Intenté mantenenerme todo el trayecto en silencio y a la vez no pensar. Luchaba contra mí misma en centrarme en que lo único que me importaba era que Chris estuviera bien, quería encontrarlo para cersiorarme de eso, una vez cumplido me marcharía si me diera cuenta de que el motivo de su fuga no era para nada el que mi mente me inculcaba pero que yo, por dentro, me negaba a creer. Si por el contrario existiera una mínima posibilidad de que lo que a veces pensaba era cierto estaba segura en que hablaría con él.
-Ya Chris no vive con Noelia -soltó Axel de repente mientras de nuevo los atascos de la ciudad nos retrasaban. Esto hizo que en mi mente se chocaran unos con otros cualquier tipo de pensamiento para así centrarme de lleno en sus palabras.
-¿Qué? Digo... -callé un momento- ¿Y a que se supone que biene eso?
-Nada... solo digo -me miró y sonrio, seguro debido a mi rostro contraido – Tan solo que estaba pensando en lo mucho que cambió mi hermano tras conocerte.
-¿De verdad? -dije yo incredula pero con un punto de sarcasmo en mi voz, un sarcasmo fácil de captar.
-Sí, aunque no lo creas cambio demasiado -rió- Me hace gracia que lo llames Chris cuando conmigo peleaba porque le dijera el nombre completo. Odiaba que le dijeran así y ahora mira...
-No me sorprendería que fuera alguna más de sus extrategias -tras pronunciar eso me arrepentí inmediatamente de haberlo hecho. Axel me volvió observar tras de nuevo tocar el claxon para hacer un intento de acelerar el tráfico.
-No Dulce, creeme que ha cambiado. Porque no te lo haya sabido demostrar no significa que no sintiera, incluso, quizás más de lo que crees o de lo que una vez pudiste imaginar.
Yo lo miré desesperada. Me creía en un abismo, la angustia que sentía desde que Axel me avisó de lo que pasaba no había cesado sino más bien incrementado con el mismo reconcome de siempre, las mismas preguntas y el mismo sentimiento de vacío desde que recordaba algo de lo que había pasado. Tras un momento miré de nuevo a Axel con angustia, una que en él ya no había sentido desde que habló por teléfono.
Él prefirió también callar, soltó un suspiro de paciensia contenida cuando el tráfico empezó a abanzar pero en cambio, en ese mínimo de tiempo a mi me dio chance de plantear mil preguntas.
-¿Por qué ya no viven juntos?
Pude apreciar como Axel sonreía tras mi cuestión.
-Fue un acuerdo al que llegaron tras un arranque de sinceridad - Yo no supe que decir, de tantas preguntas que intentaba reprimir me quedé muda - ¿Por qué crees que sabía tanto? Convivir con una persona "deprimida" resulta un poco, bastante incómodo.
Callé de nuevo volviendo la vista a la calle, dejando mi rostro muy cerca del cristal, ni siquiera me dio tiempo a nada o más bien ni quise ni pensar nada cuando Axel se aparcó delante del edificio en el cual se encontraba el departamento o más bien el sitio que me hizo, a pesar de todo, la mujer más feliz y especial , algo que en mi vida jamás creí sentir.
Estuve apunto de preguntar de nuevo pero el rostro de aquella mujer saliendo apurada del edificio me impidió pensar, decir o hacer algo. Su pelo rizado en perfectos tirabuzones volaban al viento, la última vez no me había dado cuenta de la perfección de su melena o quizás sí pero las circustancias me hicieron olvidarla. Iba vestida muy casual y sencilla pero a pesar de todo su andar delataba su elegancia de mujer.
-¡Axel es seguro! -exclamó corriendo hacia este cuando salió del coche – Es la misma fecha. Se llevó su billete y estoy noventa y nueve por ciento segura que va a ahí.
Yo no entendía absolutamente nada de lo que hablaban por mucho que parara la oreja pero a lo que si llegué es que me sentí realmente patética sentada allí, quieta en el coche.
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Amor Ciego
Любовные романыAmor, ¿qué diablos es el amor? Más que cuatro letras juntas y que al pronunciarlas suenan bien seguro. Amor... la palabra más bonita que describe el sentimiento en el que más plena te sientes, en el que te sientes viva al notar que te quieren y quie...