Samuel
Salí del coche pero Matt se quedó dentro. Todos se me quedaron viendo con cara de preocupación. Samanta viene a junto mía y me agarra muy fuerte del brazo.
-¿Dónde está Zack?- grita.
En esto Nick se acerca y separa el brazo de Samanta del mío.
-Lo siento- es lo único que soy capaz de decir.
-Ven conmigo- dice.
-No. Lo que tenga que decir que lo diga delante de todos- interviene William.
Miro primero a William, luego a Nick y acto seguido a Matt, que aún se encuentra dentro del coche. Nick asiente.
-Pues... me besó y luego me llevó a su antigua casa y tuve una especie de visión. Fui corriendo a un cuarto y todo empezó a temblar -tragué saliva antes de seguir -se acercó a mí y todo dejó de temblar. Me volvió a besar pero... no sé qué hice porque empezó a ponerse pálido y se cayó. Lo arrastré hasta fuera y apareció él -señalo al coche- me dijo que podía salvarle y... le mordió. Luego lo llevamos en coche pero me empezó a atacar y al final acabó huyendo.
-¡Cómo te atreves a traer a un chupasangre hasta aquí!- gritó Pedro.
-¡Le salvó la vida a Zack!- grité yo también.
-Tenemos que ir a buscarle, seguramente aún no se ha transformado del todo- dijo Nick mirando a Matt y pidiéndole que bajara del coche.
Matt lo hizo y se acercó al viejo.
-¿Cuánto tardará más o menos en transformarse del todo?- le preguntó amablemente.
-Una semana más o menos.
-Saldremos al amanecer- les ordenó Nick a todos.
Todos asintieron y yo me quedé mirándolos con la esperanza de poder ayudarles.
-Tú ya has hecho suficiente- me espetó la mujer.
Todos se metieron para dentro sin decir nada. Se me quedó cara de tonto. ¿De qué va? Parece que ya no me necesitan. Mi sitio ya no es este.
Matt se me quedó mirando con cara de pena.
-¿Quieres venir a dar una vuelta?- me ofreció.
-Por favor.
Comenzamos a andar, dejando el coche atrás, metiéndonos en la espesura del monte. Se pasó todo el rato mirándome, sonriendo. Yo miraba todo el rato para el suelo. Si ya ni me quieren ahí, ¿qué voy a hacer yo ahora?
Una solitaria lágrima se escapó por mis mejillas. En esto, Matt me paró y me colocó sobre un árbol, me miró fijamente.
-No llores. Todo se solucionará- unas dulces palabras salieron de su boca -yo te ayudaré a buscarlo, y los chicos también.
Sonreí alegremente y acto seguido lo besé. Me cogió en peso y entrecerré las piernas sobre su cintura. Dios, sabe tan bien, es tan perfecto. Me agarró el pelo y me echó la cabeza hacia atrás. Después empezó a besarme el cuello y la clavícula. Acto seguido se separó y me susurró:
-Te amo.
Esa palabra me caló hondo. Me soltó y seguimos andando. Últimamente estoy... loco. Conozco a este chico de dos horas aproximadamente. Se supone que estoy enamorado de Laura y ahora, Zack y Matt. ¿Qué me está pasando?
-Tengo muchas preguntas sobre los vampiros- cambio de tema.
-Dipara.
-Pues... si saco una foto, ¿sales?
-Cómo dicen, el reflejo es el espejo del alma y... como no tengo alma pues no salgo.
-¿Y cómo te peinas?
-Una pregunta interesante, te la contaré cuando tengamos más cofianza.
-¿Más? Después de esto...
Sonrió y nos dimos la vuelta. Llegamos al coche. Se propuso entrar e irse y que yo entrar a en la mansión pero... soy incapaz de dormir sin Zack. Quizás...
-¿Puedes dormir conmigo?- Pregunté.
-Claro.
Entramos en silencio y llegamos hasta mi cuarto. Allí, me quito la parte de arriba y cojo la parte de abajo del pijama. Me quito el pantalón, quedándome en mis boxers y veo que Matt se muerde el labio inferior. Me pongo los pantalones y me acuesto en la cama. Matt, en calzoncillos se acuesta al lado de mí.
-¿Los vampiros dormís?- le pregunté ya en plena oscuridad.
-Sólo si queremos. Pero no nos hace falta.
Me besó, elegantemente y me acosté a su lado.Zack
Hace un momento he vomitado un poco de sangre. Me mareé mucho y una horrorosa sensación me aturdió y caí al suelo. Minutos después me levanté. Llevo horas dado vueltas ya. No sé que hacer, no sé hacer otra cosa que estar con Samu. Y ahora me odia. Ya casi es Nochebuena, yo tenía un regalo para él. Creo que jamás se lo daré.
Salgo a la carretera y empiezo a andar sobre ella. Una sombra detrás de la oscuridad llama mi atención.
-¿Hola?- Pregunté a la sombra.
-Hola, Zack- dijo una voz perturbadora.
-Qué... ¿Qué quieres?
-Puedo ayudarte. Sé lo que eres. Ven conmigo.
Me acerqué a él instintivamente y noté como sonreía. Comenzó a caminar y yo lo seguí. Me llevó muy, muy lejos hasta una montaña muy alta. Subimos un poco hasta una cueva. Nos adentramos allí. Está súper oscuro, pero mis ojos logran, poco a poco acostumbrarse a la oscuridad. Cuando pude ver todo me quedé petrificado. Cientos de personas se encuentran ahí, viéndome.
-Bienvenido... a la colmena.
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El demonio
RandomSamuel y Laura, dos alumnos del colegio Escuelas Nieto reecobran su amistad tras varios años en los que no se llevaban muy bien. A la madre de Laura no parece que le caiga muy bien Samuel, según ella, un oscuro pasado alberga su alma. Tras descubrir...