𝐅. 𝐅 | ❝Tras la muerte de su tía, Maya se ve obligada a volver a su antigua ciudad en donde había dejado a las personas que más amaba: a su padre, a Scott y a su hermano mayor... Stiles Stilinski.
Lo que ellos no saben es que Maya no solo ha vuel...
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Vestimenta de Maya.
39| En problemas, de nuevo
Todos nos trasladamos a nuestro punto de encuentro con rapidez, pues sabíamos que nuestros mejores amigos estaban en graves problemas y no queríamos que sus vidas corrieran peligro ni un minuto más.
El viaje hasta el lugar fue algo incómodo dado que Liam y yo nos vimos envueltos en una situación bastante vergonzosa. La parte trasera del Jeep no era lo suficientemente grande como para tenernos a Liam y a mí sin invadir el espacio personal del otro. Nuestras manos se rozaban de vez en cuando y nuestros cuerpos chocaban a cada segundo que mi hermano subía la velocidad del Jeep. De modo que ambos decidimos tomarnos de las manos, para que aquel molesto choque no se llevara a cabo y que nuestra paciencia no se agotara tan deprisa.
Hubiera sugerido viajar en mi camioneta pero Liam me rogó que no lo hiciera para poder acompañarlo en el viaje hacia México. Teniendo en cuenta que él aún no podía contener su lobo interior en las Lunas Llenas, Liam necesitaba que lo ayudara con su problema, y yo no me negaría en lo absoluto.
Al llegar al lugar, permanecimos allí unos diez minutos puesto que teníamos que esperar a que Derek hiciera aparición junto a Braeden, quienes nos acompañarían a la misión de rescate. Ella, la muchacha que vendría junto al hombre lobo, era una mujer que yo sólo conocía por palabra del muchacho de ojos verdes pero que a partir del momento en el cual mi hermano me explicó que se hacía pasar por una agente del FBI, instantáneamente me cayó bien.
Mi sueño desde pequeña siempre había sido formar parte del Buró Federal de Investigaciones y esperaba algún día poder cumplirlo.
Una de las cuantas razones por las que había elegido seguir aquella profesión desde pequeña, era que podía obtener ayuda de mi padre el Sheriff, y de esa forma, pasar más tiempo con él del que podría haber pasado con mamá. Además, mis conocimientos sobre la vida sobrenatural podían ser de mucha ayuda con respecto a algunos casos que ocurrían inexplicablemente y que nunca terminaban siendo resueltos.
—¿Como conseguiste una furgoneta de la prisión? —preguntó mi hermano una vez que Braeden se había bajado del vehículo; la chica era bastante guapa.
Su tez era morena, tenía los ojos marrones con grandes pestañas y su cabello era hermoso; caía sobre sus hombros con gracia junto a unas ondas que lo hacían más bonito aún. Aunque la belleza de su rostro y cabello envidiable no era lo que más me llamaba la atención de ella, sino las cicatrices que tenía en su garganta que definían las garras de un animal salvaje, más precisamente de un hombre lobo.
