Mi fin de semana terminó y todavía estoy muerta del sueño.
Cuando más intento dormir, mi mente viaja a mil por hora, y no en un solo pensamiento.Lunes, 10 am. Me preparo para ir a lo que muchos etiquetan como "cárcel" y sinceramente no los culpo, ¿A quién se le ocurre pintar las paredes de color blanco y combinarlas con cerámicas grises? Es deprimente cursar con salones tan pálidos...
El aire cálido viene acompañado con algunas brisas suaves, para ser un Lunes, esta todo muy tranquilo por la calle.
Me relajo por unos instantes mientras camino las 15 cuadras aproximadamente que me esperan.
— ¡Heyy! — Escucho gritar a media cuadra de distancia de mí, la voz inconfundible de mi compañera de salón, Denisse. Haciendo que me dé media vuelta y la mire extrañada.
Decidí esperarla, luego, se me cruzó por la cabeza, "estaba mejor sola", pero... ¿Qué tan malo sería un poco de compañía hasta el colegio?— ¡Holaa! — Su alegre saludo me sacó de mis pensamientos. — Guíe mi mirada distraída hacía ella, estaba tan bien peinada que casi siento envidia, era muy arreglada en todo.
— Hola. — sonreí débilmente
— ¿Cómo estás? — Me dice mientras retomamos camino ambas.
— Bien, ¿Y tú?
— Oh, bien, estoy cansada, ayer tuve una pelea con Selena, es mi mejor amiga, pero a veces ella se vuelve un poco densa, ya sabes como es. Está vez se enojó y yo solo le dije... — Realmente me gustaba escuchar a la gente, pero hoy quería paz.
Obviamente no iba a dejarla hablando sola e irme, no era mala opción después de todo, pero no hago eso normalmente.
Así que fingí escucharla y solo asentí a lo que decía.Con mi expresión de pensativa, que seguramente era de lo más estúpida. Llegamos al fin al colegio. ¡Que suerte es llegar y ver que la chica se aleja de mi lado! Aunque ésta se acerca a su "mejor amiga" y la abraza. Tal y como lo esperaba, la mayoría de las personas de aquí son falsas.
Por eso solo tengo una sola amiga en todo el colegio. Hablando de eso, no la veo entrar al establecimiento, pero creo que llegará tarde, o eso quiero pensar.
Pasan las horas y el calor de Noviembre se va haciendo notar, el salón esta tranquilo, quizás sea porque la mayoría de los alumnos se durmieron ante las palabras tranquilizadoras de mi profesor de Filosofía, el hombre es muy calmado al hablar y enseñar, tanto que hasta él mismo se duerme en las horas de sus clases.
Por suerte, el día finaliza con las horas de Italiano, Es sorprendente como estamos en un colegio Italiano y no sabemos ni decir una oración en dicho idioma. Básicamente la profesora nos aprueba sin hacer mucho, o mejor dicho casi nada..
Llego a mi casa, cansada del mismo aburrimiento que traigo de aquel lugar y me desparramo en mi cama con mochila incluida. lo cual ésta cae al piso y cae mi celular de mi bolsillo también
— Mierda — maldigo al ver mi querida "extensión de mano", según las burlas de Frédéric, mi papá, caer y soltar con furia su funda.
Al instante que parecía hundirme en el sueño, que traigo desde el fin de semana, me despierta mi celular indicando que tenía un nuevo mensaje de texto.
— ¿No te habías desarmado? — Le cuestiono estúpidamente al teléfono.
Lo levanto con pereza y le coloco su funda, cuando sin querer toco la pantalla y veo el dibujo de un mensaje nuevo.
"Me encantas" 20:06 pm
Remitente: +540183... - ¿Pero qué caraj..? - sigo viendo una y otra vez el número, pero no tengo ni idea de quien podría ser. - ¿Quién es el gracioso? - digo en tono enojada y algo extrañada.
Un rato después, me percato que me había vuelto a quedar dormida con el celular en las manos. Me levanto y me estiro, a todo esto, eran las 21:03 pm — ¿En qué momento pasó la hora?. Como sea, me tapo con las sábanas y me acomodo en el lugar.
— ¡Cierto! — dije al ver el número a penas deslizó el dedo sobre la pantalla del teléfono. ¿Quién es el que manda mensajes a gente que no sabe sobre su existencia? Había una gran posibilidad de que se trate de alguien que se haya equivocado de número. Después de todo, nadie en el colegio sabía mi número o eso espero.
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Qué Suerte La Mía.
Teen Fiction"Mis pesadillas crecían, me resguardaba en lo mas profundo de los libros y los dibujos. Ya estaba acostumbrada a estar sola y aunque necesitaba de alguien, me negaba a buscar o encontrar ese "alguien" que "ponga mi mundo patas para arriba". Pero, cu...