Capítulo #33

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~ Narra Lany. ~

7 de la mañana y parecía que la persona del otro lado de la puerta quería tirarla a golpes. A regañadientes me levanté y abrí la puerta encontrándome con Heather detrás de ella. La chica parecía estar muy preocupada y alterada.

—¿Qué ocurre? —pregunté algo dormido.

—Es Nelson, nos citó a todos en el salón. —respondió.

—¿Y qué pasa con ello?

—Pasa que Cassandra y Kamille no están. —susurró. —¿Tienes alguna idea de dónde podrían estar?

Abrí los ojos con sorpresa. ¿No estaban?

Negué. —Ni siquiera sabía que no estaban.

—Bueno, ahora lo sabes. —murmuró. —¿Qué vamos a hacer?

—Yo... las buscaré antes de...

—Ya recorrí todo el Recinto, Lany. No están. Y si hubiera la posibilidad de ello, no tenemos tiempo. La reunión empieza en 5.

Mi sangre empezó a hervir con molestia y con cierta desesperación. ¿Por qué rayos Kamille y Cassandra no estaban en él recinto? ¿Por qué carajos no me avisó la rubia-castaña que se iba a ir con la hermana de Heather?

Golpeé un poco la puerta. El dile recorrió mi cuerpo pero eso no me quitó la frustración que tenía.

—Tendremos que ir sin ellas. —respondí.

—Nelson pensará que nos están... traicionado. —susurró.

—Inventaremos algo. Debemos hacerlo. No tenemos que dejar que ninguno de ellos sepa que Cassandra y Kamille no están. —murmuré.

—Yo no creo...

—Vamos, Heather. —pedí. —Es Cassandra, nuestra amiga. Y quieras o no, también es tu hermana a la que debes proteger.

Cerró los ojos y noté como sus puños se cerraban con fuerza antes de abrir de nuevo la mano. Escuché como susurraba, pero apenas logré escuchar algo. Cuando abrió sus ojos me miró con intensidad y determinación.

—Esta bien. —dijo. —Diremos que se sintieron mal y que están en enfermería.

Hice una mueca. —No creo que sea la mejor idea. Pueden ir a revisar si en serio están ahí.

—Entonces...

—Digan que fueron a hacer un mandado. —interrumpió una familiar voz. —Que tuvieron que salir a primera hora de la mañana y que volverán más tarde.

Heather y yo nos volteamos a ver a la dueña de la voz. Su cabello corto y de color morado me hizo gruñir por lo bajo. ¿En serio tenía que venir ella a ayudarnos?

—¿No es una buena idea?

—Yo creo que si. —respondió Heather.

—Lo es, pero no creo que sea buena idea confiar en ti. —respondí. —¿Que haces aquí?

—Aquí vivo, Lany. —dijo con una sonrisa. —¿Hay algún problema?

—Eres la prima de Nelson, así que si, hay un problema.

—¿Eres la prima de Nelson? —preguntó Heather sorprendida. —¿Carol?

La susodicha asintió. —Soy yo, pequeña Doreen. La misma de hace unos años.

—No te reconocí por el cabello. —susurró sorprendida.

—Nadie lo hace. —respondió la chica.

Revenge © |B#3|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora