22| Enfermedad Misteriosa
Parte dos
Al colgar el celular, lo único que pude hacer fue correr hacia casa para llegar más rápido. Corrí tan rápido como mis piernas me lo permitieron y al llegar subí las escaleras apresuradamente, dejé mi carcaj con el arco arriba de la cama, agarré una pequeña mochila y en ella dejé un arma por si la llegara a necesitar. Sujeté entre mis manos las llaves de la camioneta de Garret y partí hacia el instituto.
Aún conservaba la camioneta del idiota y estaba dispuesta a quedármela dado que estaba resignada a volver a utilizar el autobús escolar para ir al instituto.
Simplemente quería evitar hacerme amiga de personas psicópatas.
Las casas pasaban a velocidades inexplicables a mi alrededor, había pisado el acelerador segundos después de haberme montado en el coche así que no había tardado mucho tiempo en llegar al establecimiento.
Las autoridades del colegio habían encendido proyectores para poder ver bien ya que había oscurecido completamente y la Luna se podía ver sin problemas. Baje de la camioneta como "en cámara lenta" sólo para tener una buena entrada. Varias personas se giraron a observarme pero cuando vieron que solamente se trataba de una niña de quince años, volvieron a sus asuntos.
Bueno, al parecer, la cámara lenta no había funcionado de nada. Sólo me había ganado varias miradas de desaprobación.
Pude observar como un grupo bastante grande de gente estaba amontonada al rededor de la puerta de entrada del instituto, por lo que dirigí mi paso hacia allí. Observé por arriba de toda la multitud y pude divisar a mi padre junto con Lydia a unos metros de mí, comencé a empujar a la gente que se metía en mi camino hasta avanzar unos pocos metros donde un policía uniformado estaba parado, deteniendo a las personas chismosas.
—Bien, grandote. —le hablé, captando su atención. —Estas haciendo un grandioso trabajo. —y golpeé levemente su pecho dos veces con mi mano en señal de aprobación. Dí un paso hacia adelante pero él colocó su brazo frente a mí, deteniéndome.
—Lo siento, señorita, pero sólo los oficiales pueden pasar. —respondió con voz ronca. Lo mire seria y luego sonreí.
—Mira, Hulk. —contraataqué, burlándome de su tamaño. El tipo era muy alto y corpulento, ese tipo de oportunidades no se tiraban a la basura, se aprovechaban para ganar ventaja sobre la otra persona por medio de un apodo que podría romper su orgullo. —Soy la hija del Sheriff Stilinski. Así que, o me dejas pasar o te aparto de mi camino.
—Lo siento, pequeña, pero es más posible que Michael Jackson vuelva a la vida antes de que te deje pasar. —habló sonriendo y colocando sus manos en su cinturón. El hecho de que actuara tan natural, me dieron ganas de cortarle el cuello allí mismo, pero con tantos testigos presentes, sería muy raro que no terminara en la cárcel por asesinato.
—¿Cómo te atreves a burlarte así del rey del pop? —dije mirándolo con rabia, parecía que todos los policías en Beacon Hills eran pendejos y se las empeñaban en pararme. Primero fue Parrish, después Haigh quien trató de matarme y luego este mamut que se creía que con unas pocas palabras yo me cansaría de insistir.
Estaría discutiendo con él toda la noche si fuera necesario.
Suspiré frustrada tratando de controlarme, cuando estaba por estamparle mi puño en su rostro, mi padre me interrumpió.
—Déjala pasar, está conmigo. —mis ojos se iluminaron al escucharlo hablar. El mamut me dejó pasar a regañadientes, y sin pensarlo, corrí hacia mi padre y lo abrasé.
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✓ | 𝐅𝐈𝐆𝐇𝐓𝐈𝐍𝐆 𝐅𝐀𝐑𝐄𝐖𝐄𝐋𝐋, teen wolf¹
Fanfiction𝐅. 𝐅 | ❝Tras la muerte de su tía, Maya se ve obligada a volver a su antigua ciudad en donde había dejado a las personas que más amaba: a su padre, a Scott y a su hermano mayor... Stiles Stilinski. Lo que ellos no saben es que Maya no solo ha vuel...