Capítulo #16

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Era demasiado por procesar. Tanta información nueva y desconocida sobre una persona. Y la chica que estaba enfrente de mi solo hacía cuestionarme sobre la vida de Nelson, su forma de ser y lo que él era ahora.

El dolor de mi tobillo y el eco de unos afines hizo que volviera a la realidad.

—Alguien viene. —murmuré con una mueca.

—No importa. —dijo encogiéndose de hombros.

—Si importa. Si alguien me reconoce, será el fin. No podré seguir con mi plan. —susurré mirándola. —Necesito...

Era tarde. Una castaña vestida de blanco venía hacia nosotros. Solo estaba a un metro e iba distraída en el celular. De un momento a otro la chica levantó la mirada.

Mi ceño se frunció al reconocerla.

—¿Edward? —miró a la chica que tenía a lado. —¿Heather?

La miré de pies a cabeza, aún sin creerme que estuviera enfrente de mi.

—¿Cassandra?

(...)

~ Narra Cassandra ~

La fiesta ya había terminado. Solo quedaban algunas personas; amigos de Nelson, personas importantes... aliados en su mayoría. Estaba cansada y los chicos se habían ido para no levantar sospechas, por lo que me dirigí a mi habitación.

No había nadie, y yo iba totalmente sumergida en el celular que Lany me había dado. Estaba ligado con el que había dejado en casa y con este podía ver los mensajes y llamadas que tenía en el otro sin que me rastrearan.

Al doblar en la esquina que llevaba a mi habitación empecé a escuchar murmullos. Los ignoré ya que seguramente eran algunos amigos de Nelson.

Pero estaba equivocada.

Levanté la mirada. A un metro de mi estaba la chica de la fiesta y un moreno que reconocía. Los dos me miraron con sorpresa, pero el chico me miró con el ceño fruncido.

—¿Edward? —pregunté mirándolo. —¿Heather?

Ed mi miró de pies a cabeza. Lo entendía. Físicamente yo no era la misma.

—¿Cassandra? —preguntó sin creerlo.

Me acerqué a ellos. ¿Cómo es que se conocían? Y ¿por qué mierda Ed estaba aquí? Pero en lugar de preguntarle algo o reclamarle algo hice lo primero que se me ocurrió y por instinto.

Lo abracé.

El chico me envolvió en sus fuertes brazos y me alzó. Su aroma inundó mis fosas nasales haciéndome sentir en casa. Una lágrima adornó mi rostro, una que no me molesté en secar. Extrañaba al chico, extrañaba a mis amigos, pero el verlo aquí sin estar herido o rodeado de Buscadores me hacía sentir mejor.

—Dios, en serio estás aquí. —murmuré en su oído. —En serio lo estás.

—Te he extrañado, nena. —susurró en mi oído.

Nos separamos un poco. Observé su rostro y con mis manos empecé a tocar cada parte de su cara aún si creerme del todo que el castaño estaba aquí.

—Si, estoy aquí. En carne y hueso. —dijo divertido.

Reí. —Es que no me lo creo.

Le iba a dar otro abrazo, cuando la voz de Heather nos trajo a la cruel realidad.

—Creo que deberíamos tener este encuentre en tu habitación, Cassandra. —la miré confundida. —Vienen Buscadores.

Revenge © |B#3|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora