Qué Suerte La Mía.

Capítulo 3 "Maldito seas insomnio"

Luego de pensar y pensar de quien podría ser el mensaje de hace unas horas. Decidí que era mejor ignorarlo, al fin y al cabo no era para mí, seguramente.

Me metí a bañar, le dí de comer a mi gata y me acosté a descansar. Bueno, mejor dicho "intentar' ya que mis pesadillas aumentan cada vez más.

Antes, cuando era chica, le tenía miedo a la soledad. Y ahora, es lo que vivo día a día.
Si bien tengo que aclarar que vivo con Danae y Frederic, mis padres... Y que ellos dicen que en cuanto necesite algo, puedo pedírselo.

Nunca me agrado pedirles cosas, fue lo justo y necesario, ya que a mis 17 años no puedo trabajar aún. Y si podía, ellos me lo prohibían por que querían que me enfoque en mis estudios y no tenga otras cosas en la mente.

A pesar de ser menor, en unos días tendré 18 y no me emociona en nada. La mayoría de mis cumpleaños terminan siendo igual de rutinarios y a veces hasta tristes por ausencias... Pero eso es otra historia.

Me acomode en mi cama, abrazando la almohada, dejando mi vista en un punto fijo...

Un profundo sueño me invade...

Escucho de lejos a una niña gritar. Quiero moverme pero parece que estoy inmovilizada, intento ver si puedo encontrar a la voz lejana pero un golpe seco terminó con lo poco que escuchaba. ¿La golpeó? ¿La mató?

Me despierto con mi propio grito y lo único que intento hacer es poner mi cabeza en orden.
Mi mente no me deja dormir, y como podría después de ese sueño.

Miro mi teléfono y eran las 03:25 am. Enojada, doy vueltas en la cama, una, otra y otra vez.

— Maldito sueño — me digo a mi misma mientras sigo dando vueltas como si me quemarán las sábanas.

Intentos fallidos al querer dormir mi mente, no pude ni pegar un ojo, para despejarme un poco, abrí mis mensajes, algunos que tenía en WhatsApp de un grupo de escritura, deslizando en la pantalla vi un mensaje de Angie, mi amiga. Enseguida entre a su chat.

— "¡Amy, despierta!". A las 02:48 a.m — miro el mensaje con los ojos entrecerrados por la luz de la pantalla y con dificultad le respondo:

— "¿Qué pasó?" A las 03:29 a.m — Esperé unos pocos segundos, hasta que las tildes se tornan azules y su estado cambió de "En línea" a "Escribiendo..."

— "Nada en realidad. Quería saber de qué me perdí hoy. ¿Cómo estás?". A las 03:31 a.m

— "Sabes, la gente normal duerme a esta hora." A las 03:31 a.m — Le escribo con un poco de humor.

— "Y tú no estas durmiendo. ¿Casualidad? JA JA JA" A las 03:32 a.m

Bien, estamos de humor.

—"¿Estas de buenas? Bien, estoy bien. Y ¿Tú? ¿Por qué faltaste hoy? ¡Oh y si, te has perdido las interesantes clases de Filosofía!" A las 03:35 a.m

— "Me alegro de haberme perdido de eso. Pues yo bien, tuve una cita con el médico y por eso no llegue a entrar a clases :(". A las 03:37 a.m

— "Oh, bueno, pero ¿estás bien?" A las 03:38 a.m — espero la respuesta con los ojos casi cerrados del sueño, parece que sí funcionó este método para intentar dormir

— "Si, claro. Esta todo bien. Bueno, entonces nos vemos en unas horas  ¿no?" A las 03:40 a.m.

— " Si, por supuesto. Nos vemos :* " A las 03:40 a.m —Automáticamente me marcó las tildes azules y yo rogaba qué no provoque una guerra de stickers o de emoticones