✓ | 𝐅𝐈𝐆𝐇𝐓𝐈𝐍𝐆 𝐅𝐀𝐑𝐄𝐖𝐄𝐋𝐋, teen wolf¹

11| Benefactor

11| Benefactor

Llegamos a la estación de policía temprano, tanto, que los únicos que estaban allí eran los que se habían quedado de guardia la noche anterior. Parrish se encontraba allí y lo primero que hizo cuando llegamos al lugar, fue acercarse a su jefe.

—Sheriff, con respecto al caso del adolescente de la noche anterior... No he podido encontrar nada. Ni siquiera una pista que me indicara lo sucedido.

Observé a Parrish mientras hablaba sobre el caso de la noche anterior; Sean Walcott. Mi hermano me habló de eso mientras estábamos en la casa de Scott esperando a que Liam despertara de su pequeña "siesta", cortesía de mi puño derecho. Me había explicado que Sean había sido asesinado por un hombre sin boca y que el muchacho había sido la causa por la cual Scott mordió a Liam en el brazo la noche anterior, convirtiéndolo en hombre lobo. 

Stiles estaba tan obsesionado con aquel caso que hasta me había mostrado una imagen del muchacho muerto, no entendía qué era lo que el asesino tenía en contra de Sean puesto que era un chico demasiado lindo. Incluso con su cara y figura embadurnada en sangre. 

Lo único que me pareció lógico fue pensar que tal vez el homicida estaba celoso del cuerpazo que el adolescente se había mandado.

—No te preocupes Parrish, el caso me lo dejas a mí —respondió mi padre, al cabo de pocos segundos el alguacil le sonrió al joven—. Ahora ve a descansar, has pasado mucho tiempo sin dormir. Te haré saber si encuentro algo.

Jordan asintió y caminó hacia la puerta de salida.

—Te quiero aquí a las siete de la tarde, ¿de acuerdo? —el apuesto oficial de policía asintió ante la orden de mi padre.

Una vez que Parrish se fue de nuestro campo visual, mi padre y yo nos adentramos a la oficina. Pasamos toda la tarde allí, mi padre se encargaba de varios casos a la vez mientras yo le decía algunas hipótesis sobre ello, de paso, le llevaba café o todo lo que el me pidiera. Además, seguimos conversando acerca de lo que había hecho en Los Ángeles con mi tía.

Aún no me sentía totalmente segura sobre contarles acerca de la muerte de mi tía Anna, pero sabía que si se los contaba ahora, ellos se pondrían bastante mal. Aunque ella fuera la culpable de que me alejara de ellos, Stiles y mi padre la querían. Después de todo, ella me había criado y había hecho de mí una gran persona.

Agradecía el hecho de que mi padre no la nombrara o me preguntara por ella, pues no sabría mentirle y acabaría por lastimarle el corazón tarde o temprano.

El reloj de la oficina marcaba las siete de la tarde, Parrish había llegado minutos antes. Así que se encontraba fuera de la oficina de mi padre ocupándose de otras cosas mientras el alguacil y yo conversábamos tranquilamente.

—Papá, desde que llegué aquí me preguntaba si tú, bueno... si tú pensaste en conocer a alguien. Tú sabes... alguien que... —no pude terminar la frase ya que Derek entró al despacho de mi padre sin tocar la puerta.

—Alguacil, no sabía que tenía visitas —dijo Derek, observándome y sintiéndome.

Yo respondí a su saludo.

—Ahora lo sabes —dije sonriendo y sentándome enfrente del escritorio de mi padre, Derek realizó la misma acción, colocándose a un lado mío.

—¿Qué es tan importante que no te deja tocar la puerta? —preguntó el alguacil una vez que todos estábamos sentados. 

—Oh.. Cierto —respondió—. Resulta que en el día de ayer a mi tío, Peter, el tipo que no tiene boca le clavo un hacha en el medio del pecho y Peter pudo conseguirla junto con un guante con teclas.