Capítulo 23 "Cumpleaños de Amy. Legalidad" (Parte 1)

29 1 0
                                    

"Hoy, eres totalmente legal hija. Éxitos en tu vida..." - abrí mis ojos resaltandome en mi cama, observe cada lugar de mi habitación, no sé que es lo que estaba buscando, pero sea lo que sea que buscaba no se encontraba aquí, no estaba ya en este mundo...

Al parecer, ya era mi día, un día en el que no quería que pasará.
Puedo sonar totalmente despreciativa, pero ¿A quién le gustaría pasar su cumpleaños teniendo recientemente una ausencia en su vida?

Eran las 05:12 am y yo ya no podía volverme a dormir, respiré profundo y decidí leer algo para pasar el rato.
Y que mejor opción para leer que "Asylum", por la talentosa escritora Madeleine Roux.

Iba por el capitulo 5, cuando mi placentera lectura fue interrumpida por una llamada, acerqué mi teléfono con intriga, ¿Quién llama a las 6 de la mañana?

Suspire, al ver el número de quien pertenecía a esta llamada.

— ¿Sí? — Atendí con poco entusiasmo

— Buenos días — me dice secamente — Felices 18, Amy.

— Buen día, muchas gracias, Demian.

— Lamento la hora, es que siempre ingreso a trabajar a esta hora de la mañana y recordé que era tu cumpleaños.

¿En qué momento le dije que era mi cumpleaños?

— Ahmm, esta bien, pero... ¿Cómo supo de mi cumpleaños?

— Oh, ¿Con que ahora me tratas de usted? — lo escucho reírse, y estúpidamente sonrió yo también al escucharlo. — Bueno, no se si recuerdas que te habia dicho que me gustaba conocer y saber todo de la otra persona.

— Pero yo no le dí ese dato

— No, usted no — remarcó con un tono de voz burlista

— Y ¿Entonces?

— Bueno Amy, ya la he molestado mucho por ahora, la dejaré descansar. Nos vemos luego. — y otra vez me dejo con la palabra en la boca.

— Tss, maldito misterioso — dije enfurecida soltando mi teléfono en el costado de mi cama.

Si antes no podía dormir, ahora menos. No sé cómo, pero él se encargaba de aparecer y desparecer cuando quería, sin dejar rastros, pero dejándome con la miles de dudas y sin poder pegar el ojo.

Retomé mi lectura y me hundi otra vez en la trama aterradora, amo el terror y sobre todo cuando el libro consigue ponerte la piel de gallina del miedo.

— ¡Qué los cumplaaaas feliiiiz, que los cumplaaaas feliiz, que los cumplas Amyyyyy, que los cumplas feeeeliiiiz! — eran las dos voces chillonas que escuchaba normalmente en mi casa.

Hacerme sobresaltar de mi cama y sentir el corazón a mil en mi pecho, es poco.

— ¡Dios! ¿Por qué me asustan así?— la luz que ingresaba por la ventana hizo que cierre los ojos y me tape hasta la cabeza — ¿Qué hora es? ¿Hasta que hora leí? — cuestioné estirandome en mi lugar y acomodandome mientras cierro mi libro.

— Ya es muy tarde, lectora. ¡Arriba! — me dice alegremente Angie, mientras me saca mis sábanas de encima.

— ¡Ya eres toda una vieja! — dice gritando mi hermano

—Hey, todavía soy una niña — sonreí y intente levantarme, estire los píes lo que más pude, hasta que mi amiga y mi hermano me perforaron el oido con sus gritos

— ¡Cuidadoooo! — los dos gritando.

Hasta que me di cuenta que al lado de mis píes había un desayuno preparado y muy colorido para mí.
Solo que... Derrame con mi pié derecho la taza de café con leche.
O fueron muy silenciosos al entrar a mi habitación o yo estaba muy metida en el libro.

Qué Suerte La Mía. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora