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Capítulo 2

El joven detective, llamado Mark tenía un nuevo caso que resolver. A sus veinticinco años, Mark había resuelto un gran número de crímenes y este no sería la excepción.

Estaba decidido a resolver esas extrañas muertes, todas relacionadas. La ultima en morir, fue una señora de unos cincuenta años, hace cuatro días. El asesino hizo que pareciera un suicidio, pero Mark con su experiencia, sabía que esta había sido asesinada. Han habido tres muertes, en estos últimos años, las tres familiarizadas.

Un señor de unos cincuenta y cinco años, esposo de la última víctima y un joven de unos veinticuatro años, hijo de ambos. Los tres habían sido asesinados en distintos lugares.

Obviamente, ese asesino, buscaba una venganza personal o algo parecido. Además de que había una chica de diecinueve años, hija de la última víctima, desaparecida.

Según sus informes, esta chica de cabello castaño y ojos oscuros, tenía diecinueve años y era de estatura mediana. Había desapareció desde los dieciséis años.

Mark observaba la foto de esa chiquilla, era hermosa. Sus ojos no podían dejar de observar esa fotografia y sentía lastima.

Tal vez esa pobre niña había sido secuestrada por el asesino de su familia, quizás esté siendo abusada o maltratada en estos instantes. Tenía que encontrarla, tenía que salvarla. Pero todas las pistas que lo llevaban a ella desaparecían. La chica parecía haber desaparecido por completo.

Mark no se rendiría hasta encontrarla.

Despego la vista de la foto y decidió visitar la casa en la que se cometió el último crimen. Tal vez pueda encontrar pistas.

Al llegar a la casa un escalofrió recorrió todo su cuerpo. Es como si en esa casa se hubiera sufrido. Pero era imposible, en esa casa la familia era unida. Según sus informes, era una familia prácticamente perfecta.

Al entrar, aun había varios policías y forenses buscando pistas.

-¿Alguna novedad?- pregunto el joven a un oficial de policia.

-Nada aun Mark, esto sigue apuntando a un suicidio.

Mark negó con la cabeza- no fue un suicidio Luis- dijo.

Continúo su camino por la casa. Visito las habitaciones y se encontró con una, con las paredes pintadas de Violeta, obviamente pertenecía a una niña. A la joven que había desaparecido desde los dieciséis años.

Observo el cuarto detenidamente. Todo estaba tal y como antes él lo había visto. Cuando la niña, ahora una joven, desapareció, el visito la casa y su cuarto estaba exactamente como estaba ahora.

Al lado de la cama se encontraba un piano, la joven le encantaba la música y el piano era su especialidad, según le había dicho su madre.

Continúo rebuscando la habitación. Busco en las cosas de la chica. Su ropa de distintos colores, lazos del cabello y cientos de discos de distintos artistas, incluyendo al famoso Beethoven, fue lo que pudo encontrar en los cajones. Pero encontró algo, que todos, incluso el había pasado por alto.

Una pequeña mancha de sangre en el suelo. Mark se colocó de rodillas en el suelo y observo esa pequeña mancha. Era sangre, sin duda alguna aquella era una mancha de sangre.

Pero ¿Por qué habría una mancha de sangre en el suelo, en la habitación que pertenecía a una niña de dieciséis años, ahora de diecinueve? Se preguntó el joven detective.

-¡Luis!- llamo al oficial.

-¿Si?- pregunto este mientras entrababa a la habitación.

-Aquí hay una mancha de sangre.

El oficial se arrodillo junto a Mark y observo aquella mancha.

-Tal vez la chica se cortó por accidente. Digo, no es tan raro ver una pequeña mancha de sangre ¿no?

-Si lo es Luis. Es raro, muy raro encontrar una mancha de sangre en la habitación de una chica que desapareció a los dieciséis años y su familia ha sido asesinada.

-No toda su familia. Aun su hermano está desaparecido- comento Luis.

-¿Su hermano?- pregunto Mark confundido- en mis informes no habla sobre un hermano desaparecido.

-Su familia no denuncio su desaparición, ya que este tenía diecinueve años. Ya era mayor, podía hacer lo que quisiera.

-Algo me dice que esta familia guarda muchos secretos.

Luis asintió.

Lo que no sabían ese joven detective y ese oficial de policía, era que esta familia si guardaba secretos. De los peores secretos que pueden haber.

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Ela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora