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Capítulo 16

Gabriela observaba a su primo con una cara de confusión, que merecía un premio. Mientras que este con su sucia mirada recorría el cuerpo de Gabriela.

-Haz crecido Ela

Esa voz solo trajo espantosos recuerdos a Gabriela. Esa voz que solo provocaba nauseas en ella.

Ninguno de los dos hombres se había percatado de la presencia de Mark, detrás de la puerta. Este aun no sabía lo que ocurría.

¿Qué acaso Luis y Ángel no serían los que vendrían?

¿Quién diablos era ese tipo?

Mark decidió quedarse en su escondite.

Gabriela miro disimuladamente a Mark con temor. Como diciendo "Mierda Mark, haz algo"

-¿En serio creíste que me matarías y ya? ¿En serio creíste que tu venganza sería tan sencilla, chiquita?

Mark aun no comprendio.

Debía de actuar rápido o si no, algo malo podía pasarle a Ela, y el no permitiría eso.

-¿No sabias que soy policía, linda?- pregunto el malnacido.

-¿Qué quieres?- pregunto Ela.

-Lo mismo que tú. Venganza.

-Yo no he arruinado tu vida, como tú y tu padre lo hicieron.

-¡Asesinaste a mi padre, maldita perra!

Gabriela se sobresaltó ante el grito de su primo y miro nuevamente a Mark, el cual estaba atento a todo lo que sucedía. Listo para actuar en cualquier momento.

-Lástima que tu amiguito Eduardo tuvo que pagar por tus actos.

Gabriela sintió una profunda presión en el pecho al escuchar eso.

-Si mi linda Ela. Tal y como lo escuchas. Asesine a tu querido Eduardo.

Si antes Gabriela quería matar a Ernesto, ahora quería picarle sus testículos y explotarle la cabeza.

-Eres un maldito asqueroso. Pero ¿Sabes qué? ¡Pagaras por esto imbécil!

Ernesto y su acompañante soltaron una carcajada.

-¿Escuchaste eso Jimmy?- Eduardo se dirigió a su acompáñate, al parecer llamado Jimmy.

Ambos rieron nuevamente.

Mark aprovecho su distracción, salió de su escondite y golpeo fuertemente a Ernesto en la cabeza con su arma. Gabriela apretó el gatillo y dejo herido al tal Jimmy. Los dos hombres cayeron al suelo, inconscientes.

Mark se acercó a Gabriela.

-¿Los conoces?

-A uno de ellos- contesto Ela

-¿Quién es?

-Mi primo, Ernesto. Al que estuve a punto de asesinar y tú lo impediste.

-Nunca lo había visto en el cuartel.

-No tenía idea de que el desgraciado es un maldito policía.

-¿Y qué crees que quería?

Gabriela lo miro con cara de pocos amigos.

-Supongo que al venir con un arma y derrumbar la puerta de la habitación no quería venir a saludarme ¿No crees?

-Ya, ya- Mark alzo sus manos en señal de rendición- Tenemos que irnos antes de que despierten- se acercó a los dos hombres que yacían en el suelo inconscientes-. Ambos están vivos. Debemos de irnos.

Ela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora