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Capítulo 30

Cristopher no acostumbraba a visitar esos lugares, pero hizo un esfuerzo.

El callejón era pequeño y sucio.

Se acercó el grupo de hombres que yacían sentados en un sucio sofá.

-¿Quién eres?- pregunto uno mientras se ponía de pie de forma amenazante.

Este era alto, fuerte y moreno. Vestía unos pantalones gastados y una camisilla blanca.

-Cristopher- contesto este.

El hombre observo detenidamente a Cristopher y luego a los dos hombres que estaban sentados en el viejo sofá.

-¿No es el hermano de nuestra Ela?- pregunto uno de ellos.

Un hombre de cabello claro, casi rubio y ojos oscuros.

-¿Eres hermano de Ela?- pregunto el hombre de pie y Cristopher asintió.

-¿Sabes algo de ella?- pregunto nuevamente el hombre que estaba sentado en el sofá y Cristopher asintió.

-De hecho, vengo a pedirles ayuda para encontrarla.

El hombre que estaba sentado en el sofá se puso de pie.

-Soy Simón- se presentó- y él es Edgar. Conocimos a Gabriela desde que era pequeña.

Cristopher asintió.

-Se de ustedes- dijo-. La ayudaron cuando yo no estuve ahí.

Ambos hombres asintieron.

-Ya asesinaron a uno de los nuestros que intento ayudarla-dijo el tal Simón-. A Eduardo.

-Fue obra de nuestro primo, Ernesto- comento Cristopher.

Cristopher estaba nervioso.

¿Quién no lo estaría?

Con esos hombres gigantes delante de él Cristopher se sentía intimidado.

-¿Tienes alguna idea de dónde encontrarla?-pregunto Edgar.

-Está huyendo con un detective.

-Lo sabemos- comento Simón.

-Están en las afueras de Florida- continuo Cristopher-. Tenemos que encontrarlos antes de que la policía lo haga.

-Simón- dijo Edgar- llámalos a todos- Simón asintió-Ayudaremos a Ela una vez más.

.~.~.~.~.~.~.

-Ela-la llamo Mark y la sacudió un poco pero esta no se despertó.

Pero que perezosa es, pensó Mark.

-¡Ela!-el grito fue tan fuerte, que Ela despertó sobresaltada y tomo su arma, que yacía en la mesita de noche y apunto a todos lados.

Mark se asustó y tomo una almohada para cubrirse por si Ela disparaba.

Cuando Ela se percató de que nada ocurría soltó un suspiro de alivio y dejo el arma en la mesa de noche.

Al percatarse de que el detective se cubría con una almohada comenzó a reír.

Mark frunció el ceño.

-Creí que ibas a matarme- dijo este mientras comenzaba a reír.

Ela rio aún más fuerte.

-Debiste ver tu cara- dijo riendo y Mark rio aún más fuerte.

Se acero a esta y la beso, a lo que ella correspondió de inmediato.

Ela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora