—¿Podrías contestar el celular? Te necesito en estos instantes y tú decides desaparecer. Te juro que si no llegas ahora voy a ir al bar del recinto y me emborracharé. Hablo en serio. Llámame... o contesta.
Dejé el celular a mi lado después de dejar el mensaje de voz y cubrí mi rostro con mis manos. Tenía tantas ganas de llorar, de gritar, de golpear algo... pero simplemente no podía. Era demasiado dolor el que sentía que no tenía ganas de hacer nada, solo necesitaba a la única a miga que tenía y esa chica no estaba ni cerca del Recinto.
Después de unos minutos decidí por tomar mi segunda opción. Con mucha suerte Nelson no estaría cerca para vigilarme o para poder encontrarme con los prisioneros. Caminé lentamente por los pasillos, recordando con dolor las palabras de la castaña. ¿En serio todo lo que habíamos pasado era mentira? ¿Estaba tan cegado por su amor que no me di cuenta de eso? No me gustaba decirlo, pero tal vez Carol tenía razón esta mañana.
Al llegar al último piso, donde los prisioneros se encontraban, las voces acercarse me hicieron esconderme en las sombras. Hice el mayor silencio para poder escuchar quienes y de que hablaban...
—¿Entonces este es tu súper plan, Nelson? —preguntó una chica. La reconocí de inmediato; era Nicole.
¿Qué hacía ella aquí? Se suponía que estaba en un manicomio o en algo así después de crear un conflicto en la fiesta de Cassandra hace unos meses. Me acerqué más para poder ver mejor. Estaban en el pasillo, ella con un juego de ropa demasiado extraño fuer a de una de las habitaciones mientras que Nelson estaba de frente de ella.
—Es mejor que el tuyo. —respondió Nelson.
—¿Enviar a los chicos a Londres para que nos abran el camino? ¿En serio? Aún pienso que mi plan es mejor.
—Quieres propagar un virus, ¿Dónde conseguirías eso?
—No es un virus, inútil. Un hechizo. —corrigió. —Pero este si funcionará.
—Te recuerdo que hice todo eso sin tu ayuda, Nicole.
—Pero fracasaste. ¡Ellos siguen vivos! Al igual que todos los elementos. —dijo con disgusto.
—¿Y qué piensas hacer?
—Aún tenemos la copia del Libro de las Profecías...
—En ese libro no hay nada interesante. Es solo una copia del original. —interrumpió el chico curándose de brazos.
Nicole rodó los ojos. —A eso quiero llegar, Nelson. Los verdaderos hechizos, los que son más interesantes y efectivos están en el libro original. Ese es el que necesitamos.
—¿Y cómo piensas hacerlo?
—Debemos ir a Londres, ir al Palacio Elemental y tomarlo de la biblioteca. —respondió Nicole en un susurró.
—¿Qué? ¿Estás loca? Lo que le hicimos a Celestia nos puso en la lista de los más buscados, sin mencionar que ya estábamos. No me quiero arriesgar a que nos vayan a matar o algo sin haber completado la misión.
Nicole sonrió de oreja a oreja. —No necesitamos ir nosotros, o al menos no al palacio.
—¿A qué te refieres?
—Tenemos de nuestro lado a la odiosa de mi prima y a sus amiguitos; podemos usarlos a cambio de su libertad.
—Que nos traigan el Libro. —completó Nelson. —Vaya que no te has vuelto completamente loca, Nicole. Aun tus planes son muy buenos.
Nicole seguía sonriendo. —La maldad corre por mis venas y al final y al cabo nuestro padre debe ser vengado.
(...)
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Revenge © |B#3|
FantasiRevenge © |Book #3| «La venganza no es una opción, ¿o si?» Cassandra no es la misma después de lo del baile, pero ella jamás fue la misma. Después de un año, todo vuelve a la normalidad, Cassandra y sus amigos llevan una vida en paz hasta que eso c...