Capítulo 29

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Samuel

Abrí los ojos y mire hacia todas partes. Matt se encuentra a mi lado, durmiendo, tranquilo.
Todo me parece como si hubiera sido una terrible pesadilla, una pesadilla en la que me despertaría y todo volvería a ser normal. Ahora me doy cuenta de que todo esto fue real, o al menos, una pesadilla realmente larga y horrorosa.
Ahora mismo pienso en todo: mamá, Laura, Zack, Matt...
Unas lágrimas se deslizan por mis ojos, pero yo, antes de que caigan en las sábanas las limpio con las manos.
-¿Estás bien?- me pregunta una voz desde la cama.
- Qué irónico que sentirse vacío sea el sentimiento más pesado de todos.
Traga saliva y me agarra. Sus manos tocan mis mejillas y después se acerca a mi boca. Me muerde el labio y ríe entre dientes. Me aparto y me levanto.
-¿Qué hora es?- pregunta.
-Las 7.
Me visto y miro a Matt. Cuando se empieza a poner el pantalón salgo por la puerta. Busco en todas las salas de la mansión pero nadie se encuentra en ella. Salgo por la puerta principal y miro el brillante Sol. El rocío de la mañana cubre los árboles del jardín y una fría brisa del norte mueve sus ramas haciendo un ruido muy peculiar.
-Busca a Laura- me susurra una voz dentro de mi cabeza.
No sé por qué pero empecé a correr. Llegué a la carretera y miré hacia los dos lados. Decidí ir a la izquierda y seguir corriendo. No sé a donde voy, pero me da igual mientras la encuentre.

Zack

Nada más darme la bienvenida todos se pusieron a dar gritos de júbilo. Todos me saludaron felices y con mucho entusiasmo, felices por algo que yo aún no llego a ver.
El hombre que me trajo aquí se llama Jackson. Se transformó en vampiro hace 231 años con su hermana mayor, Elsa.
-Esta noche celebraremos una fiesta en tu honor. Tendremos a 30 vírgenes sólo para nosotros. Primero las violamos y luego nos las comemos- una larga carcajada atravesó su garganta.
Se me hizo la boca sólo de pensarlo -pero primero... -prosiguió -quiero que me digas algo.
-¿El qué?
-Dónde está Samuel.
Nada más escuchar su nombre la garganta se me cerró y un dolor en el pecho me hizo temblar.
-¿Para qué quieres saberlo?
-Mira, chaval. Déjate de preguntas. Ahora eres de los nuestros, ¿no? Pues dímelo.
-No...
Me di la vuelta y comencé a caminar. Metros más adelante miles de manos me agarraron. Yo intente escaparme pero me era imposible. Grité y grité pero parecía que nadie me hacía caso. ¿Por qué tuve que seguir a un desconocido? Soy estúpido.
Me metieron en una habitación con la puerta de metal y la cerraron. Sólo tiene un agujero, a la altura de los ojos.
-Ya vendrá él- rió un hombre tras la puerta.
Se equivoca. Samuel jamás vendrá a buscarme. Samuel jamás haría esa tontería. Es más listo que eso. Y además, aunque viniera a rescatarme me sería imposible estar a su lado. Me acuerdo que nada más despertarme sentí unas ganas irresistibles de absorver toda su sangre. Si no fuera por el otro vampiro... seguramente lo hubiera matado.

Laura

Estoy muy nerviosa e imperactiva. Llevo dos horas preparándome para esta noche. Lo único malo es que no logré localizar a Samu para que venga... ayer se fue corriendo y no me dio tiempo a despedirme. Eso sí, el beso nos los dimos y con eso estoy feliz de momento.
El teléfono se enciende y una linda música empieza a brotar de su altavoz. El nombre de María reluce en la pantalla.
-Hola- saludo alegremente.
-Hola- saluda con tono burlón.
-¿Al final cómo hacemos?
-Te explico. Yo voy hasta tu casa a las 20:30, acabamos de prepararnos y después ya nos encontramos con los otros a las 22:00 en El Náutico.
-Me parece bien- reímos y cuelgo. Ya me duché y me alisé el pelo, me pinté los ojos y los labios. Ahora lo que tengo es encontrar un vestido bonito que ponerme. Salgo del baño y entro en mi habitación, acto seguido abro el armario y lo observo.

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⏰ Última actualización: Jan 25, 2020 ⏰

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