Revenge © |B#3|

Capítulo #51

LUKE.

¿Dónde estaba Cassandra? ¿Por qué Ingrid no se movía? ¿Por qué parecía que todo estaba yendo mal?

Me quité los auriculares y me froté el rostro con frustración.

¿Cuándo me vida se había hecho tan complicada?

El plan era simple, Cassandra solo debía llevar a Nelson e Ingrid haría todo lo demás. Entonces ¿por qué demonios aún no pasaba nada? Ni siquiera había visto a Nelson entrar a la cafetería y eso solo traía complicaciones.

La puerta de la camioneta se abrió dejándome ver a Edward con una expresión molesta.

—Tenemos un problema, Luke.

—Lo sé. —solté un suspiro. —Cassandra y Nelson no entraron y...

Las palabras murieron en mi boca al ver a la chica enfrente de mi. Su semblante era serio y estaba cruzada de brazos, no sabía decir si estaba molesta o decepcionada.

—¿Qué haces aquí? ¿Donde está Nelson?

—Va de camino a su casa. —respondió con simpleza.

—¿Cómo? —me levanté con lentitud. —¿Estás hablando en serio?

—Tenía que hacerlo. —dijo elevando la voz. —Si continuaba con el plan todo lo que hemos estado haciendo se irá por un tubo.

—¿Lo que hemos estamos haciendo? Te recuerdo que todo esto es porque tú te querías hacer la heroína. —dije algo molesto. —Nada de esto estaría pasado si te hubieras quedado en casa.

—¿Y dejar a mis amigos en manos de Nelson? —preguntó indignada. —Claro, Luke. Lo tomaré en cuenta para la próxima.

—Si es que hay. —comenté con ironía. —Este solo es un claro ejemplo de que eres una egoísta.

—No dijiste eso. —murmuró.

—Luke, será mejor que te calmes. Ahora. —interrumpió Ed con seriedad.

—Es la verdad. —ahora yo estaba elevando la voz. —Desde que te conozco solo te empeñas en ponerte en peligro mortal con la excusa de que estas salvándonos. ¿Sabes que pienso? Que esto, todo esto, es solo una prueba más que no te importa nada.

—¡Claro que me importa! —exclamó. —¿Crees que hago todo esto por que quiero? Tal vez eso parezca, pero lo único que quiero es evitar que todo esto les afecte.

—Pues te está saliendo mal, porque nos está afectando. —mi voz salía casi con odio. —Todo esto, las pérdidas, cicatrices, todo es tu culpa.

—¡Luke!

Cassandra y Ed mi miraron con los ojos bien abiertos; la primera con incredulidad y dolor, mientras que el otro con cierto odio y decepción.

En realidad no quería decir lo que había dicho, las palabras simplemente salieron de mis labios. Y aunque en cierto modo eso era lo que sentía, ese no era el modo en el que debí hacerlo.

Pero Cassandra no lo veía así.

La chica se acercó a mi hasta el punto de casi rozar nuestras narices.