Revenge © |B#3|

Maratón 3/3

Capítulo #30

—Se que es algo difícil de creer pero...

—No, en realidad tiene sentido. —interrumpí. —Celestia me dijo que no podía estar con él. Ahora se por que. —negué alejando todo pensamiento respecto a eso. —¿Qué tiene que ver eso conmigo y con el expediente? ¿Qué haces tú aquí?

—Se que tienes un plan en contra de Nelson. —respondió en voz baja. —Se que estas infiltrada para poder vencerlo.

Me levanté de un salto. —¿¡Qué!?

—Tranquila, no le diré. Yo estoy aquí por la misma razón. —dijo levantándose de igual manera.

Me acerqué a la cómoda y tanteé hasta poder llevar al objeto que tenía guardado. Lo tomé entre mi mano y lo escondí.

—Eres amiga cercana de Nelson, ¿cómo se que no le dirás a Nelson? —pregunté.

—Trabajo para Carissa, te di el expediente. ¿Eso no es suficiente?

Me acerqué a ella. —Él pudo dártelo para que me entregaras y me engañaras.

—Yo no podría hacer eso. No soy de esas personas. —dijo soltando una risas.

Rápidamente le di un golpe, uno que ella bloqueó. Le di una patada pero me bloqueó. La tomé de la muñeca y la volteé. La chica cayó al suelo. Sin verlo me tomó de los hombros y me tiró al suelo.

—No me retes, Peterson. Tengo entrenamiento profesional y un nivel avanzado experto Terra. No puedes ganarme. —gruñó.

Sonreí con malicia. —Eso está por verse, Mckenzie.

Kamille me miró confundida, lo que tomé como una ventaja. Le di un piquetazo en el rostro y saqué en un rápido moviendo el pequeño cuchillo que tenía en la muñeca. Se lo puse en el cuello y una sonrisa apareció en mi rostro al verle la nariz sangrando.

—Bien. Bien. Al parecer tienes todo cubierto. —dijo sonriendo. Sus dientes se tintaron de rojo.

—Algunas veces necesitas las armas mortales. —respondí.

Tragó duro. —Nelson y yo tuvimos algo en un pasado muy lejano. —habló. —Él estaba enamorado de mi y yo de él.

—¿Por qué me cuentas esto? —pregunté quitando el cuchillo lentamente.

—Tienes que confiar en mí. Quiero que confíes en mí. —respondió. —Años atrás yo... yo lastimé el corazón de Nelson.

—¿Nelson tenía corazón? —pregunté con sarcasmo.

Rió. —Lo tenía. Cuando estábamos juntos, como amigos, lo tenía.

Me quite de encima de ella y me senté en el suelo. —¿Qué cambio?

Se incorporó y se sentó enfrente de mi. —Sus padres se separaron, Kyle engaño a su madre con un Elemento. Desde ese día el chico era frío y oscuro.

—Y cuando le rompiste el corazón se quedó sin él. —concluí.

Asintió. —Él ya tenía un odio a los Elementos, entonces cuando se enteró que un chico quería ser algo más que un amigo de mi, cuando Nelson pensó ver eso... se enojó demasiado.

—Dios. —murmuré. —Ahora lo entiendo.

—Por eso estoy aquí. —me miró a los ojos. Eran casi como los de Heather, solo que un poco más oscuros. —Tú quieres salvar a los Elementos de lo que tenga pensado Nelson. Yo quiero salvar a Nelson.

—Quieres recuperarlo.

—Aún lo amo. —sonrío dolida. —Aún tienen un corazón. Tiene sentimientos.