Capítulo 24 "Culpable"

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No puedo entender, que es lo que paso... ¿Cómo fue qué pasó? Hace unas horas dejé que se llevará lo que quería de mí, odié cada parte de mi cuerpo reaccionando a sus caricias. ¿Por qué? No tenía que haber sucedido, pero, hay algo en él que no me dejaba pensar, era como si yo fuese culpable de sus deseos, dueña de esos besos que me hipnotizaron hasta el punto en dejarme llevar por sus manos, para finalmente ser presa de su cuerpo y el exquisito sabor de su piel.

Pero es imposible no sentir... ¿Culpa? ¿Me siento culpable de todas esas veces en las que Danae me decía que no lo haga hasta que yo me sienta segura? ¿Yo me sentía segura? En ningún momento me sentí forzada, de hecho, soy consiente de que dejé que lo hiciera, pero ¿Por qué todavía me siento así?
Me sentí rara, dejando que me toque y supere los límites, me hizo vivir una sensación diferente, extraña pero finalmente placentera, jamás creí sentir esto.

Pero la decepción que siento de mí misma por no haber reaccionado antes, me invade y no me deja disfrutar del dulce recuerdo que me dejó ese hombre anoche... Justo antes de que sean las 12, yo ya estaba bañada en sudor.

Y a pesar de que me siento así, tengo que admitir que fue una de las cosas más lindas que me han pasado hasta ahora.

Qué locura... Mi primera vez fue con el doctor de mi mejor amiga.

No sé si sentirme una adolescente idiota enamorada o si creer que en algún punto me estoy volviendo una mujer.

— ¿Qué? Espera — parpadea algunas veces y vuelve a observarme seriamente — ¿Tú... ustedes tuvieron... sexo? — dice Angie, quien esta totalmente sorprendida, con la voz entrecortada.

— Si, pasó. — Admito sintiéndome avergonzada

— Oh dios, no puedo creerlo. ¡Tu primera vez, Amyyyy! — me abraza y me mira con un poco de nostalgia.

— ¿Hacía falta recordarme ese detalle — le respondo el abrazo algo pensativa.

— Pues sí, es importante. — sonríe y me toma de la mano — Pero si tú quisiste, esta más que bien amiga.

— Si — Solo me la paso pensando en mis miles de inseguridades, si a él le gustó tanto como a mí, si le agrado tocar mi cuerpo o solo fue su calentura apoderandose de mí.

Angie por fin, deja de bombarbearme con sus preguntas inquietantes. Parece que quedo satisfecha por mis declaraciones y decide llevarse sus parlantes a su casa y acomodar algunas cosas.

Yo sólo me hundo en mis pensamientos y recuerdos de ayer.
Desde un principio fue genial, pude estar un tiempo con Danae, cosa que jamás había pensado. Es la primera vez que me sentía totalmente cómoda con ella, a pesar de que no puedo confiarle mis cosas, no por ahora.

Los detalles y cariños que me dieron Joel y Angie, la fiesta sorpresa, y miles de sorpresas que me faltan descubrir por mi cuarto, ellos siempre fueron muy cariñosos.

Después, salir un rato con Guille y su primo, era algo que necesitaba al parecer, reírme de cualquier cosa, olvidarme de todo y que lo único que importe es divertirme.
Creo que de tanto reírme llegué a esa fiesta con un terrible dolor de estómago.

Y por último, no menos importante. La sorpresa que Demian hizo conmigo.

No soy materialista, me gustan que me sorprendan de esa misma forma en la que Demian lo hizo, perturbando todos mis sentidos, saciandose con cada parte de mi cuerpo, calmando una sed descontrolada y desconocida que habitaba dentro de mí.

Sigo acostada, aún un poco adolorida.
Veo por la puerta de mi cuarto, entrar una chica de cabello negro, ojos grandes color marron café y sonrisa radiante, con la mirada busca su bolso.

Al parecer mis invitados siguieron la fiesta

— ¡Hola! — me saluda sonriente al percatarse que me encontraba despierta. La chica tenía peores ojeras que las mías.

— Hola Emma — la saludo apenas imitando la misma emoción de ella y me estiró en mi lugar de la cama.

— ¿Cómo la pasaste anoche? — me pregunta cautelosa y me guiña un ojo

— La pasé bien, gracias — le sonrió, automáticamente bostezo y mis ojos comienzan a cerrarse contra mi voluntad

— Te dejaré dormir, lo necesitas — escucho por lo lejos y sus tacos me confirman que se esta alejando de mi habitación.

Antes de caer en un profundo y deseado sueño, le envió un WhatsApp rápido a Angie pidiéndole que venga en unas horas, aún hay cosas que no me han quedado del todo muy claro acerca de la vida personal de Demian, y si yo quería algo con él, como él me lo insinuaba, tenía que saber a que me enfrentaba y con quien me estoy metiendo.

Quizás eso iba a confirmar si tomé una buena o mala decisión.

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