Revenge © |B#3|

Capítulo #7

¿Un momento oportuno? ¿A qué se refería el chico? Me preguntaba mientras caminaba en círculos por la habitación.

Nelson me había dejado en una gran habitación y me había mostrado el gran armario que había. Lleno de ropa, zapatos, joyas y accesorios. Se suponía que debía arreglarme para la "reunión" que tendría, pero yo no dejaba de preguntarme para que seria. Quería preguntarle a Tyler -Lany- para que era, pero no me atrevía a entrara a su habitación después de lo que había hecho.

¡Había confesado que me gustaba Tyler!

Y aunque era una vil mentira, era vergonzoso verlo a la cara.

Resignada, me metí al baño para darme una corta ducha. Al mirarme al espejo me di cuenta lo horrorosa que me veía. Estaba algo pálida, los ojos por tenía un poco irritados y mi cabello era una maraña de pelo, aunque lo había amarrado en una coleta alta.

Al terminar me puse de nuevo mi ropa. No me pondría esa ropa hasta estar segura de todo.

Ya vestida, volví al baño para peinarme. Mi rubio cabello estaba más largo de lo normal, lo había descuidado durante las últimas semanas después de lo de Luke. Sin mencionar que tenía un color opaco. Ya no tenía el brillo que solía tener. Necesitaba arreglarlo urgentemente, necesitaba ... cambiarlo.

La puerta se abrió, dejando ver a un Peter muy disgustado.

-Nelson quiere que te lleve al salón. -dijo seco.

Dejé el cepillo en la orilla del lavabo. -Pues vamos.

Dispuesta a salir, pasé a su lado. Él, rápidamente, me tomó del brazo con fuerza y me jaló a su lado.

-Ni creas que seré parte de tu juego. -susurró entre dientes. -Se que escondes algo, Cassandra. Y yo lo descubriré.

-Si me conocieras de verdad no dudarías en tus conocimientos y no estarías aquí amenazándome. -respondí.

Me tomó del otro hombro y me empujó hacia la pared.

-Te crees muy valiente, Cassandra. -susurró. -Pero no eres más que una adolescente que no confía en sí misma y le teme a todo. -susurró acercándose a mi rostro.

De un momento a otro, su boca estaba sobre la mía. Rápidamente me alzó de los brazos y me tiro a la cama.

Me separé y traté de gritar. Abrí la boca, pero ningún sonido salió de ella.

Peter me miró desde arriba con una sonrisa. -¿Te gusta el nuevo hechizo que perfeccioné?

Volví a abrir la boca, tratando de gritarle algo, pero no salió nada de ella.

Su hechizo había funcionando.

-¿Es útil, no? -dijo sonriendo con malicia.

Sus labios volvieron a mi boca y descendieron por mi cuello, mientras yo trataba de zafarme de su agarre. Era inútil gritar, así que ayuda no podía pedir. No podía hacer nada más que moverme como gusano para sacármelo de encima, pero ni eso ayudaba.

Cuando sus manos bajaron hacia el botón de mis jeans me preocupé. Lo iba hacer, y yo no podía gritar para pedir ayuda.

Cuando giré la cabeza hacia la izquierda vi lo que posiblemente sería mi ayuda de escapar. Una lámpara. Y con demasiado esfuerzo me estiré para llegar a ella. Difícil era, ya que Peter estaba encima de mí y me impedía acercarme con facilidad.

Cuando la lámpara rozó mis dedos, unos brazos me alejaron de ella.

-No te dejaré hacerlo, linda. -respondió riendo. -No te salvarás de esta.