaron con su amigo que les acabó dando la paliza a ellos.
-¿¡Qué!?- dijo medio chillando medio histérico.
El resto de las clases fueron así, no hicimos nada. Cada profesor flipa, cada profesor se queda toda la hora rayado. Salí y la figura de Zack me sorprendió.
-¿Y tú aquí?- le pregunté.
-Pues nada, sólo quería ver que tal te fue el día.
Todas las chicas se quedaron viéndolo.
-¿No nos vas a presentar?- dijo Gema coqueteando.
-Me temo que ya nos vamos- contestó Zack.
Y nada más decirlo lo seguí hasta su coche.
-Las heridas parece que están mejor- comentó.
-Si... gracias por lo de ayer, en serio. No sé que habría hecho si no hubieras llegado.
-¿Te ha funcionado lo de ser débil?
-Sí. Todos están en contra de ellos, hasta los profesores.
-Bien. Si quieres te puedo llevar a casa...
-si quieres.
Encendió el motor y arrancó. Todos se quedaron mirando el Porsche, el sonido es increíble. Arrancó y nos pusimos en marcha. No hablamos en ningún momento, llegamos a mi casa y me preguntó.
-¿Está tu madre en casa?
-No, yo como sólo.
-¿Y eso?
-Pues... desde que mi padre no está mi madre trabaja mucho. Llega a la noche, cuando ya estoy durmiendo.
-Lo siento.
-No pasa nada- sonreí -bueno, creo que debo irme. Gracias.
-De nada Samu.
Salí y me dirigí a la puerta de mi casa. Zack se quedó unos segundos quieto pero cuando lo miré arrancó y se fue.
Laura hoy no vino a clase. No me pude explicar, mañana lo intentaré de nuevo.

El demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora