Capítulo 26 "Oh, por Dios, mi estómago"

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Angie espera a ser atendida por nuestra querida ginecóloga favorita, le dijimos que trate de mentirle haciendo que tienen una extraña mancha en uno de sus pechos. Si, lo sé, no es tan buen argumentó para el plan, pero según Guille eso podrá facilitarle a ella para leer su código y como excusa de usar el teléfono de inmediato "tendrá que avisar a su casa lo que tiene para que no se preocupen tanto".
Sólo había un problema, bueno... dos. El primero, es que su "mancha" se la hice yo, y creo que eso que hice es más una raya con lapicera, pero de todos modos algo de tiempo le dará, esperemos...
Y el segundo problema, es que Nicolás está haciéndole muchas preguntas al oficial,que cumple con la función de custodiar el sector de informática del centro de la clínica. Esté señor, lo mira extrañado y le responde secamente con un leve movimiento de su cabeza. Estaría sintiendo unas leves náuseas en mi estómago, casi siento como me revuelve todo lo que comí antes de venir.

- Chicos, está mujer tarda demasiado y no es por ser pesimista pero está tardando más de lo normal en atender. Escuche una chica decir que cierran a las 8 el sector de Ginecología. - Nunca había escuchado tan asustada a Angie, sin dudas me causaba gracia por su nerviosismo, pero trate de mi ser notoria mi risa. - presionó la tecla del jueguete, Woky Toky para contestarle a la asustadiza

+ Oye, suenas como tu madre cuando estaba embarazada y no sabía como decírtelo sin que empieces a gritar como lo... fui interrumpir por una furiosa voz

- ¡Uy, cállate Noelia! No es gracia ni ese momento ni esto que me haces hacer. - suena molesta pero sigue siendo graciosa su voz temblorosa.

- Chicas, esto es grandioso, me encanta estar sentado siendo observado por los oficiales de la entrada como si fuese un insecto extraño - nos dice con su total sarcasmo Guille

+ Si, tranquilo, está Nicolás encargándose de fastidiar al oficial Seriecito

- ¿Seriecito? ¿Así se llama? - me cuestiona mi amigo soltando una risa calmada por el ambiente en el que está - Oigan, disculpen por los Woky Toky, sé que son un poco llamativos, pero era lo único que tenía en casa para comunicarnos los 4

+ No, en realidad así lo apode yo, es muy serio y está muy quiero para este día tan caluroso -observó a Nicolás con sus estrategias fallidas en llamar la atención del Seriecito - Creo que no está funcionando el plan de tu querido primo, voy a tener que ayudarlo. Oh, y no hay problema, sólo que nos diste 2, Nicolás sin mí estaría incomunicado - suelto una pequeña risa maliciosa y me pongo en marcha.

- Si, bueno... Es que el otro no funcionaba tan bien. Bien, tengan cuidado y avisenme cuando puedo moverme, no olviden de alejar a los de la entrada

- Eso será fácil - Contesta Angie - Les diré ni bien me atienda Deborah que necesito ir al baño y no puedo moverme mucho, debido algún dolor, quizás menstrual - lo dice pensativa

- Que horror - casi puedo imaginarme la expresión de asco de Guille - como sea, sólo quiero que estén fuera estos oficiales - dice apresurado y un poco agitado

Apagó el juguete y tomó aliento para ayudar al torpe de Nicolás, mientras me acercaba, el oficial vigilaba mis movimientos.

+ Ehmm, Hola ¿qué tal? - solte desprevenidamente sin pensarlo bien, sonando sumamente simpática, que raro de mí

Nicolás se volteó para mirarme y fruncio el ceño
El señor Seriecito seguía en su posición firme, sin nisiquiera redponder

+ Oye - en un tono molesta, prosegui - te estoy hablando gigantón

- Oh no, lo va a arruinar todo - pone sus ojos automáticamente en blanco y suelta una mueca de fastidio

+ Tú cállate, Nicolás. - me acerco a el oficial y lo miro detenidamente - ¿No me hablaras? Qué falta de respeto hacía la gente - hago una muy falsa mueca de ofensa y lo observo de reojo - esto tiene que funcionar, de lo contrario me iré a casa de una patada voladora

Al fin consigo que el gigantón con mirada fría se fije en mi y de repente me sentí la chica más pequeña de todas
- Dime ¿En qué puedo ayudarte? - su voz sonaba ruda, pero a la vez tranquilizadora, era como un suave golpe

- Pues, nosotros queríamos saber si podría acompañarnos al centro de... digo, sucursal... - giro su cabeza nervioso tratando de ver algún cartel para mentirle al señor que lo vigilaba con desprecio y decidí meterme,otra vez.

+ En realidad - sonreí con amabilidad - necesito ayuda, tengo que buscar a un... Clínico... - me interrumpe Nicolás tratando de ayudarme en la mentira y que funcione rápido

- Si, eso, un doctor Clínico para que pueda quizás... atenderla, ella... ella está muy mal, mal en el sentido de... - Ya no sé cuántas veces repitió la misma palabra en una misma oración - De que mal del estómago, comió algo que buff - hizo un gesto tremendo de asco hacia mí con su actuación falsa

- Mmm, entiendo - me miro en forma preocupada - pero, tienen que sacar un turno, si es de urgencia tendrán que ir a primer piso y esperar a ser atendidos por algún Clínico que pueda dedicarte algún tiempo de revisión.

+ Oh ¿tengo que ir arriba? - comencé a sentir mi voz temblorosa, casi como Angie

- Es que, el problema es el siguiente - Habla un Nicolas seguro, se pone en posición firme y comienza su doble mentira - ella no puede subir, ya que esta muy, pero muy mal ¿verdad? - me mira nervioso y me ovliga a seguirle el juego

+ Si, la verdad es que... Si, estoy pésimo, no puedo moverme bien por mí misma, por eso queremos... No sé, que nos ayuden - casi suplicandole con la mirada y mi sonrisa simpaticona, conseguí que se moviera hacia las enfermeras que se encontraban en el elevador por subir.

- Oigaaaaaan chicoooooos, no es por presionarlos pero ya se acercó dos veces la recepcionista para saber que necesitaba - traspasa la voz alterada de Guille por el Woky Toky

+ Si, lo siento, se nos está complicando distraer al oficial. Pero si actuó bien creo que puedo hacerlo subir al primer piso, de ahí tendrás acceso, sólo falta que Angie distraiga como pueda a los otros para que no te vean ingresar en frente de ellos.

- Bien, pero apurense, son casi las 6 de la tarde.

+ Haremos todo lo posible. - presionó la tecla cortando la llamada, guarde rápidamente el teléfono de juguete y trato de ponerme lo más nerviosa posible para que de una o otra forma el oficial se haga cargo de mí

- Chicos, allá arriba hay un médico libre, las enfermeras podrán acompañarlos nos comunica el gigantón

- Es que, ella necesita que la lleven con un poco de aire - es lo más estúpido que pudo decir Nicolás, pero trató de seguirlo

+ Uhmmm, siento que tengo náuseas, me duele la espalda y los párpados - espero que esto funcione

- Pues, yo no puedo moverme de mi sector, estoy encar... - Oh por Dios - Grité teniendome de la cabeza y dando un torpe paso hacía atrás - mi estómago, siento que me estoy... Nicolás, estoy por... - me caí, dejando que todo mi cuerpo choque contra el mármol frío y pulido, sentí un terrible dolor en el brazo derecho, la costilla del mismo sector y la pierna, pero no importaba, iba hacer lo posible para distraer a quien más pueda.

Qué Suerte La Mía. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora