Qué Suerte La Mía.

Capítulo 27 "¿Qué sucedió?"

La mitad de mi cuerpo está un poco adolorida, pero puedo moverme con facilidad, quizás tenga algunos golpes por la caída... ¡Cierto! Abri los ojos y me levanté lo más rápido que pude y vi a Nicolás observandome, estaba hablando con alguien por su celular

+ Oye ¿Qué pasó? - dije un poco alterada, tenía miedo de haberlo arruinado todo

- Tranquila, todo salió bien - observa hacía ambos lados y prosigue - te medicaron para que te calmaras debido a que por medio de un análisis de sangre te notaron la presión un poco alta, pero lo bueno es que Guille ya está por imprimir las fichas de Denora y tu novio. Estaba hablando por celular con mi tía, volvió hace un rato y se preocupó por saber a que hora volveríamos.

+ Oh, esta bien - pensé por unos pocos segundos si realmente era su tia... pero, de todas formas no tendría que importarme, luego me percato de lo que dijo Nicolas y reaccione - y no es mi novio, se llama Deborah - gire los ojos dejandolos en blanco

- Bueno, como sea. Cuando te caiste nos asustamos y te subimos aquí, te atendió un médico de urgencia, que se estaba por finalizar su turno atendiendo y ahora está por llegar un clínico para seguir haciéndote la revisión.
Llamo hace unos minutos Guille para avisarnos que ya pudo entrar, pero que tuvo que pasar por detrás de unos ascensores, ya que la recepcionista lo tenía vigilado - se ríe picaramente y sigue contandome el relato como si fuese una araña y es que en realidad lo era, todos llegamos a hacer algo increíble para conseguir esas famosas fichas médicas privadas - lo malo es que esa doctora atendió de mala forma a Ángeles, debido a que tenía muchos problemas con una chica embarazada, pero ni bien le estaba tomando unas pruebas, ella le pidió agua y pudo mandarle un mensaje rápido a Guille, minutos después salió y pidió ayuda a los oficiales de la entrada y tuvieron que llevarla ellos mismos al baño ya que las enfermeras estaban ocupadas contigo. ¿Lo puedes creer? Salió mejor de lo que esperábamos, incluso las enfermeras te medicaron en el acto y no abriste más los ojos, no sé si eso fue actuación tuya o la medicación - me miro extrañado y hasta un poco preocupado

+ Qué locura, no puedo creerlo. De verdad que desde que me caí intenté no abrir los ojos pero en un momento estuve dormida hasta ahora. - me observé el brazo para ver si habían golpes en mi piel

- No tienes nada maricona, estas bien - me sonríe y continúa - eres buena actriz, eh - me codea sonriendo y yo lo quedo mirando

+ ¿Ya ves? Soy excelente, debería trabajar en telenovelas- me agrando al saber que todo salió bien, por ahora

La puerta se abre de un instante, entraron dos enfermeras sonriendome y un médico leyendo un papel bastante largo, cuando baja el papel de su vista pude... Oh, no...

- Mira a quien tenemos aquí - me mira de pies a cabeza y sonríe maliciosamente

Nicolás observa la escena y me mira confundido - ¿Lo conoces? - me dice en voz baja

+ Si... - lo mire a Nicolas atentamente para que entienda que él... ese doctor presumido era Demian.

- ¿Puedo pedirles cordialmente que nos dejen a solas? Tengo que revisarla bien. - nos comunica Demian, con su mirada clavada en mí

- Oye, soy su amigo... - lo enfrenta Nicolás con la mirada

-Lo siento, no pueden estar aquí. No es horario de visita - suena un poco más mandon

- Si, pero no está internada, está en urgen...

- Lo siento, no puedes estar aquí. -lo fulmina con la mirada y le abre la puerta, mostrandole una sonrisa falsa

Nicolás me mira y me da unos leves golpecitos en la mano - luego volveré - me sonríe y antes de cruzar la puerta lo fulmina con la mirada a Demian

Cierra la puerta ferozmente y nos encontramos solos, a excepción de las dos enfermeras que lo acompañaban a todas las revisiones que tenían en la lista.

-Bien, veamos, presión alta... ¿Has comido algo picante en estos días? Tu estómago estará bien, pero tuviste una reacción a cierta comida o algún brote nervioso que atacó de esta forma a tu estómago.

+ No... sólo me puse un poco alterada.. - sólo comí 2 salchichas con pure que hicimos con mi hermano.

- Bien, entonces eso puede explicar tu presión alta, no entiendo el desmayo pero debe ser alguna reacción tuya - me mira fijo, como sabiendo de mi plan. - te vamos a medicar otra vez para que estés estable y puedas volver a casa. Tienes que tomar mucha agua, no consumas tanta sal, no es buena. - me advierte y no se le quita la maldita sonrisa hermosa que tiene...

- Quédate en reposo, ellas van a medicarte y yo... Voy hablar con tu amigo afuera - me guiña el ojo y cierra la puerta sin dejar que pueda protestar.

Dios, esa maldita aguja, ¡Quiero que ya salga de mi brazo!

- Muy bien cariño, ya hemos terminado, sólo te pondremos una gasa aquí, para que no te manches - la voz dulce de la enfermera me calma, pude ver su rostro, tenía ojos marrones y lunares al rededor de su mejilla izquierda, su pelo negro tapaba su identificación. Me acarició el brazo y me apagó la luz del cuarto yéndose con su otra compañera de pelo rojizo y estatura mediana, que le sostenía los instrumentos en una fuente plateada.

+No puedo creer que en todo este hospital tenga que atenderme él - dije en voz alta y totalmente fastidiada. Sabía que me mentía, sabía que estaba con alguien más y eso era lo que me volvía loca, que alguien use a otra persona como si no tuviera sentimientos, no soy y  tampoco seré en mi vida un muñeco de descargue para nadie.

Me levante decidida, sacandome la gasa, que estaba con apenas dos gotas de sangre y me puse mis zapatillas lo más rápido.
Pensé automáticamente en los chicos, ¿Dónde estará Angie? ¿Guille ya finalizó el impreso de esos papeles? Y lo peor... ¿Qué le está diciendo Demian a Nicolás después de ese enfrentamiento? Camine rápido a la puerta y salí como si fuese que me esttuvieran persiguiendo.
Vigile todos los pasillos y no había nadie, busque una salida y encontré a lo lejos un cartel verde flour que decía "ascensores" camine, bueno... casi corrí hacia ese camino y presione rápido los botones para ambos ascensores.
+ ¿Dónde estará Demian y Nicolás? Espero que no lo hayan echado y que no me vean circular por aquí