Revenge © |B#3|

Capítulo #41

Lágrimas bajaban por mis mejillas sin cesar y sollozos salían de mis labios; mi espalda no dejaba de dar espasmos por ellos. Abracé con más fuerza mis piernas, tratando de encontrar alguna especie de consuelo, pero simplemente no podía ni llegaría a eso. Era mucho en que pensar y mucho en qué creer. Todo lo que alguna vez había creído era nada más y nada menos que un pensamiento esfumado, perdido entre en mad de pensamientos que era mi mente.

—Es un bache en el camino, Cassandra. Solo debemos encontrar la manera de pasarlo y seguir. —había dicho Lany después de salir corriendo de aquella habitación.

¿Pero cómo podía hacerlo? ¿Cómo seguiría después de lo que me había dicho Demian? Era demasiado para mí.

Lo superaría, sí, pero esto era demasiado para estos días.

Cerré los ojos, tratando de calmar mis sollozos y pensar en algo. Pero mis pensamientos eran más fuertes que nada. Estaba confundida, no sabia que hacer en esta situación y me desesperaba ser demasiado débil, sensible a la ocasión.

—¿Cassandra? —llamaron. —¿Cassandra, podemos hablar?

Tragué duro. No podía ver a nadie a los ojos sin echarme a llorar.

La figura femenina de Kamille apareció delante de mí. Llevaba algo en su mano y detrás de ella otra persona se aproximaba.

—Cassandra, por favor —pidió.

Se agacharon delante de mí, Kamille y Heather, y me miraron preocupadas. Desvíe la vista, sintiendo como mi pecho dolía de nuevo. Otra lágrima bajó por mi mejilla.

—No quiero hablar. No ahora. —dije en voz baja.

—Necesitas hablar. —comentó Heather. —Eso... te ayuda.

—Vamos, somos amigas. —habló Kamille dándome una media sonrisa.

—En serio chicas...

—Tenemos mucho helado. —interrumpió Heather.

—Que tentador. —suspiré.

—Mira, lo más cercano a una amiga somos nosotras. —habló Kamille. —Lany es tu amigo, pero él no entenderá tu situación como nosotras.

Asentí y respiré hondo. Y volví a caer en un llanto sin cesar.

Kamille y Heather me abrazaron y susurraron ánimos. Lo que ellas no sabían es que nada me ayudaría en estos momentos.

—Cuéntanos qué pasó. —pidió Heather amablemente.

Suspiré entre mis sollozos. —Todo en lo que había creído es una mentira. Mi vida, mi familia, mis poderes... todo.

—¿A qué te refieres?

Miré a Kamille. —La información que leyó Demian de tu laptop era mía.

—Entonces es eso. —murmuró. —Lo lamento tanto...

—No importa. Lo sabría tarde o temprano. —respondí. —Al menos se la verdad ahora.

—¿Y cuál es la verdad?
...

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