Revenge © |B#3|

Capítulo #59

Era una trampa. Todo había sido una trampa. Nicole estaba tratando de comprar mi lealtad hacia ella lastimando a mis amigos. 

 —¡Cassandra! ¡Cassandra, regresa!

— Debo ir a rescatarlos, evitar que les hagan daño...

— Cass, tranquila. — sus ojos color kiwi me miraron con detenimiento. —Esto es lo que quiere ella. Ésta es su manera de atacarte. 

—Pues lo está haciendo muy bien.  

—No debes dejar que te afecte...

 — ¿Cómo no quieres que me afecte?  —exclamé. Estaba perdiendo los estribos, todo se estaba saliendo de control. Estaba perdiendo el control de mi misma. — ¿Cómo quieres que reaccione, Heather? 

—Debes pensar las cosas antes de hacer algo al respecto. —respondió, tratando de transmitirme calma con su tono de voz. — Lo que sea que quieras hacer puede poner en riesgo a los dos. 

—Heather...

—Esta jugando con tus sentimientos para poder romperte, te esta manipulando. — continuó.

 —¿Qué se supone que haga? —pregunté tratando de aguantar las lágrimas.  Sin embargo, sentí como una lágrima bajaba lentamente por mi mejilla. —Todo lo que he estado haciendo para protegerlos... todo será en vano si no hago nada para...

Mi voz se quebró.  

—Los salvarás, Cassandra.  — tomó mi mano y dio un pequeño apretón. —Lo harás.

(...)

—¡Hey. Nicole! —exclamé al mismo tiempo que entraba al jardín donde había estado hace unos minutos. 

Mi estómago dio un pequeño revoltijo al ver tantos cuerpos y sangre a mi alrededor, sin embargo esa sensación fue remplazada por el odio, angustia y preocupación en el momento en que Nicole entro al jardín junto con cuatro personas; dos de ellas agarrando a los dos personas que más me importaban en ese instante.

 —Vaya que eres rápida. Creí que pensarías mejor todo esto, teniendo en cuenta las vidas que estan en juego. —comentó con una sonrisa en su rostro.  

"Tranquila, Cass" me dije a mi misma.

 — Dejalos ir. Ya me tienes aqui, ya no los necesitas.  

— ¿Dejarlos ir? — soltó una risa. — No lo haré, apenas esta iniciando la diversión. 

—Querias mi ayuda para vengarte de los abuelos, ya tienes mi ayuda. —continué. —Me uniré a ti, pero tienes que dejarlos ir. Tienes que dejar ir a todos. 

—¡¿Qué?! —Luke y Demian exclamaron al mismo tiempo. 

—No puedes estar pensando es eso... No puedes hacer eso...— habló Demian. 

—No lo hagas, Cass...— mumuró Luke. —Nosotros estaremos bien...

Dirigí mi mirada al último chico, tenía su mano en abdomen. La mancha de sangre que se encontraba en su camiseta fue la gota que derramó el vaso de la poca tranquilidad que me quedaba. 

—¡Lo lastimaste! —exclamé. —¡Esto no era parte del trato! 

— Nunca llegamos a un acuerdo, Cassandra. — rió con diversión. — Peter te dijo claramente que el tiempo corría.