Revenge © |B#3|

Capítulo especial.

~ Narra Lany ~

Nervioso.

La palabra que más me describía en estos momentos. Sólo había pasado 2 días después de que le había pedido que saliera conmigo, pero si no lo hacía nunca me atrevería a hacerlo.

—¿Estás bien? —preguntó Heather curiosa.

Me giré rápidamente, encontrándome con sus ojos café verdoso. Esos ojos que me habían cautivado desde el primer momento en que los había visto.

Sonreí. —Nada. Estoy bien.

—¿Seguro?

—Que si. ¿Nos vamos? —pregunté tomándola de la mano. Noté como su rostro empezaba a sonrojarse.

—Claro. Vámonos. —murmuró.

Mientras nos acercábamos al auto, repasé lo que me había dicho Cassandra que hiciera. Claro estaba que siempre cuando ella estaba a mi alrededor yo era un completo imbécil, y no quería echar a perder esta cita.

Ya en el auto y en marcha hacia el lugar, el ambiente se pudo intenso. Nadie hablaba, solo el sonido de nuestras respiraciones y la música de fondo.

—Hm...¿te parece si jugamos a las 15 preguntas? —pregunté incómodo.

—Claro. —dijo con una sonrisa. —Tu primero.

—Va. —pensé. —¿Nombre completo?

Rió. —¿En serio quieres saber?

Asentí. —Por algo son 15 preguntas. Se pueden hacer todo tipo de preguntas.

—Vale. —siguió riendo. —Mi nombre completo es Heather Doreen Mckenzie.

—¿Doreen? —pregunté divertido.

—Hey, mis papás querían nombres originales ¿si? Así que no te burles. —dijo dándome un golpe en el brazo. —Mi turno. ¿Qué te gusta hacer?

La miré por un momento. —¿En serio, Doreen?

—¡No me digas así! —exclamó.

—Vale. —dije riendo. —Me gusta...me gusta... pasar tiempo con ¿mis amigos?

—¿Eso es pregunta o respuesta?

—Respuesta. —sonreí. —Me gusta pasar tiempo con Cassandra. Es mi amiga.

Asintió. —¿No tienes muchos amigos, cierto?

Negué. —No. Mi turno. ¿Golosina favorita?

—Chocolate y las palomitas. —respondió haciendo un sonido raro.

—Dije golosina.

—No me importa. ¡Mi turno! ¿Grupo o cantante favorito?

—Mmh... Me has matado. —dije manejando. —Me gustan varios, pero tal vez... Fall out boy.

—Vaya. —murmuró. —Genial.

—¿Y el tuyo? —pregunté.

—Imagine Dragons. —respondió con una sonrisa. —¿Por qué nos detenemos?