Capítulo #14

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~ Narra Cassandra ~

—¿Qué hacías fuera? —repitió.

—Uhm... necesitaba tomar un poco de aire. —murmuré.

—¿Aire?

Asentí. —Nunca había asistido a una cena tan... elegante como esta.

—Fuiste al baile. Eso es igual o más elegante que esto. —dijo cruzándose de brazos.

—La diferencia es que tenía a mis amigos cerca. En cambio, aquí no conozco a nadie. —reclamé.

—¿Carol? ¿Miram? ¿Ruby? ¿Lany? —preguntó. —¿Ellos no son tus amigos?

—Primero, las chicas no soy "mis amigas". Si, lo eran, pero no significa que ahora vayamos hacer las mejores amigas. —respondí. —Y segundo, Lany está hablando con la ojos de kiwi.

Rió. —¿Ojos de kiwi?

—Si. Una chica bajita, castaña clara y de ojos color kiwi. —la señalé discretamente.

—¿La conoces?

—Si y no. —me miró confundido. —No la conozco, pero la conocí.

—Como sea... me alegra verte aquí. —dijo sonriendo de lado. —Creí que no vendrías.

—Carol me obligó. ¿Para qué me necesitas? —pregunté finalmente.

—Necesitaba que estuvieras aquí. —se recargó en el barandal del balcón. —Quería mostrarte algo.

—¿Qué cosa? —pregunté acercándome a él.

Nelson estaba de perfil. Mirando el paisaje y recargándose en el barandal. Observándolo así, tan relajado, sereno y normal, diría que era una persona normal. Una que no trato de matarme años atrás.

Pero esa solo eso, una visión de lo que él podría ser.

—Esto. —murmuró. —Esta vida.

Lo miré confundida. —¿Está vida?

Asintió. —Quiero que veas lo que yo veo.

Miré el paisaje aún confundida. —No veo nada.

Soltó una risa. —No, eso no, Cassandra.

—¿Entonces?

Me miró a los ojos. Pude, por primera vez sin estar a borde de la muerte, ver sus ojos con deteniendo. Eran oscuros, casi dándole al negro, y con la luz artificial y de la luna tenían un brillo peculiar.

—Quiero que veas que no soy del todo malo. —susurró. —Quiero que veas que no te equivocas de decisión al estar de mi lado.

Lo miré y me di cuenta de varias cosas. El chico no era feo. Tenía el rostro definido y un rastro de barba. Sus ojos hacían que se viera rudo y peligroso (aunque ciertamente lo era) y en ese traje se veía extrañamente peculiar.

—No soy malo. —susurró. —Solo busco lo mejor para los míos. Protegernos.

—¿Protegerlos? —murmuré. —Eso no es lo que haces, Nelson.

—Tú no lo ves como yo. —respondió. —Tu ves lo malo de lo que hago, pero si en realidad vieras...

—He visto suficiente, Nelson. —interrumpí. —Me capturaste hace al menos un año. Me hiciste conjurar un hechizo que nos mataría. Casi mataste a una de mis amigas. Y tienes encerrados a mis amigos.

Revenge © |B#3|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora