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Capítulo 23

Se separaron por falta de aire y Mark sonrió. Ella lo había besado, y se sentía más que bien al respecto

Más allá del teatro, en una pequeña esquina, Ela visualizo un piano. Hace años que no tocaba uno.

Gabriela continuo observando el piano y sonrió al recordar los buenos momentos.

-¿Qué ves?- pregunto Mark, el cual la tenía agarrada de la cintura.

Gabriela intento separarse, pero Mark no quería soltarla.

-Mark, suéltame- le dijo esta divertida y Mark, soltando un bufido la soltó.

Gabriela se acercó al piano y toco las teclas suavemente.

-¿Por qué no tocas algo para mí?- pregunto Mark.

Gabriela negó.

-Hace años que no toco uno- dijo melancólicamente.

Mark sonrió-¿Por qué no aprovechas esta oportunidad?

-¿Y si ya lo olvide?

-Anda, inténtalo- la animo Mark.

-No te burles.

-No lo hare.

Ela se sentó en la pequeña banca que yacía vacía en frente del piano.

Gabriela soltó un suspiro, movió sus dedos al azar en las teclas y luego comenzó a tocar.

La canción de Gravity, de Sara Bareilles, comenzó a sonar.

Gabriela comenzó a cantar.

-Something always brings me back to you.

Mark se maravilló al escuchar su Hermosa voz.

-It never takes too long.

No matter what I say or do.

I'll still feel you here 'til the moment I'm gone.

You hold me without touch.

You keep me without chains.

I never wanted anything so much.

Than the drown in your love and not feel your rain.

Mark sonrió. Esa canción mostraba exactamente todo lo que el sentía.

-Set me free.

Let me be.

I don't want to fall another moment into your gravity.

Here I am and I stand, so tall.

Just the way I'm supposed to be.

But you're on to me

And all over me.

Gabriela dejo de mover sus dedos y paro de cantar, unas pequeñas lágrimas se asomaron por sus mejillas y sonrió. Recordando su primer piano, sus primeras clases y a su padre.

Mark no lo soporto más, tiro del brazo de Gabriela haciendo que se parara y la beso. Acaricio sus labios con los suyos. Gabriela sentía que era libre en sus brazos, se sentía demasiado bien en sus labios.

El beso se profundizo, de una manera que sorprendió a Ela.

Ella nunca había sentido algo así. Un fuerte deseo recorrió su cuerpo entero y Mark sentía justo lo mismo.

Las manos de Mark recorrieron la cintura de Ela, acariciando su piel por encima de ese pedazo de tela.

Bajo sus manos a sus piernas y comenzó a acariciarlas. Su piel era suave, sedosa. Lo que desato la locura para Mark.

Ela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora